Respuesta: Avatar (de James Cameron)
Tengo sentimientos encontrados. Por un lado sé que me encuentro ante una de las cintas más flojas de Cameron (la que tiene la historia con menos gancho de su filmografía) y donde aprecio un mínimo esfuerzo en trabajarse un guión manido y lleno de lugares comunes ya vistos en otras cintas, y por otro, sigo reconociendo al Cameron experimental, encabezando o señalando con su primer paso el camino que seguirán en el futuro otras películas que se aprovecharán de este salto cualitativo técnicamente.
Mi principal problema es que no enfatizo con los personajes ni sus circunstancias, principalmente porque el esquemático guión y el dibujo a trazo grueso de los personajes no ayudan. Así, sólo queda olvidarse de sacar algún disfrute emocional de la película fuera del estético-técnico y aceptar la visión de Avatar como la visión de un espectáculo hueco, disfrutable al 100% sólo en unas determinadas cirscunstancias, en las que yo no entro, o me es imposible entrar.
Ténicamente, veo que Cameron entrega una película-espectáculo de primer orden, donde ves que los FX, y sobre todo el efecto tridimensional que se ofrece en su exhibiicón 3D, se mueven a una altura no vista hasta hoy (como ya le ha sucedido cada vez que ha entregado una película de las suyas). El futuro, luego, puede que lo acabe superando, comprensiblemente. Pero ahora, el 3D que entrega Cameron es único y no comparable a otras películas donde se usa. Es una película-Blu Ray Disc frente al resto de películas-DVD, para entendernos. Apabulla.
Sólo por eso, uno no puede arrepentirse de verla y disfrutarla (imprescindiblemente en proyección 3D), aunque acabe pensando, pasado el subidón, que semejante cacharro de transporte merecería mejor destino.
Me sigo quedando con Abyss como la verdadera joya de su filmografía, por su historia, por sus personajes, por emoción, por su espectacularidad, por toda la fisicidad que transmitía la verosimilitud de cada detalle y de sus escenarios, realmente sumergidos bajo el agua. Aquello son palabras mayores. Aquí, en Avatar, no puedo dejar de ver que casi todo está dentro de una pantalla llena de pixels y que me cuesta un montón saltar al terreno de la credulidad con todo eso, mientras allí sólo ver los ojos enrojecidos de Ed Harris chorreando y tiritando de frío…
En fin, película floja, pero visualmente espectacular e innovadora (en la cima del mundo) Disfrutable, sí, pero con un regusto a decepción al descubrir que el único tipo que quedaba que te construía escenarios reales a escala real y te ponía a los actores en la misma situación que sus personajes parece que ya no volverá a hacerlo. No me imagino a nadie del rodaje de Avatar luciendo camisetas con el letrero “Yo sobreviví a Cameron” como sucedió en Abyss. Cameron ha dado también un nuevo salto, ha conquistado un nuevo terreno que apabulla, pero también ha dejado o se ha desprendido de la cacharrería y fisicidad que transmitía su cine anterior. Para mí, aunque cueste creerlo ante tanta exhibición de virguería técnica y visual, ante tanta fantasía y escenario fantástico, ante tanto sentido de la maravilla, hemos perdido en el cambio.
Pero se ha de ver, para ver lo que se puede conseguir y comprobar la diferencia entre el Blu Ray Disc frente al DVD. Luego decide si sigues comprando una cosa u otra, y por qué.
Y una cosa ajena a esto, pero que me llama la atención, y que contribuye a no creerte otra cosa más:
¿Por qué el protagonista, en el 2000 y pico, se desplaza en una silla de ruedas que ha de empujar él mismo, cuando está rodeado de tecnología y robots y gadgets de transporte?