Dani Alves y su detención (viene del hilo del Barça)

La versión de ella, según hemos leído más arriba, dice lo siguiente:

-Alvés le realizó tocamientos (no deseados) a ella y a varias amigas, cosa que las incomodó
-Alvés la obligó (de forma desde luego, no deseada) a tocarle el paquete en público
-Después de esto, él le hace señas para que le acompañe sola tras una puerta, a lo cual ella accede
-Tiene lugar la violación

Entiéndeme. No se trata de que te metas en el baño con alguien y no quieras hacer algo. Es tu cuerpo y estás en tu derecho. Se trata de que me quieres vender que alguien te está molestando sexualmente, que estás viendo que es un cerdo que se propasa con todas, y que tienes la feliz idea de irte sola con él.

Si las cosas han sido así, el jugador no debería estar acusado de violación, sino de violación a una persona discapacitada, y a esta muchacha deberían estar nombrándole un tutor que se asegure de que jamás vuelva a ir donde no debe ni se junte con quien no le conviene, ya que una persona en esa situación, evidentemente, no está capacitada para decidir sobre su propia vida.

Al loro, y que creía que era un jugador DE PETANCA, que se os ha pasado esa parte... :mparto
 
Venga, mi postura. Ya adelanto que va en la línea de @Seoman o @Hallowed. Los ofendiditos, se pueden ahorrar la lectura. Ya sabéis que no me corto.

Partiendo de la base de que, obviamente, en todo tipo de relación sexual tiene que haber consentimiento, para mi esa relación empieza ya en los preliminares. Y con preliminares me refiero incluso al coqueteo previo. Todo el juego de señales por el cual nos movemos.

Si una chica te sonríe, te acaricia la cara, se insinúa y arrima, son señales que tu interpretas como una invitación a ir más allá. Y esto es así desde que el mundo es mundo. No existe otra forma de consentimiento lógica. Nadie (nadie normal) se te va a plantar delante y te va a decir "¿follas?". Es un juego de marcas, de aprobaciones tácitas, de sentimientos.

A partir de aquí, estas señales pueden diferir. Pueden ser sutiles, descaradas o incluso violentas a veces. Y no hay el menor problema en ninguna de ellas sin son eso: señales consentidas. Y el consentimiento viene de la aceptación. Quiero decir, si veo que una chica está MUY receptiva, y le agarro la mano y me la llevo al paquete, pueden pasar dos cosas: que estuviese equivocado, me lleve una ostia de campeonato, y me tenga que ir a casa a darme una ducha fría, o que la susodicha se deje hacer sin salir corriendo. Y esa es una SEÑAL de que algo quiere. Si además la invito a ir "a lo oscuro" y se viene conmigo, la única interpretación posible es que ha dado su consentimiento táctito a algo más. Que ya lo comprobaré en lo oscuro, pero las perspectivas son las que son.

El problema llega aquí. Estamos en un sitio cerrao, los dos solos, habiendo ella prestádose a dicho juego... y arrancamos motores. Hay relación sexual. Según Alves, consentida. Según la susodicha, violación. ¿Que pruebas hay de que sucediese una u otra cosa? La palabra de ella. ¿Y la palabra de él? Vale lo mismo que un kilo de aire. Cero. Nada. Niente.

Y este es el problema. El haber llegado al punto en que veamos NORMAL que la sola palabra de una persona te pueda joder la vida de forma irreversible. Una persona que no entró al reservado contigo obligada, sino encantada de la vida y después de haberte palpado el paquete.

Que si, que ella pudo decir que solo quería palpar, o que por el culo no, o cualquier otra cosa, y Alves ponerse en modo cromañón, pero insisto... ¿qué pruebas tendremos de esto? La palabra de ella. Nada más. Y lo que es peor, la palabra de la otra parte es irrelevante. Aunque se supone que somos iguales ante la ley. ¿Cómo hemos llegado a este delirante punto?

Anécdota (o no, yo creo que no puede ser anécdota lo que ha tenido visos de convertirse en ruina para una persona). Ya conté que hace poco, estuve a punto de irme detenido por intento de violación porque una señorita borracha no me vio y se puso a hacer pis delante mía sin percatarse de mi presencia, hasta que se percató. Pero hace muchos años, en mi época de estudiante, tuve otra.

