Lo dudo, y en todo caso eso no justifica nada. Hacer televisión para los niños debería conllevar una mayor responsabilidad porque hay inevitablemente una función educativa, hasta en las series triviales o los dibujos animados.
Los niños son auténticas esponjas que absorven mucho más que nosotros aquello que ven, e imitan las actitudes, los roles, los hábitos...
Y sí que existen programas en este sentido pero está claro que estas cadenas Disney están dedicadas al negocio puro y duro, no precisamente a la educación.
Hacen sus estudios sobre cómo tienen que ser los dibujos animados por ejemplo, para que el niño tenga una receptividad máxima cuando llegan los anuncios.
Y el tema de las series adolescentes, joder, están diseñadas para crear una generación de gilipollas consumistas.
Que los medios de comunicación son un agente educativo, no cabe duda. Pero discrepo enormemente en que todos los contenidos dirigidos a un público infantil-juvenil tengan que ofrecer necesariamente "modelos ejemplarizantes". Del mismo modo que un adulto puede ver
Seven o
Breaking Bad y luego no por ello se va a convertir en un asesino en serie o en un traficante de droga, a los niños también hay que enseñarlos a comprender que todo lo que acontece en una serie de ficción es mentira y que no se deben tomar como modelos de conducta. Obviamente los niños muy pequeños no pueden desarrollar un sentido crítico con respecto a lo que ven en televisión, pero los niños mayores y los adolescentes sí. Y eso no se logra exponiéndoles únicamente a modelos de conducta positivos, de manera artificiosa. Los modelos de conducta positivos, ante todo, tienen que ser los adultos que rodean al niño: los padres, los profesores, los familiares, el entorno social. Si esas influencias son positivas, el potencial "maleducador" de los medios de comunicación se reduce muchísimo.
No sé, es que a mí todo esto me recuerda un poco a cuando los padres ponen el grito en el cielo porque sus hijos ven dibujos animados donde la gente se pelea, o donde un niño dice tacos y enseña el culete, o porque matan marcianos en la consola, argumentando que son ejemplos nefastos para su educación, y que van a salir todos delicuentes... en fin. Los niños son influenciables, pero generalmente no son gilipollas.
Hay varias escenas donde se entromete el anuncio de los chicles entre los recuerdos. Al principio no pero después les repatea. ¿A cuento de qué meterían esto si no es para reconocer que los miles de anuncios que se traga el niño cien veces terminan interfiriendo en sus recuerdos?
Eso no tiene nada que ver con la publicidad, sino con la canción. A todos nos ha pasado alguna vez que una canción pegadiza se nos ha quedado grabada a fuego y nos asalta al pensamiento una y otra vez sin venir a cuento. Por ejemplo, lo mismo que a Riley le pasa con el jingle de Triple Dent Gum, a mí me ha estado pasando estas dos últimas semanas... con la canción de
Lava; el corto no me gustó demasiado, y la canción me pareció una moñez, pero hay que reconocer que la melodía es pegadiza de narices.
La película lo único que hace es ofrecer una explicación más o menos ingeniosa de por qué nos pasa eso. Nada más. No hay el más mínimo atisbo de crítica a la publicidad en sí misma. Pusieron una canción de un anuncio de televisión, como podían haber pillado una canción de Carly Rae Jepsen. Los jingles de los anuncios buscan precisamente ser pegadizos para que la gente los recuerde, así que la elección está bien hecha.
Y lo de los móviles, hay una escena en que lo mencionan unos trabajadores de la memoria."Tiramos estos números porque ya están en la agenda móvil o algo así".
Bueno, sobre esto se están haciendo muchos estudios también. Los móviles y tablets están cambiando nuestra manera de aprender, memorizar y retener los datos.
En general, nuestra memoria se está haciendo mucho más volátil y el esfuerzo por retener es menor, en la confianza de que en cualquier momento puedes acceder a la información desde tu tablet o móvil.
Sí que lo menciona la película aunque no efectivamente quizá no exáctamente para criticarlo, como dices.
Lo que hacen los trabajadores de la memoria, es desechar la información que el cerebro ya no usa. Algo que el cerebro humano lleva haciendo a lo largo de toda la historia de la humanidad, miles de años antes de que existieran los móviles o las tablets. ¿Sabrías decirme que te regalaron el día de tu tercer cumpleaños? ¿O qué comiste hace tres jueves? ¿O cómo pasaste el día el 12 de abril de 1990? ¿O quién se sentaba dos filas atrás tuya en clase, cuando tenías 10 años? Seguro que no. Y eso no tiene nada que ver con que uses las nuevas tecnologías a diario o no. Nuevamente, la película lo que hace es ilustrar simplemente un proceso cerebral, sin criticar nada. La interpretación es tuya, al asociar lo que pasa en la peli con la información previa que ya tenías.
