Nuevo acierto de Villeneuve. Si bien los espectadores estamos para valorar resultados, es loable la capacidad de este director de aceptar y embarcarse en tamaños marrones y, nos pueda gustar más o menos lo que vemos al final, creo que es digno de admirar esa valentía. No obstante y como suele ser habitual, el canadiense nos deleita de nuevo con su asombroso buen gusto y su sentido del ritmo. Creo no hay director en el panorama actual que me enganche tanto con tan poco. No voy a compararlo con los Coen, pero como me pasa con ellos, de este tipo podría ver 1.000 planos contraplanos y en todos me quedaría embobado durante horas. Sólo por su exquisito ritmo, elección de ópticas y encuadres que están simple y llanamente donde tienen que estar.
Mención especial para la fotografía. ¿Cómo habría fotografiado esto Sir Roger Deakins? Seguramente de manera exquisita, pero dado que al británico parece no apetecerle explorar más el terreno del Sci Fi (Blade Runner 2049 estuvo muy bien, pero creo me gustan más sus propuestas de "siempre"), creo que no hay mejor sustituto que el australiano Greig Fraser, el gran próximo director de fotografía a seguir, pues tiene mucho que dar aún. Ya prometía con Zero Dark Thirty, Foxcatcher, o Rogue One, y con Dune parecer que dará el salto y obtendrá el reconocimiento que merece. Muero de ganas por ver lo que ha hecho en The Batman. No sé qué ópticas anamórficas ha utilizado (a falta de leer sobre el asunto), pero me maravilla cómo combinan con esa iluminación progresivamente tenebrosa desde el primer plano hacia esos fondos en sutil penumbra. El momento Paul con la Bene Gesserit es bocatto di cardinale. Sí le pongo un pero: no entiendo como en general puede ser un trabajo tan notable y en las ensoñaciones se ha optado por el típico "amarillo México". Creo que es un detalle que por desgracia lasta el conjunto en general. Pero vaya, en mi humilde opinión es demencial leer que aquí hay un mal trabajo de fotografía. De locos.
Muchísimas ganas de ver la segunda parte.