Fiesta de la primavera en mi colegio mayor, primer año de estudiante. Como es lógico, salido como un mono en celo, en un sarao en el que estábamos los colegiales, y aproximadamente trescientas señoritas hasta el culo de alcohol (por situarnos, la entrada para chicos costaba como unos doscientos maravedíes, o euros de hoy en día, las chicas entraban gratis, y había barra libre. Tontos no éramos, no.

En esto, una efeba de buen ver se me arrima, me pregunta mi nombre, me dice que le parezco guapo, y que si la tengo muy grande. Yo, en estado de shock, balbuceo cuatro palabrejas guturalmente incomprensibles, y la muchacha decide que no le apetece conversar y me mete morro. Yo me agarro como lapa caribeña a semejante milagro de la naturaleza, y nos enrollamos apasionadamente, que es de lo poco que yo sabía hacer en esa época.

Pasado un rato, parece aburrida (o cansada de estar depié con un tipo dejado caer encima suya como un saco de yeso), me agarra de la mano, y me saca al jardín del colegio mayor. Vamos, que me llevó al huerto.

Al poco, estando yo más entusiasmado que un recluso en pleno vis a vis, me dan una colleja impresionante. Me vuelvo, y me veo a una valkiria (por lo enorme, no por lo nórdica), que me dice a voz en grito: "¡¡¡Deja a mi amigaaaaa, no ves que está borachaaaaagrfshgrfnnnnfushhhhh...!!!". Aunque intento hacerle ver que yo también, y por tanto el partido por el momento iba igualado, me ignora, agarra a su amiga del brazo, y la intenta arrastrar. La moza, que no debía estar pasándolo mal, se sacude, le dice que le deje en paz, que ella hará lo que le salga del coño, y me mete morro otra vez, con renovado entusiasmo.

La amiga, cabreadísima, se larga. Mientras vigilo sus pasos para confirmarlo, noto que mi partenaire me ofrece un pañuelo aplastándolo contra mi cara. Intento decirle que no tengo mocos, que ya pasé la gripe, y... veo que son unas bragas de encaje (monísimas, por cierto). Aprovechando mi confusión, se da la vuelta y se empieza a quitar el sujetador, pero con la melopea galopante que llevaba, le da vueltas algo más que la cabeza, y cae al césped, muerta de risa. La intento levantar, y observo aterrorizado que se acercan la valkiria, el guardia de seguridad, y un señor con una cara de mala ostia que paqué. Todo el mundo empieza a gritarme, y mi amorcito a llorar como una magdalena sollozando "papá, no es lo que crees". Resulta que el señor cabreado era el médico del colegio mayor, y la susodicha, su hija (lo de las hijas de los médicos se convirtió luego en algo parecido a una tradición para mi).

El percal fue tremendo, pero al final se respetó mi palabra de colegial de que no había mancillado el honor de la susodicha (por escasos treinta segundos), me libré de ser expulsado (técnicamente lo estuve una noche), y se aceptó mi palabra, aunque según la valkiria yo había arrastrado vioentamente al exterior a Gertrudis, pese a su feroz resistencia, para tratar de hacerle guarreridas españolas sin su consentimiento aprovechando su estado de inconsciencia (estado que fué alegado como disculpa por Gertrudis a interrogatorio de su padre, obviamente).

Tengo clarísimo que, de haberse producido los luctuosos hechos hoy, os escribiría esto desde el trullo, con la barbilla de Vladimir cariñosamente apoyada en mi hombro mientras espera a que me acueste para darme amor.

Y repito, ESE es el problema. Y bien gordo. Que lo que yo tenga que decir sea irrelevante.
 
Última edición:
Por lo que yo se (casi nada), una agresión sexual o una violación dejan marcas evidentes y claras de que no fue consentido. A ver si era el caso, o no.

Aparte, imaginat por un momento que él le ofrece un par de rallas para calmar las cosas, que ya invita él.

Pero es que darle vueltas al asunto no tiene sentido.

Pero para eso estamos aquí. Para intentar aclararlo todo y facilitarle las cosas a la poli.
 
Venga, mi postura. Ya adelanto que va en la línea de @Seoman o @Hallowed. Los ofendiditos, se pueden ahorrar la lectura. Ya sabéis que no me corto.

Partiendo de la base de que, obviamente, en todo tipo de relación sexual tiene que haber consentimiento, para mi esa relación empieza ya en los preliminares. Y con preliminares me refiero incluso al coqueteo previo. Todo el juego de señales por el cual nos movemos.

