Yo lo que no entiendo es como solo se analiza la decisión de dejar de contar con chicas atractivas ligeras de ropa, que aparentemente no aportan nada al espectáculo en sí, y porqué no se analiza que cojones pintan en el espectáculo.
Y si vamos a hacer analogías entre una mujer que lleva un palo con un número y una presentadora - que hasta es capaz de hablar-, pues que quieres que te diga... A lo mejor es que seguimos analizando como si fuera un cacho de carne fungible en función de su aspecto.
Venga, entremos a ese trapo. El de decirle a alguien qué es lo que debe hacer o no de acuerdo con nuestras reglas morales. Y esas reglas, por lo que dices, implican que no puedes ejercer de florero, de reclamo sexual, sin más. Es denigrante.
Compremos ese razonamiento. Como ya han mencionado, desde ahora que Hugo Silva deje el cine. Es obvio que no lo contratan por sus dotes interpretativas, sino como reclamo para el público femenino. Se acabaron las y los gogós en las discotecas. Cosifican sus cuerpos. Y ya puestos, establezcamos unas normas de vestuario en carnavales. No puede ser que la gente se disfrace de enfermera sexy (y esto, lamentablemente no es una broma, hay una iniciativa para que se retiren de los comercios estos difraces). Claro que entonces el día del orgullo gay debería tener también unas normas. ¿O no? Al fin y al cabo, van provocando. Y podríamos seguir. Los desfiles de Victoria's Secrets. Los calendarios de mujeres ligeras de ropa. Determinada publicidad. Venga, si, vamos a meternos en todos los ámbitos de la vida. Eso si, luego critiquemos ferozmente a la Iglesia católica por hacer lo mismo. Por que es carca y trasnochada. Y quiere decirnos como vivir nuestra vida.
Mira, ya está bien. No estamos hablando de una mafia que utiliza a las mujeres en contra de su voluntad como objetos. Hablamos de unas chicas que deciden LIBREMENTE sobre su cuerpo, decidiendo lucirlo a cambio de un sueldo (aparte de ejercer otras funciones que se pasan por alto). Algo tan digno como cualquier otro trabajo. Y si, lo hacen porque los hombres nos sentimos atraidos por ellas. Bienvenidos a primero de antropología. Igual que las chicas se sienten atraidas por Hugo Silva. Atracción que es la base de nuestra raza, y que siempre ha existido, y siempre existirá. Y como tal, será explotada de una u otra manera.
Es así, hagamos lo que hagamos. Es nuestra naturaleza. Es la naturaleza. Hasta los animales explotan su atractivo sexual. ¿Vamos a ponerle puertas al campo a estas alturas basándonos en nuestros criterios morales? Ah, calla, que eso ya se ha intentado a lo largo de la historia. Intentado. Por imposición. Como ahora.
Mira, lo siento pero no. Vale que se vigilen los requisitos de esos contratos. Que no se obligue a las chicas a cumplir con lo que ellas no quieran hacer. Que se las remunere de forma justa. Todo lo que queráis. Pero imponerles nuestra visión de lo que creemos que ellas deberían hacer o no, lo siento, pero por ahí no paso. Si a mi me da la real gana mañana de salir en bikini a la calle a atender clientes, es MI decisión, y nadie tiene derecho a impedírmelo. Faltaría más.