Por otra parte, eso de que las nuevas tecnologías están haciendo nuestra memoria mucho más volátil se lleva repitiendo... desde que se inventó la escritura misma
Antes de inventar la escritura, la gente tenía que memorizar absolutamente toda la información. Cuando surgió la escritura, no pocas voces se alzaron en contra de aquél invento, argumentando que por su culpa la gente ya no tendría que memorizar nada, y la humanidad se idiotizaría. Tres cuartos de lo mismo cuando se inventó la imprenta: hasta entonces, los libros eran un bien escaso, y hacer copias era un proceso muy costoso, por eso mucha gente los acababa memorizando, pero la reproducción mecánica permitía obtener copias a bajo coste. Nuevamente, surgió el vaticinio de que el nuevo invento llevaría a un menor esfuerzo intelectual e idiotizaría a la sociedad. Viendo la evolución del mundo en los últimos 500 años, no me parece que ese haya sido el caso.
¿Las nuevas tecnologías cambian nuestra manera de aprender, memorizar y retener los datos? Sin duda, llevan haciéndolo a lo largo de toda nuestra historia, aunque no necesariamente tiene por qué ser a peor. Yo siempre he sido un firme defensor del cultivo y el ejercicio de la memoria, pero ¿realmente es importante saberse de memoria todos los números de tu agenda telefónica? ¿No sería mejor ejercitar la memoria en tareas más productivas? Por otra parte, lo de que actualmente la gente usa menos la memoria que antaño me parece harto discutible. Hace años, la gente corriente no tenía que memorizar ni la mitad de información que la gente de hoy maneja a diario: pins, contraseñas, códigos, conocimientos profesionales, idiomas... Acordarse el pin de la Visa, del pin de la MasterCARD, del pin del comercio-e, del pin del teléfono 1, del pin del teléfono 2, del pin de la tablet, de las contraseñas utilizadas en cada una de las cientos de webs en que estás registrado (supongo que sabéis que no es seguro usar la misma contraseña para todo, ¿no?)... ¿no os parece suficiente ejercicio cerebral? En definitiva, las tecnologías
per se no son buenas ni son malas, ni te idiotizan ni te vuelven más inteligente, todo depende de cómo las uses.
Y otros que dicen que el 80% de nuestro día a día funciona a ese nivel [subconsciente] en muchos terrenos.
Si, entre ellos, los seguidores del señor Freud, ese que de rigor científico tenía tanto como Iker Jiménez.
Claro que no es un tratado científico ni lo pretende, pero lo que va exponiendo no es completamente frugal y fantasioso, creo que muchas cosas tienen mucho sentido y aparentemente están basadas en estudios.
Por mucha "base científica" que tenga la peli, el funcionamiento del cerebro que se expone en la película es inventado al 100%. El cerebro no funciona así y, por lo tanto, todo lo que se ve en la película es pura fantasía.
Sí que hay muchos detalles de la película que tienen un fundamento científico. Por ejemplo:
- La formación de recuerdos está indefectiblemente ligada a las emociones, y que éstas "tiñen" los recuerdos.
- Dentro de las emociones, hay unas emociones primarias, con las que nacemos todos los animales (alegría, tristeza, ira, miedo) y otras emociones secundarias, que aprendemos con la experiencia (vergüenza, melancolía...)... por eso al principio de la peli todas los recuerdos son monocromáticos mientras que al final son pluricromáticos.
- Los recuerdos se almacenan en la memoria a largo plazo, y los que llevan mucho tiempo sin ser utilizados se "desechan".
- Una gran cantidad de procesos cerebrales reales (imaginación, pensamiento, razonamiento abstracto, sueño, memorización, olvido, personalidad, etc.) aparecen representados en la película.
Etc. Pero, en el fondo, todo lo que se cuenta en la peli es una fábula. Nuestro cerebro no es más que un amasijo de neuronas y células gliares comunicándose entre sí mediante impulsos eléctricos. ¿Cuántas neuronas y células gliares salen en la peli? Cero patatero. ¿Aparecen el bulbo raquídeo, el cerebelo, el córtex, el mesencéfalo, la médula espinal, la amígdala, el núcleo estriado ventral, el hipocampo, etc.? No.
Érase una vez la vida sí que tenía una intención didáctica de explicar cómo funciona de verdad el cerebro.
Inside Out es una historia de aventuras, ligeramente inspirada en cómo funciona el cerebro, pero en la que el contar una historia atractiva y emocionante prima mucho más que el rigor científico.