Respuesta: ¿rescatando a Mel BROOKS?
Pues me gustaría que la revisionases ahora porque te puedo asegurar que ahora está muy anticuada o pasada de moda en el campo de la comedia (y en la filmo de Brooks más aún contando con las formas del director), sinceramente. Y me juego un euro de madera que cambiarías por completo de opinión, en serio, de lo que recordabas a lo que verías ahora.
Pero paso a relatar las razones y motivos de porqué opino así...
"
¡NO!"
(El momento más icónico de la película corresponde a la única palabra sonora por un icono del mundo silente).
Brooks siempre ha destacado o como mínimo siempre ha pretendido homenajear, en modo cómico, todos y cada uno de los géneros cinematográficos existentes.
No era de extrañar que el cine silente, y para más inri el slapstick de los grandes maestros del humor mudo, recibiera esta honrosa película que pretende homenajearlo con la mejor de las intenciones. Pero incluso no sólo el tipo de cine que hicieron los mayores como Chaplin, Keaton, Lloyd... aquí también sirve como presente homenaje a la locura animada de los grandes dibujantes. Sin ir más lejos una de las escenas recuerda a los clásicos momentos que empleó Tex Avery con esa mujer con el erotismo por bandera y el lobo aullador (Bernadette Peters y su número musical Bubaloo).
En este caso la propuesta es sencilla. Para un estudio que está en ruinas económicas y que está a punto de caer en las garras de las corporaciones ajenas, Brooks (como Mel Fun), acompañado de sus amigos fieles (Feldman y Deluise), propone a dicho estudio resurgir de sus cenizas con una película muda pero para ello empleará al star system de aquellos momentos (pasarela de actores haciendo de sí mismos: James Caan, Burt Reynolds, Lizza Minelli, Anne Bancroft, Paul Newman o el mismísimo Marcel Marceau).
Pero así como la propuesta es arriesgada (el cine mudo en pleno cine sonoro ya lo fue y lo es: "The Artist" podría ser un caso representativo) y
Mel Brooks recurre, copia, plasma y utiliza todos y cada uno de los métodos, formas y realizaciones de aquel cine aquí se le ven las costuras siendo una película torpe, en muchos sentidos. Entiendo perfectamente que ese cine era así y disfruto con todos y cada uno de los maestros que lo representan y que como guiño homenaje es acertado pero muchos gags se ven anticuados por la forma y quedan demodé a estas alturas (quizás en su fecha de estreno funcionaron pero hoy se ven atrasados gran parte de ellos). Antes funcionaban porque eran así, ahora - en este caso - quedan pasados de moda (Feldman recorriendo todos los ascensores, DeLuise con la máquina espendedora, muchas trompadas y caídas que se ven aburridas a estas alturas: la parte de Reynolds - Cann - Minelli, por mucho homenaje se ven torpes - Brooks y su borrachera).
Le reconozco el mérito en las formas que emplea Brooks para utilizar un tono desenfadado, utópico, idílico si lo preferís de un tiempo y unas formas donde la bondad del héroe estaba por encima de las maquiavélicas maquinaciones de la corporativa (brutal la banda sonora que se emplea y ver como los malos son representados como villanos de puro cartoon), me he reído con muchos de los carteles explicativos donde incluso las onomatopeyas innecesarias de descripción son traducidas o momentos de humor slapstick son acertados como el que más pero...
no es una gran comedia a día de hoy como si lo son otros títulos del director.
Es una película que exige un esfuerzo mayor para la comedia (algo que se gana o no, sin medias tintas) como quizás otras y es un claro ejemplo de situaciones concretas, escenas aisladas y aciertos varios que son válidos a día de hoy (ver a la Bancroft bailar o "burlarse" cariñosamente de los rasgos característicos de Feldman, las coñas publicitarias de los periódicos, la mesa ascendente / erectil ante la presentación de Bernardette Sellers como la embaucadora, la visita al director de estudio en el hospital - la pastilla pegada en la lengua es excelente o toda la parte de Marceau) pero como película
es un producto muy justito y que así como el silente quedó en el pasado, la comedia - según qué títulos - también se quedan (como esta locura de Brooks).
Y lo más triste es que es una realidad aplastante que un fanático de Brooks como un servidor puede obviar ni sería justo pasarle todas las cosas por el aro aunque con otros títulos disfrute como un gorrino en cochiquera.