La foto de esta peli es magnífica. No es la perfección de Deakins, no, pero ni falta que le hace, porque el estilo que tiene se ajusta como un guante a lo narrado, es decir, una historia contada desde una perspectiva intimista, con una atmósfera en consecuencia, y con un naturalismo admirable. La menor nitidez a la que suele acostumbrar el cine rodado en digital, y detalles que parecen estar desterrados con dichas cámaras, y más aún en obras de gran presupuesto, a día de hoy (cierta textura, imágenes con velo, muy bajos niveles de luz de muchas escenas -creando planos realmente oscuros y aún más texturados, es decir, una oscuridad muy envolvente y atmosférica, íntima, al modo en el que ojo humano percibe bajos niveles de luz-), contribuyen magníficamente bien a envolver la historia y expresar el tono pretendido.
Otra cosa es que la sobriedad de las imágenes en todo momento haga pasar desapercibida el nivel fotográfico de la peli, y más en un género que se suele asociar al virtuosismo visual.
La peli en sí, creo que está muy bien llevada por la dirección, tanto es así que infla una historia que se revela como poca cosa y da poco juego en el recuerdo. Ahí están todos planos y escenitas de recuerdos (pasados o futuros) muy al estilo Malick, tratando de dar profundidad y tal, y que a mi personalmente me parecieron un poco impostados.
Con todo, es llamativo ver ahora mismo en la cartelera una peli de tal temática que está bastante lejos del estilo espectacular y comercialidad asociada al género, y más cuando hay un presupuesto importante. Con la promoción que ha tenido, supongo que mucha gente que habrá ido a verla esperando otra cosa. Yo la vi tras varias semanas en cartel, en una sala con poquita gente, y hubo quien abandonó la sala un buen rato antes del final. En el primer fin de semana de proyección me imagino más casos así y gente durmiendo y tal…