Si una chica te sonríe, te acaricia la cara, se insinúa y arrima, son señales que tu interpretas como una invitación a ir más allá. Y esto es así desde que el mundo es mundo. No existe otra forma de consentimiento lógica. Nadie (nadie normal) se te va a plantar delante y te va a decir "¿follas?". Es un juego de marcas, de aprobaciones tácitas, de sentimientos.

A partir de aquí, estas señales pueden diferir. Pueden ser sutiles, descaradas o incluso violentas a veces. Y no hay el menor problema en ninguna de ellas sin son eso: señales consentidas. Y el consentimiento viene de la aceptación. Quiero decir, si veo que una chica está MUY receptiva, y le agarro la mano y me la llevo al paquete, pueden pasar dos cosas: que estuviese equivocado, me lleve una ostia de campeonato, y me tenga que ir a casa a darme una ducha fría, o que la susodicha se deje hacer sin salir corriendo. Y esa es una SEÑAL de que algo quiere. Si además la invito a ir "a lo oscuro" y se viene conmigo, la única interpretación posible es que ha dado su consentimiento táctito a algo más. Que ya lo comprobaré en lo oscuro, pero las perspectivas son las que son.

El problema llega aquí. Estamos en un sitio cerrao, los dos solos, habiendo ella prestádose a dicho juego... y arrancamos motores. Hay relación sexual. Según Alves, consentida. Según la susodicha, violación. ¿Que pruebas hay de que sucediese una u otra cosa? La palabra de ella. ¿Y la palabra de él? Vale lo mismo que un kilo de aire. Cero. Nada. Niente.

Y este es el problema. El haber llegado al punto en que veamos NORMAL que la sola palabra de una persona te pueda joder la vida de forma irreversible. Una persona que no entró al reservado contigo obligada, sino encantada de la vida y después de haberte palpado el paquete.

Que si, que ella pudo decir que solo quería palpar, o que por el culo no, o cualquier otra cosa, y Alves ponerse en modo cromañón, pero insisto... ¿qué pruebas tendremos de esto? La palabra de ella. Nada más. Y lo que es peor, la palabra de la otra parte es irrelevante. Aunque se supone que somos iguales ante la ley. ¿Cómo hemos llegado a este delirante punto?

Anécdota (o no, yo creo que no puede ser anécdota lo que ha tenido visos de convertirse en ruina para una persona). Ya conté que hace poco, estuve a punto de irme detenido por intento de violación porque una señorita borracha no me vio y se puso a hacer pis delante mía sin percatarse de mi presencia, hasta que se percató. Pero hace muchos años, en mi época de estudiante, tuve otra.

Fiesta de la primavera en mi colegio mayor, primer año de estudiante. Como es lógico, salido como un mono en celo, en un sarao en el que estábamos los colegiales, y aproximadamente trescientas señoritas hasta el culo de alcohol (por situarnos, la entrada para chicos costaba como unos doscientos maravedíes, o euros de hoy en día, las chicas entraban gratis, y había barra libre. Tontos no éramos, no.

En esto, una efeba de buen ver se me arrima, me pregunta mi nombre, me dice que le parezco guapo, y que si la tengo muy grande. Yo, en estado de shock, balbuceo cuatro palabrejas guturalmente incomprensibles, y la muchacha decide que no le apetece conversar y me mete morro. Yo me agarro como lapa caribeña a semejante milagro de la naturaleza, y nos enrollamos apasionadamente, que es de lo poco que yo sabía hacer en esa época.

Pasado un rato, parece aburrida (o cansada de estar depié con un tipo dejado caer encima suya como un saco de yeso), me agarra de la mano, y me saca al jardín del colegio mayor. Vamos, que me llevó al huerto.

Al poco, estando yo más entusiasmado que un recluso en pleno vis a vis, me dan una colleja impresionante. Me vuelvo, y me veo a una valkiria (por lo enorme, no por lo nórdica), que me dice a voz en grito: "¡¡¡Deja a mi amigaaaaa, no ves que está borachaaaaagrfshgrfnnnnfushhhhh...!!!". Aunque intento hacerle ver que yo también, y por tanto el partido por el momento iba igualado, me ignora, agarra a su amiga del brazo, y la intenta arrastrar. La moza, que no debía estar pasándolo mal, se sacude, le dice que le deje en paz, que ella hará lo que le salga del coño, y me mete morro otra vez, con renovado entusiasmo.

