Respuesta: "Drive", de Nicolas Winding Refn
Mmmm... Meditándola más, estoy por decir que la clave es que se produce una lucha de identidades en el mismo sujeto. Por un lado, la metáfora del escorpión, la conversación con el niño acerca de que los tiburones son malos y las miradas horrorizadas del Conductor y la Mulligan al final de la escena del ascensor. Esto nos lleva a la identidad del Conductor como fuerza primitiva, salvaje, de violencia innata. Por otro lado, la delicadeza con la que se trata la relación del Conductor con la Mulligan, en donde el primero desea ser protector, amante y padre. Se produce, pues, un conflicto de identidades en el interior del Conductor, ser bipolar que trata de ser o aparentar algo que no es, y aquí entra en juego su trabajo como doble en las películas y su decisión de ponerse la máscara. Es como si convivieran varias personalidades en el mismo sujeto, si bien acaba imponiéndose su auténtica naturaleza como arquetipo antiheroico.