La trascendencia del gordo ahora mismo la defines tú con perspectiva, pero si miras justo debajo de ti verás que la trascendencia de Spielberg tiene, como tú dices, Ropit, milagros como el tratamiento de los niños (y toda la magia al respecto, jamás conseguida) o tener los, también huevos, de crear toda la imaginería audiovisual de un montón de géneros (Ryan (obturación y decolorado), Minority Report (toda la SCIFI ya parte de ella) y un largo etcétera relatado en libros interesantes tan gordos como los que puedas tener de Hitchcock. De hecho, se ha escrito de Steven, en comparativa con Hitchcock y lo que lleva, tanto o más que de él. Vamos, que es otro al que no se le puede abarcar jamás y por eso será objeto de estudio constante (no te digo nada cuando se muera).
Y no, claro, a Cameron no le comparo con Buñuel porque Cameron al lado de Spielberg es un gipsy del infierno.
E insisto, Henry, hacer un copypaste de Hitchcock, Godard y otros tantos y confesarlo no te exime del chusco resultado final.
Y en eso es en lo que caéis con Doble Cuerpo. Que si el tío es un actor chungo y por eso actúa mal. Que si en los créditos final vemos un rodaje chungo y por eso está justificado lo anterior. El metacine hay que ganárselo. La Noche americana te hablaba de un montón de cosas de ésas, pero cuando estábamos entre bastidores, había verdad. Efectivamente, Doble cuerpo es una película zetosa que al final enseña un rodaje zetoso. Vale, okey, ¿y eso justifica el sincristo total con fotografía de El coche fantástico y un director que cada día iba al rodaje a tomar café con una cámara? No, pero eso es a lo que os agarráis los amantes de este hombre para justificarle todos estos sincristos, o los de Fascinación, Hermanas y otras tantas. Vale que lo paséis bien con él, a lo mejor hasta yo lo hago, pero llamemos a las cosas por su nombre.
Por otro lado, creo que Spielberg tiene muchísimo donde rascar en gran parte de sus películas, aunque como ya os han biendicho Troy, Elliot o Dussander, parece que a algunos sólo les interesa la rascada si deriva hacia lados negativos. Spielberg tiene mucha densidad en varias de sus películas pero es que, aunque en algunas no las tenga, son tan dignas de correr tinta como las otras porque la dialéctica que viene de frente ya es brillante. Es decir, que se puede escribir mucho sobre ET y se puede escribir mucho sobre Marnie, pero no olvidemos que Hitchcock tiene ésas y otro buen número donde a lo mejor no se puede escribir todo bueno, como ocurre con todos. Y Spielberg no sólo tiene esos resultados, sino que todos los componentes de su cine, que es el experimento formal (que en el cine es todo), es algo que se sitúa entre los mejores de todos los tiempos. Y hablar de que eso es cosa baladí para hacerle estudios me resulta poco menos que chistoso. Y ojo, creando todas las escuelas que conocemos, no tirando de gordos brillantes. Podéis calzar fotos de Hook y otros os pueden calzar fotos de una decena (o más) películas del gordo infumables, pero eso no quita que tanto uno como otro hayan dado sentido a esto que nos ocupa. Y de manera acusada.
Por no hablar de Ford, al cual se le pueden sacar tantas o más faltas que a Spielberg desde VUESTRO punto de vista, sin entrar en gustos, pero es que sería nuevamente absurdo más allá del debate sano. Es obvio que es otro apellido que nos ha escrito camino. Por eso, cuando se habla de que, oh, es increíble que Ford trata la represión sexual, no se trata con la misma vara cuando se habla de que, oh, ET es Jesucristo y el despertar adolescente. Y eso sin meternos en materia.
Y esos apellidos imprescindibles que citáis tienen, precisamente, puesto un ojo tuerto en el judío, como cualquiera que se dedique a esto.