¿Qué libro estamos leyendo?

Pues una persona me acaba de "deslizar" que quiere de regalo para estas navidades y me ha dejado :mmmh. Resulta que quiere... una biblia

:?

Lo gracioso ha sido ponerme a buscar por google y Amazon y resulta que hay ediciones y versiones para aburrir: la de jerusalen, la de america, la reina valera, la de Petisco-Amat... menuda locuraa!!!!! :sudor Algún estudioso por estos lares que me sepa dar alguna recomendación. ¿?

La más utilizada en España es la Reina Valera, es una traducción del siglo XVI que ha sido posteriormente actualizada, pero por tradición sigue estando vigente. Lo que pasa es que la traducción la hicieron unos protestantes españoles, así que ya en el siglo XX se hizo una traducción nueva, aprobada por el Vaticano, la Nacar Colunga.

No es que la otra tenga nada de malo, porque por muy protestantes que fueran el texto es el mismo (los que retuercen el significado de las cosas y hacen traducciones raras son los testigos de Jehová y similares). En cualquier caso, en el mundo académico la gente suele usar la de Jerusalén, que es una de las traducciones más modernas que hay al castellano, y dicen que filológicamente es la más rigurosa.
 
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Lo menos veinte años hará que tengo este libro en fondo de biblioteca, sin ojearlo siquiera, y sólo ahora lo he leído.

Al parecer Lucius Shepard fue (DEP, 2014) un escritor de cifi y fantasy con cierta popularidad entre los seguidores de dichos géneros en los años 80 del pasado siglo, llegando a ganar premios como los Nébula, John W. Campbell y el World Fantasy Award. Lamentablemente, lo primero que he leído del autor es esta recopilación de relatos que me han parecido más bien anodinos, cuando no, alguno directamente malo. Hay algún apunte curioso aquí y allí, pero poco más que añadir, para mi gusto (un relato es sobre nazis en la costa malagueña de los años 60). Pero la excepción es la que da título al libro, una historia más que curiosa, incluso fascinante y con aspiración de clásico: en un valle de indeterminada ubicación hay un dragón tan gigantesco (en el ¡Siglo XIX!, eso sí se nos dice) que no puede ni moverse (con su propio ecosistema: bosques, animales, torrentes e ignotas cuevas –bajo sus alas- viven en su montañoso contorno), pero sus “sueños”, visiones “del pasado y futuro”, fluyendo a través de sus enormes e iridiscentes ojos, parecen afectar al hosco comportamiento de los habitantes de la zona. Tras infructuosas y centenarias intentonas, se ha hallado una forma de acabar con él: cubrirlo de pintura, hasta que el veneno logre matarlo; tras décadas con el “tratamiento”, entre amoríos y guerras, al ideólogo y pintor, le acaba entrando una extraña melancolía, pareciendo unir su destino al de la criatura.

El relato en si no alcanza la excelencia, quedando un poco corto en sus distintas vertientes: la poética-triste, la “épica”, la puro fantastique vagamente inquietante, el discurso sobre lo artístico y la esperanza humana… quizá lo que le falta en más extensión (son solo apenas 40 páginas) para otorgar más densidad a todo su andamiaje –nunca mejor dicho-, las situaciones y personajes. En todo caso, lo que queda, da para una pequeña joyita que, de hecho, parece gritar: Hacedme una película. Parece que Shepard escribió luego más relatos sobre el dragón. La verdad es que, en principio, lo veo muy innecesario, pero bueno…



