A mí me parece perfecto que sea una persona a la que le interese poco el sexo, aunque me sorprende está necesidad de crear chorrocientas mil etiquetas para describir todas las maneras posibles de vivir la sexualidad, como si una dimensión tan compleja como es la de la sexualidad humana se pudiera reducir a una simple etiqueta. Nunca me he planteado si soy alosexual, grisexual o demisexual, y la verdad es que me tira de un pie ser una cosa u otra, esto de las etiquetas sexuales se parece cada vez más a las tribus urbanas, una manera de encajar en un grupo social singular.