La Henryteca: El puente de los espías, El regreso del mejor Spielberg
El puente de los espías, El regreso del mejor Spielberg
La historia que nos ocupa nos sitúa en
plena Guerra Fría, un mundo de espías, de terror nuclear y de cruzada contra el comunismo, en este ambiente un inmigrante ruso es detenido bajo la acusación de espionaje, siendo condenado por la sociedad, nuestro protagonista
Tom Hanks es un prestigioso abogado especializado en Seguros al que le toca el nada deseable papel de abogado defensor de este enemigo del estado, toda la historia acabará desembocando en una
trama de intrigas y negociaciones con un final incierto.
Y es que desde un principio nos damos cuenta que de nuevo
Spielberg lo ha vuelto a hacer, como hizo en sus joyas "
El color púrpura", "
La lista Schindler" o "
Munich" vuelve a construir una
película a la vieja usanza, con un
ritmo pausado y
constante que va creciendo sin prisa pero sin pausa hacia un
desenlace final, emotivo y maravillosamente resuelto, retratando una
sociedad, sus defectos, sus miedos, pero incluso más allá los diferentes tipos de valores y motivaciones de sus personajes, pero empecemos por el principio.
Partiendo de la premisa de una thriller legal, se va construyendo una película que tiene como mayor característica su
ritmo contenido, sus
interesantes y complejos diálogos, sin descuidar el uso de los silencios, el uso de la
imagen como herramienta para transmitir emociones, pero sobre todo, la
recreación de una sociedad y un mundo (el de la Guerra Fría a principios de los años 60) con todo lujo de detalles. Y es que la
crítica que se hace por un lado a la
sociedad americana y al mismo tiempo a la
represión que se vivía en Europa, en especial en Alemania del Este, siendo brutal se dosifica de manera magnífica.
El uso de finos
toques de humor, la aparición estelar de actores
secundarios (especialmente el abogado Voguel), los diferentes escenarios donde se desarrolla la acción, son la base de una
película redonda, con un
regusto clásico que mantiene un alto nivel durante todo su metraje, tomando carrerilla cerca del final para desembocar en
dos escenas (la del puente y la vuelta a casa) que
deberían ser estudiadas en las escuelas de cine.
Todo está
impecablemente realizado, especialmente el Berlín durante la construcción del Muro, como podíamos esperar de uno de los directores más influyentes del panorama actual, llamando especialmente la atención los actores principales, tanto el
maravilloso Tom Hanks con un papel hecho a su medida, como
Mark Rylance (el presunto espía ruso) en un papel genial por su sobriedad y la química que desprende con Hanks están impresionantes,
ambos nominables al Oscar en sus correspondientes categorías.
En resumen, una
gran película del Spielberg que echábamos de menos, con un
sabor clásico y una
historia trabajada, una
realización impecable y unos
personajes espectaculares en sus matices, cuya
única pega es ser
algo distinta en ritmo al cine que se hace actualmente, lo cual puede provocar que las nuevas generaciones puedan acusarla de "lenta" o "aburrida", pero en cualquier caso una
firme candidata a los Oscars.