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Clásico menor de la literatura de “casas encantadas”, datado en 1973 (y título original: “Burnt Offerings”), moviéndose entre elementos de clasicismo añejo y una reelaboración más moderna. Tenemos a una familia (padre, madre, hijo y tía anciana) alquilando una casa de vacaciones, intentando huir de ciertos conflictos profundos anímicos y en sus relaciones, y el hastío de la gran ciudad; el padre es “bueno” pero le asalta algún intento violento y ganas “de matar” a su hijo, además se encierra taciturnamente en una habitación con libros; hay una gran mesa con multitud de inquietantes fotos de inquilinos anteriores … la verdad es que bastante cosas recuerdan a “El resplandor” de Stephen King (escrito cuatro años después); aunque en el libro de Marasco, el objetivo principal “de la casa” es la mujer (“poseída” por la opulencia del interior de la casa, algo que siempre había deseado y hechizo que acaba superponiéndose a su propia familia), y el insólito ambiente veraniego, luminoso y caluroso (lejano de las típicas nieblas, lluvias y briosos vientos azotando grandes mansiones invernales) es un gran punto original a su favor que me resulta fascinante. Marasco se maneja bien en los pasajes inquietantes y de puro terror, a destacar: el fantasmal conductor del coche fúnebre, subiendo el ataúd por las escaleras –solo se le escucha… hasta que entra en la habitación-; esa invisible figura de la Madre de los propietarios de la casa; todas las escenas en el saloncito, el enigmático “zumbido”, la puerta de crípticos dibujos y lo que acecha al otro lado; y el excelente climax final, últimas tres páginas resultas con espeluznante pericia por el escritor. No es que sea un Obra Maestra, pero es un muy estimable ejemplo del subgénero, en realidad probablemente indispensable para conocer la evolución de las haunted house literarias.

Hay una recomendable adaptación fílmica, “Pesadilla diabólica (1976)”, obra del experto en tv-movies Dan Curtis, atmosférica y con reparto estupendo (Karen Black, Oliver Reed, Bette Davis y Burgess Meredith); la cual, si no recuerdo mal, era bastante fiel a la novela, salvo que empezaba en lo que sería la página 46 del libro, saltándose toda la parte de crispación urbana de los personajes.
 
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Lo menos veinte años hará que tengo este libro en fondo de biblioteca, sin ojearlo siquiera, y sólo ahora lo he leído.

Al parecer Lucius Shepard fue (DEP, 2014) un escritor de cifi y fantasy con cierta popularidad entre los seguidores de dichos géneros en los años 80 del pasado siglo, llegando a ganar premios como los Nébula, John W. Campbell y el World Fantasy Award. Lamentablemente, lo primero que he leído del autor es esta recopilación de relatos que me han parecido más bien anodinos, cuando no, alguno directamente malo. Hay algún apunte curioso aquí y allí, pero poco más que añadir, para mi gusto (un relato es sobre nazis en la costa malagueña de los años 60). Pero la excepción es la que da título al libro, una historia más que curiosa, incluso fascinante y con aspiración de clásico: en un valle de indeterminada ubicación hay un dragón tan gigantesco (en el ¡Siglo XIX!, eso sí se nos dice) que no puede ni moverse (con su propio ecosistema: bosques, animales, torrentes e ignotas cuevas –bajo sus alas- viven en su montañoso contorno), pero sus “sueños”, visiones “del pasado y futuro”, fluyendo a través de sus enormes e iridiscentes ojos, parecen afectar al hosco comportamiento de los habitantes de la zona. Tras infructuosas y centenarias intentonas, se ha hallado una forma de acabar con él: cubrirlo de pintura, hasta que el veneno logre matarlo; tras décadas con el “tratamiento”, entre amoríos y guerras, al ideólogo y pintor, le acaba entrando una extraña melancolía, pareciendo unir su destino al de la criatura.

