Pues yo soy de Madrid y mi experiencia empírica del aficionado medio madridista es que tiene a chulear constantemente de equipo. Crecí con el Madrid de las 5 ligas y en aquella época 9 de cada 10 chavales eran del Madrid (el otro chaval era del barsa o del atleti); luego esa proporción cambió con el dream team, el super depor, la modernización de la Liga y las proezas cada vez más habituales de equipos pequeños (la mítica del Numancia en el Camp Nou, cinco años después era una tontería frente a la eliminación de equipos grandes por 2ªs b). El caso es que en esos años de crecimiento, para mí el madridismo estaba representado en la figura del clásico crío que es del madrid y el madrid es el mejor y tenemos seis copas de europa y viva el buitre y tal y tal. Y cuando eres crío te picas por estas cosas. Igual que el perfil de seguidor de Sega era más chulillo que el seguidor de Nintendo (comparamos publicidades de ambas compañías y analizamos), para mí ser del Madrid era algo tan extendido, que me parecía no tenía mérito como para ir pavoneandose por la calle.
Cuando crecí la cosa cambió por lo que os decía: aparecieron seguidores de equipos distintos, las gloriosas ligas de tenerife que nos permitieron vengarnos a nivel de burla de todos los años de prepotencia somos los mejores oe oe oe pues toma YA NO...y vas aprendiendo a distinguir a la persona respecto a su equipo favorito...pero sigues hablando de fútbol y sigues viendo rasgos de chulería menospreciando a todo lo que no vaya de blanco: ojo, de la chulería propia del que es aficionado a un equipo con muchos más títulos que el tuyo, lo que hasta cierto punto es justo.
Desde la segunda mitad de los 90 cambió la cosa bastante porque el club ha estado constantemente con altibajos institucionales y deportivos, combinando copas de europa con ligas desastrosas. Los seguidores del Madrid comenzaron a moverse entre la euforia de la champions (esa séptima tuvo que generar muchas lágrimas de emoción, lo entiendo) y los desastres de Lorenzo, del Rayo ganando en el Bernabéu echando a Valdano (oh! el rapsoda!), de la inestabilidad en el banquillo, y es que en esas estamos.
Ahora añorais a Florentino, olvidando que la política Zidanes y Pavones fue tildada en todos los sitios como desastrosa, sin un estilo de juego definido más allá de mezclar jugadores y que la cosa saliera bien, y que Pérez huyó por patas siendo abroncado en el Bernabéu. Ahora resulta que las ligas de schuster fueron casi de rebote, cuando hace unas semanas ese espíritu iba a llevar a esa misma plantilla a repetir la proeza en liga, poder con el liverpool y ganar la champions, y hasta la copa del rey si os dejaran a volver jugar. Hace unas semanas los medios agitaban la bandera de que Robben podía ser tan bueno como Messi. Ahora se traspasaría a Robben por 5 millones de Euros.
Ni tanto ni tan calvo. El Madrid no es ahora el mejor equipo del mundo, pero hace muchos años que no lo es! Con Floren se ganaron copas de europa (con los galácticos) pero el equipo no hacía un fútbol prodigioso, ni ganaba ligas y copas a pares. Se cambiaba de entrenador con frecuencia, Florentino recibía muchas críticas y pañoladas, y no estábais tan contentos con él pero en fin, entiendo que vino Calderón y fue peor el remedio que la enfermedad, y que no hay alternativa que pueda haceros pensar que lo malo conocido es peor que lo bueno por conocer.
Entiendo que muchas veces la percepción que tenemos los no madridistas del madridismo es injusta; el problema es que muchas veces se queda más en la cabeza el comentario de Cizañas, la tontería de Relaño, las gilipolleces de José Vicente Hernáez o las cafrerías de Tomás Guasch que los comentarios medidos de cualquiera de vosotros. Pero qué le vamos a hacer, la vida es así, no la he inventado yo.
Pd: edito para añadir: con todo este bamboleo mental, es cierto que el madridista (o parte de ellos) han adquirido una capacidad de autocrítica que no estaba presente en mi esquema mental: vosotros sois un ejemplo. En general al no haber un claro dominador en liga desde hace tiempo el madridista está más acostumbrado que antes a no ganar, por lo que ha bajado un poco de su olimpo para asumir que su equipo puede estar mal o, simplemente, no ser el mejor.