El festín de momentos ridículos en Carrie no cesa:
1. La matanza del cerdo (y mira que esa secuencia abre con un plano deslumbrante (el muro pintado con cerdos), pero el final con Travolta golpeando al cerdo con acordes de Psicosis me ha hecho despertar a mi mujer con risas.
2. La obsesión de hacer la broma a Carrie tan DESCARADA cuando la profesora de gimnasia ya les ha pillado (colaría si no tuvieran tanto miedo a las consecuencias).
3. Zooms temibles.
4. La madre. Cada vez que sale la madre yo me DESCOJONO.
5. La música de Psicosis en cada golpe (el Instituto se llama BATES, por cierto)
6. La preparación del baile, con la Spacek arreglándose, los alumnos chismorreando, los chicos a cámara RÁPIDA vistiéndose y esa música del Landismo es del peor MERCERO.
7. El cambio de actitud de Carrie hacia su madre, del todo dominante, sin elipsis ninguna. O la excesiva actitud melosa de Katt. Sin suspensión de incredulidad ninguna.
8. La prebroma en el baile, que resulta ser un auténtico coñazo estirado para que la película dure lo standard. Rematado con ese horrible plano de travelling circular mientras ellos bailan y que es un absoluto mareo.
9. La forma de trucar los votos, con una geografía absurda.
10. El eterno y tramposo plano, a cámara lenta, de Carrie y Tommy subiendo a por el premio.
11. El monólogo final de la madre. De Razzie.
12. La muerte de la madre. De Muchachada.
13. El triste, fraudulento y gratuito susto final.
Tiene buenas cosas, claro. El momento de Katt invitando al baile a Carrie tras la puerta tiene mucha verdad, la Spacek (está de Oscar), los juegos de luz (atención a la cena con la madre y el cuadro de LA ÚLTIMA CENA apagándose y encendiéndose), el plano que nos revela arriba el cubo de sangre, el ataque de Carrie (aunque promete más de lo que da), la cámara lenta y la pantalla partida de la violencia final, la muerte de Travolta y Allen (aunque es algo absurda la elipsis de aparecer ellos de repente a atropellarla), los ojos desorbitados de la Spacek, el icono, la destrucción final de la casa o el giro de la puñalada de la madre. Pero no, no es suficiente. Ni de coña. No es suficiente para levantar tamaño despropósito de película fx. Una excusa de De Palma para filmar esos minutos finales y pasárselo teta, sin creérselos.