Con relación a la influencia del islam extremista, ligada a la persecución religiosa, este fenómeno está presente en 14 naciones, de ellas sobresale: Afganistán, Arabia Saudí, Egipto, Irán, Iraq, Libia, Maldivas, Nigeria, Paquistán, República Centroafricana, Somalia, Siria, Sudán y Yemen. Y en 6 Estados (Azerbaiyán, China, Corea del Norte, Eritrea, Birmania y Uzbekistán) los responsables de la persecución son los regímenes autoritarios.
Las violaciones más graves se dan en los países musulmanes. Contrario sucede en occidente, especialmente en naciones que históricamente han sido cristianas.