Respuesta: ¿ Me recomendáis esta peli?
Entra dentro de la consideracion de cada uno, claro...
En efecto. Calificar una película como
obra maestra depende de la mirada y el listón de cada uno de nosotros; es algo tan subjetivo que no admite ningún canon. Hay gente (aquí, sin ir más lejos), que descubre diez obras maestras cada año mientras que otros creen que se pueden contar con los dedos de una mano las que ha producido el cine en un siglo. Sin llegar a ese extremo, yo estoy con éstos.
Mi experiencia me dice que,
grosso modo, de cada cien películas que se ruedan, noventa y cinco son prescindibles; cuatro son
buenas, y sólo una es
muy buena. De cada mil hay, entre estas diez
muy buenas, una
excelente. Y de cada diez mil, entre estas diez
excelentes, una que podemos llamar
obra maestra. Un juicio riguroso, quizá, pero que me parece adecuado a la realidad.
Dussander dijo:
yo miro los 70 y veo al menos dos o tres obras maestras por año. En el año de Barry Lyndon, aparte de esta y de las otras tres mencionadas, veo Dersu Uzala, Tiburon, El hombre que pudo reinar...
Lo que hablaba. Para mí, ninguna de ellas lo es; tampoco
One Flew Over the Cuckoo's Nest, ni
Nashville, ni
Picnic at Hanging Rock. ¿Excelentes? Sí. Pero una obra maestra es otra cosa. Es algo que cambia la percepción del cine para el futuro; es un paso adelante que modifica la manera de enfrentarse al medio; es la diferencia entre la obra acabada de un artesano (por muy valiosa que ésta sea) y la mirada vanguardista de un artista que acierta en sus planteamientos. Es decir, reúne en sí las características formales de la obra bien hecha con una impronta intemporal que señala el camino a seguir, además de permitirle resistir el paso del tiempo.
Valek dijo:
Aunque me guste El Cuco, Lyndon es mucho Lyndon, seguida de Tiburón y El hombre que pudo reinar, todas superiores a la de Forman.
Para mí, sin embargo, tanto
Tiburón como
El hombre que pudo reinar no son más que distracciones palomiteras para pasar el rato, muy bien hechas, eso sí.
Barry Lyndon, ni eso: sólo una sucesión de fotografías
à la David Hamilton sin nada dentro. La película de Forman, por el contrario, plantea temas que darían para varios coloquios.