Christopher Nolan o el hombre que resucitó a Batman.

Me he agenciado las dos de Nolan que más olvidadas tengo: Memento / Insomnio. Si puedo me las veré este finde y a ver que tal andan a día de hoy.

Prometo ser lo más objetivo posible. Si Memento es tan buena como decís y así me lo parece palabra de Atreyub que me tragaré mis palabras con patatas y limones, como comen los señores.
 
A mi Insomnio siempre me ha parecido una pequeña joya y de las últimas buenas interpretaciones de Pacino. Creo que soy de los pocos que piensa así...
 
A mi Insomnio siempre me ha parecido una pequeña joya y de las últimas buenas interpretaciones de Pacino. Creo que soy de los pocos que piensa así...

- Y Robin Williams también está superior... vista con los ojos de hoy te das cuenta de que ya comenzaba a darnos pistas. Esas caras que pone en todo el metraje... :mutriste
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Yo diría que los problemas de Williams empezaron después de esta etapa de papeles oscuros, al ver que no le tomaron muy en serio tras cambios de registro como el de "Insomnio" o "Retratos de una obsesión".

Entre otros problemas, claro.
 
No entiendo como no pudieron tomarselo n serio con los papelazos que hace.

En fin, los que no quieren ver que no lo hagan.
 
"Un buen policía no puede dormir porque le falta una pieza del puzzle y un mal policía no puede dormir porque le remuerde la conciencia".

Al final no he podido ver Memento pero sí Insomnio.

Y me ha parecido mejor que la última (y única) vez. Mi error en aquel momento fue querer que fuera un thriller sórdido como lo fueron otros títulos previos (así la presentaron en cierta medida) pero no. Aquí se trata de un entramado más sencillo en comparación con mostrar asesinatos (apenas uno o dos planos y poco más) pero mucho más concreto: que estamos ante las dos caras de la misma moneda. Un asesino y un inspector que tienen mucho que ocultar, que juegan sus cartas según sus intenciones/motivos y que se necesitan mutuamente para poder salir indemnes de un mal cometido respectivamente.

Una fotografía fría (también el lugar ayuda a ello) dan juego para una situación donde no se trata ya de una persecución gato y ratón sino que aquí estamos ante dos gatos. Robin Williams saliéndose por completo de su rol de tío buenazo y bonachón para demostrar que dentro de él se ocultaba un intérprete con un lado más perverso y oscuro. Tan sólo hay que ver el diálogo en la barcaza (o las llamadas telefónicas) para comprender que la comedia también podía ser una fachada. La persecución por los troncos es un momento potente o la entrada en el piso de él guarda cierto aroma a Se7en (guardando las distancias). Pacino vuelve con sus tics de hombre pasado de vueltas pero siempre resulta solvente en este tipo de roles. Por último la Swank intentando hacerse un hueco en el Hollywood de la época y forman juntos un reparto acertado.

Un sitio donde nunca oscurece y que no le deja a uno dormir plácidamente, como si de una forma onírica/poética representara una conciencia atormentada que no te deja dormir si tienes algo que ocultar. No es un thriller al uso aunque lo pueda parecer y si bien es cierto no cuenta con sangre y descuartizamientos dejando frustrado a quien quiera sólo eso pero que consigue demostrar que a veces Nolan funciona mucho mejor cuando no se vuelve épico en demasía.
 
Es una película que no se puede valorar en su justa medida sin haber visto la original, mucho más sordida, menos moralista y con menos concesiones a la galería que la de Nolan.
 
Coincido contigo, Tonirocker.

Fell, ¿cual es la original?

He visto Memento, después de 15 años (ya dije: sólo la vi en alquiler y en VHS), y no sólo me ha gustado un montonazo, infinitesimalmente mucho más, sino que encima encuentro que tiene un guión muy bien trabajado, más de lo que yo creía/recordaba. Luego, con más letra, me explayo. Y como dije y prometí: me trago mis palabras con cuchillo, tenedor y servilleta anudada al cuello como hacen los señores.

Y ya de paso redondearé también con comentar, con más letra añadida, que he visto su corto previo a Following.

Quizás, para darle buen cierre a Nolan me haré este finde con el visionado de Truco final y Following (es que Origen, Batman Trilogy e Interstellar están frescas).
 
Va por vosotros...

Lo mejor que he podido hacerle a Memento, creyéndome estar en posesión de una verdad absoluta (crasísimo error), es dejarla en el olvido durante estos 15 años. Porque lo único que mantenía en mi memoria, como el propio Leonard, era la sensación de que aquella película quiso timarme. Me sentí estafado, engañado, defraudado, aquello (creía) era un simple ejercicio de estilo con fecha de caducidad y por querer aferrarme no a prejuicios (pues ya la había visto) pero sí a sentimientos supuestamente ofendidos no quise darle la oportunidad que bien se merecía.

15 años después...