El relato en si no alcanza la excelencia, quedando un poco corto en sus distintas vertientes: la poética-triste, la “épica”, la puro fantastique vagamente inquietante, el discurso sobre lo artístico y la esperanza humana… quizá lo que le falta en más extensión (son solo apenas 40 páginas) para otorgar más densidad a todo su andamiaje –nunca mejor dicho-, las situaciones y personajes. En todo caso, lo que queda, da para una pequeña joyita que, de hecho, parece gritar: Hacedme una película. Parece que Shepard escribió luego más relatos sobre el dragón. La verdad es que, en principio, lo veo muy innecesario, pero bueno…



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Clásico menor de la literatura de “casas encantadas”, datado en 1973 (y título original: “Burnt Offerings”), moviéndose entre elementos de clasicismo añejo y una reelaboración más moderna. Tenemos a una familia (padre, madre, hijo y tía anciana) alquilando una casa de vacaciones, intentando huir de ciertos conflictos profundos anímicos y en sus relaciones, y el hastío de la gran ciudad; el padre es “bueno” pero le asalta algún intento violento y ganas “de matar” a su hijo, además se encierra taciturnamente en una habitación con libros; hay una gran mesa con multitud de inquietantes fotos de inquilinos anteriores … la verdad es que bastante cosas recuerdan a “El resplandor” de Stephen King (escrito cuatro años después); aunque en el libro de Marasco, el objetivo principal “de la casa” es la mujer (“poseída” por la opulencia del interior de la casa, algo que siempre había deseado y hechizo que acaba superponiéndose a su propia familia), y el insólito ambiente veraniego, luminoso y caluroso (lejano de las típicas nieblas, lluvias y briosos vientos azotando grandes mansiones invernales) es un gran punto original a su favor que me resulta fascinante. Marasco se maneja bien en los pasajes inquietantes y de puro terror, a destacar: el fantasmal conductor del coche fúnebre, subiendo el ataúd por las escaleras –solo se le escucha… hasta que entra en la habitación-; esa invisible figura de la Madre de los propietarios de la casa; todas las escenas en el saloncito, el enigmático “zumbido”, la puerta de crípticos dibujos y lo que acecha al otro lado; y el excelente climax final, últimas tres páginas resultas con espeluznante pericia por el escritor. No es que sea un Obra Maestra, pero es un muy estimable ejemplo del subgénero, en realidad probablemente indispensable para conocer la evolución de las haunted house literarias.

Hay una recomendable adaptación fílmica, “Pesadilla diabólica (1976)”, obra del experto en tv-movies Dan Curtis, atmosférica y con reparto estupendo (Karen Black, Oliver Reed, Bette Davis y Burgess Meredith); la cual, si no recuerdo mal, era bastante fiel a la novela, salvo que empezaba en lo que sería la página 46 del libro, saltándose toda la parte de crispación urbana de los personajes.

Llevo tres años con la costumbre de llevarme "Holocausto" cuando en verano me voy de vacaciones, y leérmelo (lo saco de la biblioteca pública) este año no sé si lo haré porque me lo sé de memoria... es muy interesante. La película también, muy buena adaptación, aunque cambia drásticamente su final (más acojonante el de la película, para mi, aunque ambos son desoladores). La película tiene un remontaje con más escenas que la acerca todavía más el libro.
 
Silencio, de Shusaku Endo

Japón, siglo XVII. En plena persecución del cristianismo por las autoridades locales, un misionero jesuita debe afrontar una difícil misión, la de retomar el contacto con un religioso que supuestamente ha apostatado. Se enfrentará no únicamente a la tremenda represión de los campesinos cristianos, sino a sus propias dudas, que le hacen cuestionarse sus más férreas convicciones, pues lejos de ayudarle, Dios parece haberle olvidado. Aborda esta novela el problema de la gente con fe enfrentada al silencio de Dios... un Dios impotente, que únicamente sufre al lado de sus resignadas criaturas. Semejante descubrimiento sirve para poner en cuestión el papel de la iglesia oficial, muy segura del heroísmo de su misión, de sus propias normas, frente a la iglesia real, la de la gente humilde y sus problemas para conciliar la fe y la dura realidad. Japón es un país feudal y los japoneses llevan una existencia miserable, no entienden más que una versión pesimista y deformada de ese catolicismo cuya importación resulta ser absurda y contraproducente (no hace más que exacerbar las persecuciones)... y ojo, decimos Japón como podríamos decir cualquier lugar más allá del seminario, pese a la reflexión sobre un cierto malditismo específico del país nipón. Más que un simple relato, la novela la veo más como un ensayo de estas ideas, con unos personajes conscientes de sus propias contradicciones (se nota que el autor es creyente y que le preocupan estos temas, sin llegar a ofrecer soluciones sencillas). Hay algo que no entiendo; los variados puntos de vista (cartas del protagonista, narración convencional, documentos) no aportan nada y en realidad son arbitrarios, pues podría haberse elegido un solo estilo de narración y ésto no modificaría en absoluto la historia.


