Respuesta: "Drive", de Nicolas Winding Refn
Magistral ejercicio de estilo priorizando el uso icónico de un género, una época y una iconografía concreta. Todo rezuma espíritu ochentero, ya desde la tipografía utilizada para los créditos, hasta los decorados, la paleta de colores ( el Lynch de Terciopelo azul ) el uso recurrente de los planos aéreos y el skyline, los planos de atardecer... y una indisoluble unidad entre sonido, canciones y planos, bellísimos, con reminiscencias épicas y fabulescas ( la impagable secuencia con el mar de fondo ) , todo está encaminado a crear un film portentoso, minimalista en las formas, inabarcable en su expansión.
Gosling está espléndido en su hieratismo, Mulligan traspasa la pantalla y la lubrica con cada presencia, Perlman y Brooks consiguen asquearnos... Y qué decir de su fotografía, sus golpes secos de violencia gore, su romanticismo desatado, su pureza nostálgica...
El mejor film del año.