La amiga, cabreadísima, se larga. Mientras vigilo sus pasos para confirmarlo, noto que mi partenaire me ofrece un pañuelo aplastándolo contra mi cara. Intento decirle que no tengo mocos, que ya pasé la gripe, y... veo que son unas bragas de encaje (monísimas, por cierto). Aprovechando mi confusión, se da la vuelta y se empieza a quitar el sujetador, pero con la melopea galopante que llevaba, le da vueltas algo más que la cabeza, y cae al césped, muerta de risa. La intento levantar, y observo aterrorizado que se acercan la valkiria, el guardia de seguridad, y un señor con una cara de mala ostia que paqué. Todo el mundo empieza a gritarme, y mi amorcito a llorar como una magdalena sollozando "papá, no es lo que crees". Resulta que el señor cabreado era el médico del colegio mayor, y la susodicha, su hija (lo de las hijas de los médicos se convirtió luego en algo parecido a una tradición para mi).

El percal fue tremendo, pero al final se respetó mi palabra de colegial de que no había mancillado el honor de la susodicha (por escasos treinta segundos), me libré de ser expulsado (técnicamente lo estuve una noche), y se aceptó mi palabra, aunque según la valkiria yo había arrastrado vioentamente al exterior a Gertrudis, pese a su feroz resistencia, para tratar de hacerle guarreridas españolas sin su consentimiento aprovechando su estado de inconsciencia (estado que fué alegado como disculpa por Gertrudis a interrogatorio de su padre, obviamente).

Tengo clarísimo que, de haberse producido los luctuosos hechos hoy, os escribiría esto desde el trullo, con la barbilla de Vladimir cariñosamente apoyada en mi hombro mientras espera a que me acueste para darme amor.

Y repito, ESE es el problema. Y bien gordo. Que lo que yo tenga que decir sea irrelevante.
50 Sombras de Manu 1oo1
 
Venga, mi postura. Ya adelanto que va en la línea de @Seoman o @Hallowed. Los ofendiditos, se pueden ahorrar la lectura. Ya sabéis que no me corto.

Partiendo de la base de que, obviamente, en todo tipo de relación sexual tiene que haber consentimiento, para mi esa relación empieza ya en los preliminares. Y con preliminares me refiero incluso al coqueteo previo. Todo el juego de señales por el cual nos movemos.

Si una chica te sonríe, te acaricia la cara, se insinúa y arrima, son señales que tu interpretas como una invitación a ir más allá. Y esto es así desde que el mundo es mundo. No existe otra forma de consentimiento lógica. Nadie (nadie normal) se te va a plantar delante y te va a decir "¿follas?". Es un juego de marcas, de aprobaciones tácitas, de sentimientos.

A partir de aquí, estas señales pueden diferir. Pueden ser sutiles, descaradas o incluso violentas a veces. Y no hay el menor problema en ninguna de ellas sin son eso: señales consentidas. Y el consentimiento viene de la aceptación. Quiero decir, si veo que una chica está MUY receptiva, y le agarro la mano y me la llevo al paquete, pueden pasar dos cosas: que estuviese equivocado, me lleve una ostia de campeonato, y me tenga que ir a casa a darme una ducha fría, o que la susodicha se deje hacer sin salir corriendo. Y esa es una SEÑAL de que algo quiere. Si además la invito a ir "a lo oscuro" y se viene conmigo, la única interpretación posible es que ha dado su consentimiento tácito a algo más. Que ya lo comprobaré en lo oscuro, pero las perspectivas son las que son.

El problema llega aquí. Estamos en un sitio cerrao, los dos solos, habiendo ella prestándose a dicho juego... y arrancamos motores. Hay relación sexual. Según Alves, consentida. Según la susodicha, violación. ¿Qué pruebas hay de que sucediese una u otra cosa? La palabra de ella. ¿Y la palabra de él? Vale lo mismo que un kilo de aire. Cero. Nada. Niente.

Y este es el problema. El haber llegado al punto en que veamos NORMAL que la sola palabra de una persona te pueda joder la vida de forma irreversible. Una persona que no entró al reservado contigo obligada, sino encantada de la vida y después de haberte palpado el paquete.

Que si, que ella pudo decir que solo quería palpar, o que por el culo no, o cualquier otra cosa, y Alves ponerse en modo cromañón, pero insisto... ¿qué pruebas tendremos de esto? La palabra de ella. Nada más. Y lo que es peor, la palabra de la otra parte es irrelevante. Aunque se supone que somos iguales ante la ley. ¿Cómo hemos llegado a este delirante punto?