Hormigón, de Thomas Bernhard

Novela breve pero contundente de Bernhard, con sus interminables monólogos y pensamientos encandenados hasta el absurdo, haciendo partícipe al lector de las obsesiones de un protagonista (Rudolf) que es fácil de ver como alter-ego del autor, quien aprovecha para arremeter contra toda una serie de instituciones políticas y sociales que aplastan al individuo. Pero da la impresión de que muchas de estas cosas solamente existen en la cabeza de Rudolf; una aspirante a intelectual que no consigue terminar un ambicioso libro sobre Felix Mendelssohn (básicamente, porque ni lo ha empezado) y que mantiene una relación muy disfuncional con su hermana. Me sorprende haber descubierto un notable (y negro) sentido del humor en un escritor con fama de incómodo, maldito, difícil de leer, etc. pues llega a ser tan patética, tan exagerada la actitud de semejante maestro de la procastinación, contradictoria incluso, que lo serio y lo bufo no tienen límites claros... desde luego, no incita a indentificarse con él, o al menos, no siempre (de hecho, resulta bastante repelente). Cuando parece que todo va a girar en torno a sus insignificantes (pero para él trascendentales) trifulcas vitales, irrumpe al final de la narración la historia trágica de una mujer, donde ese hormigón del título (el hormigón simbólico que parece aprisionar al protagonista) adquiere un significado especial, y sin la menor duda, desolador.
 
Mis 10 libros preferidos publicados en castellano en 2016:

1- Volt, de Alan Heathcock.
2- Padre e hijo, de Larry Brown.
3- La escena, de Clarence Cooper Jr.
4- Glanbeigh, de Colin Barrett.
5- Cutter y Bone, de Newton Thornburg.
6- El hielo en el fin del mundo, de Mark Richard.
7- Cosecha, de Jim Crace.
8- Breve historia de siete asesinatos, de Marlon James.
9- Consumidos, de David Cronenberg.
10- Desterro, de Manuel Barea.

Dirty Works y Sajalín acaparan 6 títulos de 10. Os animo a que os lancéis de cabeza al catálogo de estas dos pedazo editoriales.
 
Mi top 10 lecturas del 2016 sin orden concreto:

Ojos crepusculares-Dean Koontz

Farenheit 451- Ray Bradbury

Un juego para toda la familia- Sophie Hannah

La casa de arenas movedizas -Carlton Mellick III

Gente muerta-Juan Gonzalez Mesa

El manantial-Alejandro Castroguer

Disforia-David Jasso

1280 almas- Jim Thompson

Cuando el río suena -Joe R. Landsdale

A ciegas-Josh Malerman
 
Acabo de empezar Soberbia de Somerset Maughan, nunca habia leido nada de este hombre pero que bien escribe... es increible lo fácil que parece cuando lees a gente que tenia talento de verdad, las frases y las páginas fluyen con una naturalidad que es encomiable.
Definitivamente hay dos tipos de autores... escritores y junta letras.
 
Pues... he estado alimentando mi cerebro y mi alma con el último de Zafón, que quizás por su ambiente detectivesco es el que mejor me ha parecido de la tetralogía, muy entretenido de leer. Después he leído creo, El Proyecto Williamson, de Grisham, que más que una novela es un ensayo novelado sobre un caso de injusticia del sistema legal americano, bastante bien, después me he leído el de Jesús de Nazaret, de Verhoeven, muy bien también, después La Chica del Tren que se va desinchando según avanza hacía el final. Entretiene, pero es bastante malo. Lo comparan con Perdida, pero no tiene ni por donde empezar contra Gyllian Flynn.