Debí haberme tatuado, como el protagonista de la película, hace mucho tiempo atrás que Memento merecía un revisionado en condiciones. Y empujado por un tirón de orejas por un lado y una recomendación bien enfocada por otro me he vuelto a zambullir en la película que puso a Nolan en el candelero popular y acabó convirtiéndose en alguien a seguir con un filme de culto merecido (aquí y ahora lo comprendo el porqué). Empezamos con una polaroid velada, hacia atrás, un plano de un asesinato. La película empieza por el final. Alguien nuevo podría decir que vaya spoiler nos calza el director nada más empezar. Para nada. Eso tan sólo es un detonante. Porque el hermanísimo de Nolan, el que siempre trabaja en la sombra, organiza una gincana espectacular no ya por sus escenas de impacto sino por su labor a la hora de hacer que todo cuadre pudiendo parecer desenfocada o perdida. Craso error por mi parte desde ya.

Memento, navegando entre dos montajes paralelos (el que va hacia atrás como si el botón de rebobinado se hubiese quedado atascado de continuo y el que narra la historia secundaria pero que sirve perfectamente para entender, de base, las razones y el comportamiento de Leonard con su extraña enfermedad - no poder mantener en la memoria recuerdos actuales - para acabar dejándonos con la duda razonable de si es posible que todo sea fruto de un engaño perenne o de lo contrario estamos ante un caso real de escapismo cinematográfico). Está claro que Nolan sabe lo que se hace. Sus constantes son palpables en todas sus películas pero aquí sorprende que jueguen tan bien al servicio de la historia y no como filigrana visual.

Lo interesante de todo este tour de force del nuevo siglo es que fuí un necio por acusarla sin razón de que todo era un simple truco al servicio de una técnica caduca y falta de ideas. Al contrario. El montarla de esta manera convierte un guión ya de por sí ingenioso en todo un ejercicio de estilo embriagador. Tan sólo hay que ver como aún conociendo quien es el culpable de todo el entramado y saber que estamos ante un aprovechado de la situación para marear la perdiz (en este caso un Pearce espléndido, cargado de tatuajes que son en sí mismo una declaración de intenciones, pedazos de memoria que sólo sirven para marcar un rumbo y un objetivo con un final concreto) produciéndonos en todo momento duda y recelo razonable, ya no sólo por una frase constante en una foto sino por su verborrea sin freno, claro ejemplo de que los mentirosos hablan mucho sin decir nada. Pero no sólo los hermanos Nolan fusionan el cine noir con el thriller de forma brillante sino que juegan al despiste en todo momento confabulando con el espectador de que nada ni nadie es lo que parece. Tan sólo hay que ver al personaje de Carrie Ann Moss (preciosidad de mujer) quien no duda, al igual que Pantoliano, en aprovecharse de Leonard para conseguir sus propios intereses y objetivos (el detalle de llevarse todos los bolis de la casa es uno de mis planos favoritos de por vida).

Un auténtico disfrute que aunque es cierto exige del espectador una atención constante y saber atar los hilos entre las escenas que suceden para no perderse (porque hay momentos que pueden llegar a conseguirlo si uno se despista) se entiende muy bien. Memento, un viaje casi existencial que empieza donde acaba y viceversa. Una película donde la justicia poética tiene forma y fondo en unos tatuajes que casi forman un todo. Agradezco haberle dado una oportunidad nueva, darle una patada en el trasero (como les encanta decir a los yankis) a mis infundados prejuicios casi enquistados para disfrutar de este intrigante, ferreo y audaz filme con aroma a clásico desde el instante que la bala atraviesa la cabeza de Pantoliano.
 
Por último...

Doodlebug: corto debut de Nolan el cual, de corte Lynchiano y de fondo Kafkiano, nos intenta plasmar el clásico cazador cazado. Una propuesta interesante, rodada en un blanco y negro muy sucio pero con un actor que recurre a cierto abuso de histrionismo en su interpretación. Como idea está muy bien pero a día de hoy, visualmente, no destaca más allá de estar rodado todo en un único escenario (opresivo) y con un plano final acertado más por el fondo que por la forma. Lástima que los cromas sean muy cantosos por estar deshubicados entre el protagonista y el efecto requerido. Nostamal como completismo en un ciclo pero por lo demás es más bien simple aunque apunte maneras.

Para quien le interese...

 
El corto tiene su aquél y es muy Mementiano. Lástima de amateurismo aplicado (lógico, por otro lado).
 
Ojo, que yo reconozco que seguro si me dedicara al mundo del cine empezaría con un corto con una idea que intenta llamar la atención o crear una sorpresa final y que con el tiempo seguro que acabaría con ese tono amateur que suelen tener muchos primerizos. Que no es malo, para nada, pero eso no quita que es imposible eludirlo visualmente.
 
Me encanta Nolan pero le he de reconocer a Magnolia que no sabe rodar acción. Es un patán para eso. No se si es porque no le interesa o porque cree que lo hace bien.
Lo descubrí ayer con Clint Eastwood y el Francotirador. Me dije... esta escena es incapaz de rodarla Nolan y me dió pena porque es el ingrediente que le falta a alguna película suya (las Batman y orígen, por ejemplo) para llegar a funcionar bien.

Ojo, que visualmente es muy poderoso en algunos planos (la mayoría plagiados de comics como año uno) pero la acción... algo como los atentados de Munich no le acaba de salir. La escena que abre Dark knight casi lo consigue!

Un saludo
 
Qué grande Garci cuando la dio en "Qué grande es el cine", acaba la película y su primer comentario en la tertulia es "la película ha acabado, pero en realidad sigue, vuelve a comenzar ..."
 
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