El "angelito" este lo llevaba en la sangre. Era todo lo que hacía. Y eso si que es un problema.
Otra de sus "aficiones". Se subía a un banco del parquecito cerca de su casa, con escasos seis, siete años. Llamaba a los mayores, mucho más altos que él (por eso se subía en el banco, el mamón). Y cuando venían, se les tiraba encima, agarrándose como una lapa, y les breaba a ostias, mordiscos, patadas, y lo que pudiera. Lo chavales, claro, lo tiraban al suelo, despavoridos, y salían corriendo como alma que lleva el diablo.
Cuando la madre le preguntaba,
"es que los niños me han pegado". Hasta que otra madre vino a quejarse por que a su hijo de trece años... le había reventado el labio y casi arrancado la oreja. Como no se lo creía, lo espiaron un día y lo cazaron "in fraganti" en plena agresión. Yo legué en plena bronca. La cara de sádico con media sonrisita con que estaba aguantando la riña, era de dar miedo. Mucho miedo.
Así que date por afortunado.
Manu1oo1