Ahora, ya de nuevo estoy curándome tras empezarme ayer "El hijo del Consul", primera parte de la trilogía de Escipión de Santiago Posteguillo.
 
Pues... he estado alimentando mi cerebro y mi alma con el último de Zafón, que quizás por su ambiente detectivesco es el que mejor me ha parecido de la tetralogía, muy entretenido de leer. Después he leído creo, El Proyecto Williamson, de Grisham, que más que una novela es un ensayo novelado sobre un caso de injusticia del sistema legal americano, bastante bien, después me he leído el de Jesús de Nazaret, de Verhoeven, muy bien también, después La Chica del Tren que se va desinchando según avanza hacía el final. Entretiene, pero es bastante malo. Lo comparan con Perdida, pero no tiene ni por donde empezar contra Gyllian Flynn.

Ahora, ya de nuevo estoy curándome tras empezarme ayer "El hijo del Consul", primera parte de la trilogía de Escipión de Santiago Posteguillo.
Menduo truño la Chica del Tren, a las 100 páginas lo dejé, Flynn es Shakespeare en comparación.
 
Pues... he estado alimentando mi cerebro y mi alma con el último de Zafón, que quizás por su ambiente detectivesco es el que mejor me ha parecido de la tetralogía, muy entretenido de leer. Después he leído creo, El Proyecto Williamson, de Grisham, que más que una novela es un ensayo novelado sobre un caso de injusticia del sistema legal americano, bastante bien, después me he leído el de Jesús de Nazaret, de Verhoeven, muy bien también, después La Chica del Tren que se va desinchando según avanza hacía el final. Entretiene, pero es bastante malo. Lo comparan con Perdida, pero no tiene ni por donde empezar contra Gyllian Flynn.

Ahora, ya de nuevo estoy curándome tras empezarme ayer "El hijo del Consul", primera parte de la trilogía de Escipión de Santiago Posteguillo.

¿De Zafón por cual hay que empezar?
 
No se, sus novelas son la tetralogia de los libros olvidados, y empieza con La Sombra del Viento. El resto son literatura juvenil.
 
leída A la caída de la Noche, de Arthur Clarke, me ha parecido una novela extraordinaria y muy sugerente, con un sense of wonder brutal, tampoco puedo contar mucho, en el fondo cuenta una historia de miles de años repleta de misterio, tabúes y grandeza con espíritus inquietos y exploración galáctica, muy muy absorvente, de esos libros que terminas y estás soñando despierto.

sabía que es una especie de borrador de La ciudad y las estrellas, pero opté por leer esta antes, habrá que seguir.
 
bueno, me he terminado la trilogía de La Fundación, de Asimov;
SPOILERS?

la verdad es que es imposible comentar la cantidad de sensaciones, información y estímulos que uno recibe al leer algo tan colosal, esta proyección al futuro de la historia de la Humanidad a escala gigantesca en la que se pueden ver muchas cosas de nuestra Historia pasada a escala mediocremente terrestre... la caída del Imperio Romano a lo largo de largas centurias y los bordes de ese mundo barbarizándose poco a poco, sin prisa pero sin pausa es una de las más evidentes.

la ciencia convertida casi en religión, la fé en la Humanidad... o en un destino manifiesto, el Hombre sujeto a fuerzas ¿incontrolables? y al final un tipo, Hari Sheldon, vector de todo, hasta de los mayores engaños masivos.

es increíble como Asimov teje todo el relato en varios mundos, épocas, actuaciones, personajes, sin apenas decaer en intensidad, la verdad es que el libro pese a sus 900 paginazas en bolsillo se lee bastante rápido aunque quizá es contraproducente, si uno tuviese más tiempo convendría leerlo y repasarlo capítulo a capítulo, hay una serie de disquisiciones políticas, sociológicas, morales, científicas, religiosas que casi conforman un tratado sociológico y filosófico y una guía de autoayuda... galáctica.

