Pues bien. Una vez degustada y vista mi crítica es la siguiente (ES POSIBLE QUE SUELTE ALGUN SPOILER):
David Fincher nos trae un cuento envuelto en un halo de clásico instantaneo pero que me ha dejado a medias tintas. Me encanta el cine de Fincher. Siempre me ha parecido un señor director que sabe impregnar o remarcar un estilo visual exquisito y que sabe ofrecer lo que el público en general requiere y a la sección de la crítica puede que también (con Zodiac lo consiguió).
Aquí nos encontramos con el mágico cuento de un hombre que nace viejo y se hace joven. Ese mito por todos conocidos y que en parte así debería ser la vida pero eso ya es otra cosa. En fin, a lo que vamos. La película me ha parecido correcta pero... se hace realmente larga, larga, larga para contar algo que en hora y media hubiese tenido más que suficiente. Aparte de la durabilidad es el ritmo, es excesivamente pausado.
Sí es cierto que me ha recordado a Forrest Gump pues tiene mucha relación (así lo he visto yo). El personaje principal tiene algo que lo hace distinto a los demás, está enamorado de una chica en particular y aunque el devenir de la vida y su historia le haga vagar-viajar-moverse por distintas partes del mundo siempre esa chica estará ahí, van formando parte de la historia de América (el nacimiento en el día que acaba la 1ª G.M, participación en la 2ª - también la vemos a través de las canciones que se utilizan en la BSO (Elvis, Beatles...)) entre otras muchas cosas.
Brad Pitt, siendo un actor que siempre me convence, y que aquí no lo hace del todo mal pero... su personaje/su actuación la he encontrado demasiado ¿plana?. No sé, no hay mucho que rascar en su personaje. Nos narra sus peripecias (lo veo más como un observador de campo) pero no hay matices en su actuación, no hay muchas emociones que transmita (pues si transmite algo es por ver los achaques de la edad a según que "edad" pero él, en sí, no ofrece un gran registro de emociones). Los FX en cuanto a las transformaciones de viejo-anciano a chavalín quinceañero en según qué momentos me han parecido acertados y MUY LOGRADOS a un tanto cantosos. Sí es cierto que logra convencer y hacernos creer que es un señor viejo pero tiene ESE algo que en según qué momentos se nota el PC que es un contento.
Blanchett me ha convencido como esa Daisy que vive la vida intensamente. Su papel está bastante conseguido y bastante acertado. En ella sí me ha convencido la transformación de jovencita veinteañera (logradísimo) mientras que cuando es una anciana el maquillaje me ha chirriado un tanto mientras que en Pitt no tanto. Luego tenemos a Tilda Swinton, una actriz que le empiezo a coger estima pues papel que le veo interpretar papel que me lo borda la señora.
La historia en sí es bonita (en este caso creo que pega mucho esta palabra), con sus vaibenes pero es el ritmo (maldito ritmo) que me entorpece que la siga con gusto pues Fincher se toma su tiempo (y de qué manera) para contarme algo que en este caso no hacía falta. A no ser que quiera, tirando ya de sutilezas, que el tiempo para los ancianos pasa muy despacio pero eso ya lo viviremos cuando pertoque (y me gustan las pelis lentas, desde luego que sí, pero cuando la película lo requiere y en este caso creo yo no hacía falta).
La fotografía, en este caso, es exquisita, preciosa, muy de enmarcar. Los matices fríos cuando nieva, las noches azules entre nieblas tenue cuando Daisy baila ante Benjamin, la fría nieve blanca cuando vemos toda la escena del barco, los tonos amarillentos dándole a la película ese toque añejo, los días claros del sur americano... Esa parte me ha convencido por completo, a los pies de los realizadores de fotografía. El momento del barco metido en medio del ataque me ha parecido sublime, quizás lo mejor de toda la peli en cuanto a FX se refiere pues es creíble, acertado, conciso y muy bien realizado.
También me ha gustado la pequeña historia del relojero (el cual luego descubrí que era mi querido actor Elias Koteas). Y aún recurriendo a la manida técnica del retroceso de las escenas me ha parecido acertado también. En sí toda la película me recordaba también a Amelie (salvando las distancias) por su narrativa, su utilización de elementos fantásticos, su forma de narrar... Con algún toque cómico acertado (como es el caso de ese señor que le han caído 7 rayos) y algún que otro momento emotivo (como el descubrimiento de Benjamin de quien es su padre y lo que Benjamin hace por él) en resumen la película no desmerece de ser vista, convence pues la historia ya está empaquetada y servida para que así sea pero no me ha parecido tan OBRA MAESTRA como me quieren hacer creer los críticos de las revistas especializadas.