Cine Japonés.

La mujer de Seisaku (Yasuzo Masumura. 1965)
ya desde el inicio llama la atención, más que japo parece cine occidental por el tratamiento que da a todo, Masumura tiene un estilo aparte, aunque el fondo sea el de siempre, sociedad tradicional, mujeres muy al fondo (¿hay una cinematografía más "feminista" que la japonesa? empiezo a tener dudas, es leit-motiv de muchos de sus títulos clave.

es un dramonazo casi novelesco y antiguo, ambientado durante la guerra ruso-japonesa (1905), lo que tendrá consecuencias devastadoras en sus protagonistas, una joven viuda y un tipo de altos ideales y carisma, que acaba chocando con ella, mujer de convicciones muy fuertes, lo cuál acabará... mal; Ayako Wakao, la presencia femenina más increíble del cine japonés :agradable, parece nacida para este tipo de papeles en toda su credibilidad; ella acaba perturbando los principios del tipo, todo es muy arrebatado, en el microcosmos de una aldea y todo rodeado de apariencias.

teniendo en cuenta los paroxismos sociales del Japón pre-bélico no extraña que el país produjese los monsttruos que produjo en sus aventuras bélicas...

hay un sentido estético, especialmente de la naturaleza absorbente y Masumura cabalga muy bien entre la crudeza de las relaciones y la ternura de ciertos momentos, entre ellos, o con el pequeño personaje del familiar deficiente, todo con muchos matices; y luego, aprovechando la presencia lejana de la guerra se construye su segunda mitad en torno al honor -como no- lo que acaba desgarrando todas las relaciones de la peli, de forma tremebunda.... sorprendentemente toda esta barbarie da un giro al final de la peli con un final elevado, esperanzador y anticlimático, sacando pura belleza de la tragedia; en alguno de sus aspectos y la sensibilidad de algunas escenas la cinta es extraordinaria.

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El Masumura este es un crack, alguien debería abrirle un hilo. Blind beast, aunque con ciertas limitaciones de realización, es tremenda, especialmente si uno es especialmente acérrimo de gente como Cronenberg.
 
Cuidao que esta en Bután es como en Burgos Qué bello es vivir durante las navidades.
 
Female demon Ohyaku (Yosihiro Ishikawa. 1968)
sin ser una obra notable es en cambio muy disfrutable, un pinku primerizo y desacomplejado que sabe crear imágenes muy potentes y que tiene un erotismo latente en estado primitivo (hay alguna escena lésbica en ese sentido y numerosas tomas de la protagonista); por lo demás una en principio rutinaria trama de venganzas pero elevada con una personalidad visual aplastante que acaba unida muy bien a ese desparpajo argumental que avanza, unido a lo enfermizo de varias escenas, impropias de la época por crudeza... realmente es un cruce extraño entre el cine clásico de samurais y las series B del género que vendrán después, mezclando incluso aventuras carcelarias, lascivia y tortura de por medio; todo ello con un trágico y bello prólogo en flashback que da sentido a todo; vamos, que un sí clarísimo, algunos momentos son puro arrebato.


 
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LA MUJER DE LA ARENA (1964) de Hiroshi Teshigahara

Visualmente hipnótico y misterioso drama japonés metafísico, cuya abstracción onírica hace situarse en el borde del cine fantástico. La historia da para alegoría social, psicológica y sexual de todo tipo, posibilidad que se aprovecha, desde luego, a fondo. Un aficionado a la entomología, de paseo por unas grandes dunas arenosas junto al mar, es engañado para bajar a una especie de enorme pozo excavado en la arena (donde hay una casa en la que vive una mujer), retirándole la cuerda con la que bajó. Allí –cual insecto encerrado- parece que acabará pasando su vida, junto a la mujer que parece aceptar su destino sin darle importancia y con mecánica ejecución de las labores cotidianas. Sin buscar vana lógica literal (en la propia ficción) a la premisa y acontecimientos: desde el inicio, con planos de diminutos granitos de arena, la atmósfera agobiante (sensacional fotografía en blanco y negro) se apodera del relato, entre algunos primeros planos de sufridos rostros, alegorías visuales e imágenes oníricas, una alargada, fogosa y atrevida escena erótica entre pegajosa arena y sudores, o la aparición nocturna de los captores, con típicas máscaras orientales y antorchas … Algo ardua en su cripticismo, y de extensa duración (¡146 minutos!), pero, en cualquier caso, fascinante; y de gran prestigio crítico, por lo que veo (varios premios y nominada al Oscar a Mejor Película de habla No Inglesa).
 
esta semana he intentado ver la trilogía de los Monstruos Yokai, de finales de los 60... y me ha sido imposible; por momentos tiene una estética alucinógena, todo muy visual, rollo kaidan, pero al final es una cosa muy infantil y muy cutre, yo creo que más dirigida al espectador japonés, una lástima porque tenía ganas, ¿qué tal el reMiike?

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Nadie sabe (Hirokazu Koreeda, 2004 )

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El film que lanzó a la fama al reciente ganador de la Palma de Oro en Cannes es un cuento dramático que se inicia como un film de hadas pero poco a poco revela su verdadera y descorazonadora estrategia; dejar a la suerte de unos niños abandonados en un piso con el mayor de ellos ( un magistral actor joven que se llevó merecidamente el premio al mejor actor en aquella edicion del festival francés ) como responsable y pater familias, con el consiguiente desgaste y tragedia anunciada.

el aprendizaje vital que todos van asimilando conforme el paso del tiempo revela el abandono materno es la que dicta la narrativa de la película, que siempre se ajusta a la mirada de los pequeños, a los paseos , al limitado mundo al que tienen acceso y que solo al final y como un pequeño homenaje póstumo deciden transgredir.

una película sensible y fiel a sus postulados, que si bien tampoco es la obra maestra que se vendio en su día, si que es un buen ejemplo del cine de autor fácil de premiar en festivales clase A, como Koreeda ha demostrado.
 
Serial Killer (Masao Adachi. 1969)
a ratos tedioso, otros fascinante; el director crea un documental experimental en torno a los paisajes reales de la vida y crímenes de un psicópata japones capturado poco antes, Adachi visita los lugares y acaba ofreciendo un muy buen documental, con un texto breve pero descriptivo de la biografía del sujeto... antes de lanzarse al crimen, en el fondo acaba hablando de la sociedad japonesa, en plena transformación, más con imágenes que con palabras; le falta "cine" pero lo suple con un muy buen ojo para capturar situaciones; en realidad la trama original es un mcguffin... o no, Adachi, teoriza mucho sobre el cine y a esta pieza se puede uno aproximar de varias maneras.

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otra joya de Masumura, Besos (1957), es su primera peli y ya se intuye que hay un tipo muy bueno, es una especie de neorrealismo poético en el Japón de la posguerra... aunque el tema social es el fondo y va de un par de jóvenes enamorados, es una peli tan sencilla como grande, detrás enseña muchas cosas, sale a la calle, y todo lo muestra con bastante libertad.... en el fondo es de esas pelis que gana hablando poco de ellas, va de sensaciones.

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