lo que más me ha gustado al final es esa sensación de que la Historia es un cuerpo en movimiento y de que la Humanidad es casi una personalidad colectiva (bueno, Sheldon no inventa el comportamiento de las masas.. a ver si releo a Ortega)

hay un momento formidable, bueno, cientos, y es cuándo El Mulo se revela como tal, aunque se ve venir, o múltiples conversaciones entre los miembros de la Fundación.


soy consciente de mi comentario reduccionista y pobre pero no quería dejar de comentarlo, uno tiene muchas ideas mientras lo lee y luego se acaba atropellando mientras las comenta;

creo que ahora voy a ir a por Los límites de la Fundación y Fundación y Tierra, más que nada porque pese a oír comentarios de que son decepcionantes conectadas con la Trilogía son también literatura de mucha calidad.

y ya si éso, y sin prisas, seguiré por la saga desde el principio, desde los Robots.

me gustaría releerlo nuevamente en un tiempo, es una cosa tan gigantesca que uno tiene la impresión de apenas "rasgar" su interior, la verdad es que la idea de la psicohistoria es absolutamente fascinante, y luego uno ve que en la realidad las masas suelen comportarse muchas veces de una forma predecible y "común" y piensa que, quitando las matemáticas, Asimov-Sheldon no andan muy desencaminados.

como pequeño y último comentario me ha gustado mucho la revelación final sobre el agricultor Preem Palver :palmas
 
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Es que Asimov es mucho Asimov...siempre ha sido uno de mis autores preferidos y lo gracioso es que mucha gente lo desprecia porque a nivel ´narrativo´ es muy espartano, es decir, no escribia con excesivas florituras solo le importaban las ideas de las cuales era una auténtica fabrica humana. Pocos autores tienen tantas ideas y tan buenas... echale un ojo a otra de sus novelas llamada El fin de la Eternidad otra de mis favoritas...
 
ciertamente sí, al final la ci·fi es un género de ideas; yo ahora leo mucha literatura gótica y a veces acabas saturado de tanta descripción y adjetivación, pensaba que leer la trilogía me iba a llevar mucho más tiempo del que me ha llevado.

El fin de la Eternidad la tengo por aquí también, pero me voy a tomar un descanso un tiempo; la que parece recomendar todo el mundo fuera de fundaciones y robots es Los propios Dioses.


y ya como comentario muy loco estos días he pensado si no estaremos ya en una crisis Sheldon inevitable, en la que la Humanidad se ha metido en una dinámica irreversible de involución que nos hará incapaces de tener tiempo a dar el salto "galáctico" para escapar del destino trágico del Planeta... me atormenta.
 
Solo he leído el primer "Fundación" y me pareció magnífico. Ganazas de ver cómo Asimov sigue esta SuperHistoria Estelar. "El fin de la eternidad" es una historia más romántica, pero igualmente genial.

Por cierto, que ahora estoy leyendo "Los clanes de la Luna Alfana" y me está pareciendo algo GRANDE, brillante además de divertidísimo, con opciones de ser de mis favoritos de Philip K. Dick :babas

Los Three Wise Men me trajeron "Fiasco" de Lem, por petición mía tras leer los buenos comentarios en este foro :atopeSerá la siguiente ...
 
Última edición:
Estoy leyendo Axiomático de Greg Egan. No soy de ciencia ficción hard (creo que lo único que he leído es La paja en el ojo de Dios y me perdí con las explicaciones de las naves aunque los alienígenas y su cultura me encantaron) pero llevo leídos cuatro relatos de momento y son impresionantes. Hay términos y conceptos matemáticos que se me escapan pero todo lo demás es puro disfrute. Que maravilla, espero que el resto sean igual de buenos.
 
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