Respuesta: "Django Unchained / Django desencadenado": Tarantino se pasa al Western
Bueno, pues aquí van mis letras atrasadas hacia este titulazo... indicad, antes que nada:
Por favor: quien no la haya visto que ni se acerce. Retaila de spoilers a toche y moche.
Spoilers a tutti plen. Muchas gracias.
(Django Unchained, Quentin Tarantino, 2012)
Tarantino con aroma a clásico
Así como en "Malditos bastardos" Tarantino exponía con todo lujo de detalles la visceralidad de la venganza como leiv motiv hacia los nazis y sin exponer apenas el Holocausto pero con razón de ser y motivo suficiente para que "Los bastardos" arremetieran con la cacharrería pesada, a saber, la forma / fondo del estilo tan característico del director y conseguiendo una vez más colgándose la medalla de honor, con este "Django desencadenado" vuelve a tomar un género remarcado a fuego en la colectividad americana como es el western (quizás el que más) como forma pero con uno de los episodios más tristes y desgarradores de la historia americana como la esclavitud como fondo y logra, para mi gusto, adentrarse de una forma magistral, con una exposición de intenciones perfecta desde los títulos de crédito, con el clasicisimo por bandera y con una colección de referencias muy palpables:
La explosión de violencia desatada de Peckinpah y sus ralentíes, el formato tan característico del spaghetti western con Leone a la cabeza pero también la exposición / profundidad / inciso en la forma clásica de Ford y si se me permite el énfasis o el empleo de los escenarios naturales para la remarcación de la soledad del ser humano que tan bien supo exponer Costner pero sin poder olvidarme de la composición heroica de los personajes del los westerns de Eastwood, donde la magnitud del anónimo reconvertido en un castigador sin piedad frente a los que realizan injusticias o la sobriedad del hombre seguro de sí mismo en los momentos decisivos o los puntos álgidos sin dejar a un lado la violencia seca y llamativa. Pero incluso he podido reconocer cierto guiño al primer western de la historia como "Asalto y robo de un tren" al disparar directamente a la cámara.
Como comentaba desde los primeros minutos el logo de Columbia pictures, junto con los títulos de crédito y el tema de Django (aparte de la narrativa visual entre las rocas mientras los negros marchan atados a esa cadena entre un mundo hostil y despojados de cualquier libertad posible) Tarantino expone de una forma mucho más pausada, mucho más relajada, con incisos o pequeñas píldoras de explosiva rabia incontrolable sólo que esta vez mucho más dispersas dado que prefiere darle esta vez mayor énfasis a las relaciones personales, a ir paso a paso en cuanto a motivos, intenciones, conocimiento mutuo y afianzar una amistad labrada en respeto, comprensión y sacrificio.
Personajes y momentos a la antigua usanza
Si algo me gusta de "Django desencadenado" es la presentación de personajes y la dirección de actores. Christoph Waltz es mi favorito. Su escena de presentación es hito ya en la filmografía de Tarantino: su Dr. Schultz es un personaje con derecho propio. Un personaje de dicción extraordinaria, de gusto exquisito por la palabra educada, cual actor de teatro pero con el gatillo directo ante cualquier forajido que merezca ser cazado. Pero Tarantino juega muy bien con el tiempo de metraje. Así como la primera mitad es cosecha propia de Waltz, donde es pura hipnosis (la escena en la que cuenta la historia de Brumilda, o como expone las razones a Djando de porqué no pueden ir a secuestrar tal cual a Broomhilda al igual que la interpretación ante Candy para conseguir su propósito de rescate) la segunda parte pertenece a Foxx, que si bien es cierto su rol es más secundario de lo acostumbrado, a partir de la segunda parte su rol se torna en el héroe decidido y de gatillo decisivo, donde la venganza envuelta en heroico justiciero tiene razón de ser.
Me encanta las pequeñas píldoras donde Tarantino narra el crudo trato a los negros donde una rotura de huevos provocaba recibir latigazos o intentar escapar acaba en encerrar a Broomhilda en una tortuosa jaula sin ventilación previo paso a marcar a fuego su rostro. Sin evitar ser crudo o desagradable en su plasmación como esos perros que desgarran a un esclavo. Es imposible no quedarse sorprendido como Quentin consigue aquí, con este Django, uno de sus títulos más conseguidos en el aspecto de plasmar la Historia (o parte de ella) con convicción pero sin olvidar el género que está relatando o sin dejar a un lado la espectacularidad del western. Porque es imposible no empatizar con la forma de transmitir la emocionalidad de muchos de los momentos como cuando Django descarga su furia contra los hermanos Britter, Leonardo di Caprio y Samuel L. Jackson y su racismo sin límites (el momento de la calavera y su disección furiosa es magistral al respecto) o la gente sorprendiéndose porque un negro vaya encima de un caballo.
La película está repleta de escenas, momentos y auténtico cine con aroma a clásico. Hay un plano que para mi resume perfectamente el fondo de una parte de la historia: Schultz va en su carromato mientras Django, encima del caballo, cabalga a su lado y llegan al poblado. Hay una soga y precisamente Django pasa justo al lado. Su cabeza queda justo a la altura del agujero de dicha soga. Es un elemento fundamental. Que vaya encima de un caballo y al lado de su libertador no significa que no sea hombre muerto. Su vida no está a salvo ni su pellejo está libre de recibir un balazo en plena época racista donde la vida de un negro valía menos que nada.
Me convence por su montaje todo lo referente a la eliminación de los hnos. Britter donde los ralentíes son magistrales al respecto y la furia desatada de Django son convincentes. Mención aparte a Schultz y Django tomando un trago en el interior del bar mientras exponen la situación (ese chasqueo mientras le dice que retire el sombrero de encima de la mesa: puntazo total). O el momento más tenso donde Broomhilda puede acabar muerta en manos de Calvin Candy al ser de su propiedad sin poder hacer nada por ella. Pero me chifla a rabiar el speech de Stephen ante un Django amordazado donde le explica que va a ser entregado como esclavo una vez más.
Porque Tarantino clava a la perfección esa parte triste de la historia de América donde esclavos acabaraon convirtiéndose en más racistas que sus propios dueños, donde acaban sumidos en una dominación total. El momento donde Stephen masculla todo tipo de improperios al ver a un negro en lo alto de un caballo o descubrir que Django y Broomhilda se conocen y querer destruir esa relación es toda una declaración de intenciones imposible de obviar (el punto culminante es ver como Stephen, aparte de ser el esclavo de confianza, domina la situación, copa en mano y consiguiendo destrozar una posible libertad de una congénere suya sin inmutarse por ello, sintiéndose victorioso). O como Calvin Candy humilla a Broomhilda medio desnudándola para mostrar los latigazos. Porque el Calvin Candy de di Caprio es el auténtico badass histriónico y salido de madre, un auténtico amo, retorcido y sin ápice de humanidad en su persona. Pero tengo que mencionar a Don Johnson quien logra uno de los secundarios más interesantes, divertidos y convincentes de toda la factoría de Tarantino, quien, con hipocresía viste de blanco impoluto.
- continua en el siguiente post -