Anécdota (o no, yo creo que no puede ser anécdota lo que ha tenido visos de convertirse en ruina para una persona). Ya conté que hace poco, estuve a punto de irme detenido por intento de violación porque una señorita borracha no me vio y se puso a hacer pis delante mía sin percatarse de mi presencia, hasta que se percató. Pero hace muchos años, en mi época de estudiante, tuve otra.

Fiesta de la primavera en mi colegio mayor, primer año de estudiante. Como es lógico, salido como un mono en celo, en un sarao en el que estábamos los colegiales, y aproximadamente trescientas señoritas hasta el culo de alcohol (por situarnos, la entrada para chicos costaba como unos doscientos maravedíes, o euros de hoy en día, las chicas entraban gratis, y había barra libre. Tontos no éramos, no.

En esto, una efeba de buen ver se me arrima, me pregunta mi nombre, me dice que le parezco guapo, y que si la tengo muy grande. Yo, en estado de shock, balbuceo cuatro palabrejas guturalmente incomprensibles, y la muchacha decide que no le apetece conversar y me mete morro. Yo me agarro como lapa caribeña a semejante milagro de la naturaleza, y nos enrollamos apasionadamente, que es de lo poco que yo sabía hacer en esa época.

Pasado un rato, parece aburrida (o cansada de estar de pie con un tipo dejado caer encima suya como un saco de yeso), me agarra de la mano, y me saca al jardín del colegio mayor. Vamos, que me llevó al huerto.

Al poco, estando yo más entusiasmado que un recluso en pleno vis a vis, me dan una colleja impresionante. Me vuelvo, y me veo a una valkiria (por lo enorme, no por lo nórdica), que me dice a voz en grito: "¡¡¡Deja a mi amigaaaaa, no ves que está borachaaaaagrfshgrfnnnnfushhhhh...!!!". Aunque intento hacerle ver que yo también, y por tanto el partido por el momento iba igualado, me ignora, agarra a su amiga del brazo, y la intenta arrastrar. La moza, que no debía estar pasándolo mal, se sacude, le dice que le deje en paz, que ella hará lo que le salga del coño, y me mete morro otra vez, con renovado entusiasmo.

La amiga, cabreadísima, se larga. Mientras vigilo sus pasos para confirmarlo, noto que mi partenaire me ofrece un pañuelo aplastándolo contra mi cara. Intento decirle que no tengo mocos, que ya pasé la gripe, y... veo que son unas bragas de encaje (monísimas, por cierto). Aprovechando mi confusión, se da la vuelta y se empieza a quitar el sujetador, pero con la melopea galopante que llevaba, le da vueltas algo más que la cabeza, y cae al césped, muerta de risa. La intento levantar, y observo aterrorizado que se acercan la valkiria, el guardia de seguridad, y un señor con una cara de mala ostia que paqué. Todo el mundo empieza a gritarme, y mi amorcito a llorar como una magdalena sollozando "papá, no es lo que crees". Resulta que el señor cabreado era el médico del colegio mayor, y la susodicha, su hija (lo de las hijas de los médicos se convirtió luego en algo parecido a una tradición para mi).

El percal fue tremendo, pero al final se respetó mi palabra de colegial de que no había mancillado el honor de la susodicha (por escasos treinta segundos), me libré de ser expulsado (técnicamente lo estuve una noche), y se aceptó mi palabra, aunque según la valkiria yo había arrastrado violentamente al exterior a Gertrudis, pese a su feroz resistencia, para tratar de hacerle guarreridas españolas sin su consentimiento aprovechando su estado de inconsciencia (estado que fué alegado como disculpa por Gertrudis a interrogatorio de su padre, obviamente).

Tengo clarísimo que, de haberse producido los luctuosos hechos hoy, os escribiría esto desde el trullo, con la barbilla de Vladimir cariñosamente apoyada en mi hombro mientras espera a que me acueste para darme amor.

