Veo que King ya ha podido comprobar hasta dónde se llega ya con unos buenos auriculares y un presupuesto razonable. Lo bueno - o malo según se mire - del asunto es que se pueden ir dando pasos hacia arriba mejorando poco a poco la calidad final.
Pero hay que saber plantarse puesto que la relación inversión realizada / mejora obtenida no sigue una proporción linea y a partir de un punto yo pienso que no merece la pena.
Ahora mismo estoy escuchando el álbum Dear Heather de Leonard Cohen con los Sennheiser HD650, el Lehamnn Rihnelander y el HRT microStreamer y suena de auténtico escándalo. Y mañana repetiré la escucha con un Musical Fidelity X-CAN V8p, que es la última adquisición y en donde estoy prácticamente seguro que me plantaré.
Lo que comentas del nivel de salida del mini DAC de Sabre es así, si quieres "más chicha" necesitas algo de amplificación, aunque supongo que lo que obtienes es suficiente para mantener un nivel de escucha saludable para tus oídos... pero quieres más.
Yo no lo he probado, pero los que sí lo han hecho coinciden contigo en que la diferencia con la salida de línea del S4, por lo que al precio que tiene, el DAC de Sabre parece una compra maestra.
Y con el tamaño que tiene, prácticamente parece una extensión del cable de los Sennheiser Momentum.
Me alegro de que te gusten los auriculares. Ya te dije que conviene darse un tiempo antes de concluir impresiones. Verás cómo si los sigues usando, cada día que pase te gustarán más y más.
Con el HRT microStreamer mejorarás, pero perderás comodidad, pues aún siendo muy pequeño, es bastante más grande que el HifiMeDIY. Yo lo veo más para usarlo con un portátil o un equipo estacionario que con un móvil.
Sinceramente, su sonido me parece "apastelado", comprimido y sin vida frente a mis viejos Etymotic ER4P. No me convencen nada. Pensaba que era por la salida de mi Note3, pero me he puesto con diversos trastos (amplia hi-fi y de auriculares en cantidad, el último un Musical Fidelity), y... no. Que no hay forma. 
. Es un tema curioso , la verdad, como el cerebro se va amoldando a las nuevas sensaciones y estímulos que recibe.
