Respuesta: El cine de Peter Weir
Weir es un director que tiene oficio, es algo que cuando ves sus películas te lo deja claro y patente. En este caso que nos pertoca nos encontramos con un clásico romance en tiempos de guerra (actuales). Gibson hace de reportero en plena contienda en Yakarta, para cubrir todo lo que está aconteciendo allí. Se hará amigo al momento de Billy (Linda Hunt), un fotógrafo que ve, sufre y padece las tragedias humanas y las miserias de los mismos. Todo va bien hasta que hará acto de presencia Jill (Weaver) de quien acabará locamente enamorado y vivirán un romance intenso.
Decía lo de que Weir tiene oficio porque que una película que podría caer en lo sensiblero, la dureza más insoportable y en una película que podría pasar desapercibida él sabe encauzarlo para que todo esté bien llevado hasta el final. Y aún y así, todo lo que he citado anteriormente no chirríe, no moleste y esté bien acabado. También es cierto que "Los gritos del silencio" estaba presente en muchos momentos (así me lo recordó) pues casa bastante con aquella.
Lo cierto es que en este caso quien menos aparece en cartel es quien se lleva la palma y esa no es otra que Linda Hunt, una actriz como la copa de un pino que aquí se calza el papel de hombre, pequeño pero con un corazón de oro, que sufre y se desvive por los pobres del lugar. Merecedora absoluta del Oscar que le dieron es una actriz que te hace creer sus papeles, que no está actuando, está viviendo su papel y así lo demuestra. Gibson está más por la pose (hasta cuando fuma lo hace de cara a su eterno carácter fanfarrón) y Weaver casi que pasaba por aquí, no ofrece un papel memorable.
Con algún que otro momento que marcan (como lo acontecido con Billy en la parte final) o algún momento triste (como esa niña comiendo arroz del suelo) la película se mantiene, sabe ofrecer un buen producto y la puesta en escena es de las que gustan descubrir. Un título menor dentro de la filmografía de Weir pero que para nada desmerece el visionado.
Weir es un director clásico y se nota, no habrán filigranas visuales, ni momentos impostados pero eso es lo que hace merecer que su apellido esté tan bien considerado.