Me pregunto cómo se ha podido perpetrar tamaña falacia con el dinero del contribuyente.
Voy a saltarme su fotografía premiere, sus planos mal encuadrados y al hombro (en Fesser, cágate) para ahorrar pasta, sus horribles mezclas de sonido/edición o sus cuasi-amateurs (todas, por supuesto la de la niña también, unos ojos bonitos no son un buen trabajo) interpretaciones (esa monja, esa Miriam Raya, el niño príncipe (sobre todo en ese final con flores en el suelo) AGHHHHHH)..., su TODO..., en una película hecha muy rapidito.
No puedo saltarme esos penosos cromas marca de la casa, sin pensar mucho en la narrativa. Cada infecto sueño, esa música de matar a alguien (Shakira, una que entra de una voz femenina de cuyo nombre no quiero acordarme) o el efectista trabajo de maquillaje que no sé a cuénto de qué coño viene (esos frontales, ver la operación). Es más...,creo que montando la película y quitando todo lo que no viene al caso, por el puro efectismo asqueroso, se quedaría en un mediometraje.
Y lo que no me salto, ni de coña, es el repulsivo trabajo de manipulación que la película tiene..., tan maniquea como cancerígena. No ya por la falta total de documentación..., sino por cada frase sentenciable de los actores, cada secuencia (LA MITAD DE LA PELÍCULA) con personajes llorando a moco tendido, cada golpe de música (LA OTRA MITAD DE LA PELÍCULA) para provocar en ti sentimientos primarios o el REPUGNANTE accidente de coche casi al final, propio ya de una mala persona (sobre todo por cómo ocurre, incongruente del todo).
NO es sólo una pésima película..., es también un trabajo con muy mala baba.