Berlín cerrará sus tiendas los domingos porque no respetan el 'recogimiento espiritual'
Berlín.- El Tribunal Constitucional alemán ha emitido una sentencia que obligará a Berlín a revocar su legislación de apertura comercial, de forma que no permita abrir al público el comercio minorista durante los cuatro domingos de Adviento, es decir, los 4 domingos previos a la Navidad.
No hay pruebas de que los magistrados del Tribunal Constitucional alemán guarden parentesco alguno con Mr. Scrooge. Si han firmado esta sentencia precisamente hoy, cuando los berlineses saboreaban aún las mieles del primer domingo de Adviento, ha sido solamente por coincidencia.
La agenda del Tribunal quiso hacer coincidir con el Stollen y las galletas de jengibre esta decisión en última instancia sobre la querella presentada conjuntamente por las dos principales iglesias alemanas, la Católica y la Evangélica, que habían denunciado la práctica de abrir los comercios los domingos en la capital alemana, una práctica que data de 2006, año en que la ciudad estado reformó su legislación al respecto y la convirtió en la más liberal de Alemania.
La sentencia se refiere concretamente a los 4 domingos de Adviento, que considera especialmente afectados por el llamado artículo eclesiástico 139, redactado en 1919, durante la República de Weimar, en el que se establece que los domingos son fundamentalmente jornadas de descanso y de "recogimiento espiritual".
Eso es lo que dice, textualmente, la Ley Fundamental alemana. Y el Tribunal de Karlsruhe interpreta que ofertar a los alemanes la posibilidad de pasar el domingo acumulando paquetes y desguazando la cuenta corriente ataca ese espíritu de "recogimiento espiritual" que el Estado debe garantizar.
Los comerciantes claman al cielo, y dicen que sólo les faltaba esto, además de la crisis. Las dos iglesias, que ganan el caso, consideran la crisis espiritual de occidente bastante más preocupante.
Desde los otros estados federados alemanes llegan mensajes de satisfacción, puesto que ahora Berlín tendrá que equiparar sus horarios comerciales al resto, y no habrá competencia dominguera en la capital.
Y entre los viandantes del centro, las opiniones son dispares: desde quien considera que cerrar en domingo es violar su derecho innato a comprar tanto y cuando quiera, como quienes defienden la decisión porque ayudará a mantener los tradicionales mercados de Navidad, que iluminan durante las cuatro semanas de Adviento las ciudades alemanas y suponen un verdadero alivio para el espíritu, aquí donde anochece a las tres de la tarde, sin que por ello, en dichos entrañables mercados, se haga, básicamente, otra cosas que comprar o consumir.
El Tribunal Constitucional permitirá abrir todos los domingos de Adviento de este año, pero en 2010 deberá ser reformada la norma y los berlineses se enfrentarán a la prueba final. ¿Conseguirán salir de la crisis si el vulgo no acude los domingos a los centros comerciales? ¿Morirá la Navidad?