Y repito, ESE es el problema. Y bien gordo. Que lo que yo tenga que decir sea irrelevante.
Segundo año de Historia, UAH. En una fiesta en el Campus de Ciencias, junto al Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares (vienen muchos alumnos, de ambos sexos, desde Madrid capital y tiene su propio apeadero de tren y varios autobuses, por lo que si no quieres no conoces la ciudad en todos los años de carrera).
Nos llevaron, repito que nos llevaron, dos estudiantes de Enfermería (no recuerdo que nos dijeran el año, pero eran mayores de edad) a su piso de la Residencia de Estudiantes para follar, algo que repitieron varias veces. Ellas eran muy desordenadas, tanto que tenían varios montones de ropa en el suelo, no sé si sucia o separada por "niveles de suciedad"; fornicamos con ellas, cada uno con la suya. Hasta ahí todo normal, pero las cosas se torcieron. Unas compañeras, con cierta envidia o hartas de la facilidad para la cópula de sus vecinas, presentaron una queja formal en la residencia, ese mismo viernes por la tarde (la fiesta empezó por la mañana y llegamos a mediodía con ellas), y el sábado por la mañana, mientras dormíamos como unos benditos por el esfuerzo de la noche anterior, llegaron dos personas de la empresa de seguridad del campus, alrededor de las diez de la mañana, y nos pidieron que saliéramos de allí, mi amigo y yo. :mmmh
No quedó ahí la cosa, estuvieron a punto de echarlas de su piso (son casas pequeñas individuales, en realidad) por hacer muchísimo ruido, meter a gente ajena a la residencia por la noche, consumir alcohol y drogas blancas y un largo etcétera. Tuvieron que intervenir sus respectivos padres, defenderlas (el dinero ayuda siempre) y al final levantaron la mano un poco porque quedaban apenas tres meses para terminar el curso (sé de buena tinta que al año siguiente se fueron a un piso compartido en la ciudad). :cortina

¿Qué hubiese pasado en la actualidad? Hubiesen llamado a la policía, declarado que eran "seres de luz" y nosotros unos machistas violadores. Vamos, estoy seguro al cien por cien (sobre todo mi amigo, quien lo hizo a pelo con ella e incluso la puso el culo fino, pues ella accedió de buena gana por probar "algo nuevo"). :llanto


Espero que el caso de Dani Alves se aclare y, si es culpable, le caiga una buena condena, ni más ni menos.
 
Por favor seguid sacando parrafadas ad-hoc con más aliño que una ensalada césar, estoy a punto de cambiar de opinión.


Magneto no te ofendas pero diría que la última vez que tocaste un coño Alves jugaba en el Sevilla.

Sólo por curiosidad: ¿Cuál es el motivo de recuperar un usuario que lleva años sin usarse sólo para entrar a arremeter contra algunos foreros en plan vacilón?

¿Era el usuario de multinick y lo has recuperado para la ocasión?
 

A ver si lo que ha pasado es que ha cambiado tantas veces de versión porque está acostumbrado a que las grabaciones de seguridad "desaparezcan", y esta vez ha habido una conspiración contra él por parte de la discoteca porque estaban hartos de que pidiese Licor 43 con vainilla... 🤔
 
Por favor seguid sacando parrafadas ad-hoc con más aliño que una ensalada césar, estoy a punto de cambiar de opinión.


Magneto no te ofendas pero diría que la última vez que tocaste un coño Alves jugaba en el Sevilla.
Joder, tío, era el lejano 2002. :mparto Como soy un caballero añadiré, "Más de las que parece y menos de las que me hubiese gustado (siempre he sido asquerosamente fiel)." Ahora con una mala racha larga postconfinamiento. :fiu

Logroño City es mejor que Nueva York, Pafman, y lo sabes. :cortina
 
Joder, tío, era el lejano 2002. :mparto Como soy un caballero añadiré, "Más de las que parece y menos de las que me hubiese gustado (siempre he sido asquerosamente fiel)." Ahora con una mala racha larga postconfinamiento. :fiu

Logroño City es mejor que Nueva York, Pafman, y lo sabes. :cortina
 

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Creo que voy a dejar de entrar a leer este post porque me estáis poniendo jodidamente enferma
 
Pues siento decirte que lo mismo que comentan aquí algunos es lo mismo que dicen en sitios como menéame, lugar de referencia de gente de Podemos y más a la izquierda.

Se puede decir que si Alves hizo la mitad de lo que cuentan, ojalá se pudra en una cárcel turca. Pero también se puede decir que si alguien te obliga a tocarle el rabo y te dice de ir a otro sitio… ¿piensas que es otra zona VIP? ¿Los carteles de baño no existen en la hostelería Premium? Pero es que aún así, ¿a qué vas?

Que sí, que hay que ponerse en situación, pero esto tiene que ser ejemplo, si es como dice ella, de lo que no ha de hacerse. ¡Pega un grito! Por suerte existen protocolos para poner esto en alerta a la mínima, como se ha visto que el local cumplió.

Se trata de meter a los malos al trullo pero también que este tipo de situaciones sirvan de aprendizaje a los demás. Lo que no puede ser es que todo lo que sea mencionar a la víctima implique apaleamiento. Hay que actuar contra todo.

Dicho esto… ¿cómo es posible que se filtre cada día algo sobre el caso? Falta que el caso lo lleven en aquel programa de juicios de Telecinco de hace veinte años 😅
 

Es muy interesante este artículo. Y haría un apunte: gran parte de los esterotipos provienen del mismo sector. Mucho mal hacen las que sí van a por la pasta. Basta que una la arme para que tire por la borda infinidad de avances. Y si no que se lo digan a Militao, por poner un ejemplo reciente. A nada de dar a su luz, su pareja se separó de él porque creía que la situación amorosa no iba a funcionar.

Robert Redford Nodding GIF by Turner Classic Movies


Habrá tantas que se acercan a esta tropa por la pasta o una fama efímera, que dejan en muy mal situación a la gran mayoría. Por eso para mí es fundamental tanto acusar a él como dejar en evidencia, cuando se da el caso, a las propias mujeres que la están liando.
 
Creo que voy a dejar de entrar a leer este post porque me estáis poniendo jodidamente enferma
Pues lo lamento memy pero he de decirte que siempre me has parecido una mujer libre, valiente, desinhibida, franca, y poco abierta a que te tomen por un borrego que siga sin pensar a un cencerro. Sin embargo, hasta ti ha llegado el adoctrinamiento prejuicioso de la masculinidad tóxica impuesto por el feminismo visceral. En ningún momento te has planteado todo lo raro que hay en el caso. Solo que una mujer sin testigos dice que la han violado cuando su comportamiento anterior iba encaminado a dar que pensar que parecía tener intención de practicarlo. Esta es la suposición de una certeza y lo tuyo una suposición de una incerteza. Y te cabreas porque no lo colgamos en leal plaza mayor antes de hora. . Pues porque no está bien.
 
Es curioso que la opinión pública tome determinaciones concisas en dos segundos. Está todo clarísimo, tanto la actitud de él como la de ella. Lo increíble es que teniendo todo tan claro, ¿cómo es posible que la policía y la justicia no han hecho el juicio ya? ¿Para que están investigando si la gente de la calle, sin datos, tirando de rumores, ya sabe qué ocurrió?
 
Creo que voy a dejar de entrar a leer este post porque me estáis poniendo jodidamente enferma


Memy, te considero una mujer inteligente y preparada. ¿De verdad no ves la injusticia de que en casos como este, la palabra de una persona pueda ser considerada como probatoria, mientras que la de la otra parte no tiene consideración alguna? ¿Y todo ello pese a que hay indicios más que sobrados de consentimiento previo?

Por supuesto, independientemente de que si ha habido violación Dani Alves merece pasarse un buen montón de años en el trullo (y con violación me refiero a cualquier acto sexual no consentido, aunque hubiese consentido antes otras cosas).

Es que no son cosas incompatibles, y la necesidad de que haya una probatoria más allá de la palabra de la víctima, creo que es de puro sentido común.
 
Si todo fuera tan fácil como dice @MeMySelf esto ya estaría visto para sentencia.
Que lleven desde antes de detener a Alves con el tema y aún sigan, significa que la justicia, por suerte, analiza a fondo todo. Desde las pruebas físicas hasta el aspecto psicológico al mínimo detalle.

Menos mal que la justicia tiene más cabeza que el programa de Ana Rosa, si no estábamos menudo país de pandereta.
 
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Os he leído a vista de pájaro y pareciese que sois parte del Tribunal o del grupo de investigación de la policía y tenéis las pruebas de todo y lo tenéis ya clarinete. Sabéis si hay indicios, sino los hay. Lo que ocurrió, donde estaban o dejaban de estar.

La realidad es bien distinta. Aquí nadie tiene ni puta idea de lo que ha sucedido. Pero enseguida todos somos juez y parte. Dejad que la justicia trabaje pues todo lo demás son debates estériles.

Un abrazo!
 
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