Respuesta: El Gobierno de Mariano
Anda que no han sido rechazadas por la mesa del Congreso ILP's para su tramitación...
Es muy bonito, la gente de la calle puede hacer una petición de proyecto de Ley, que se atienda y así parece que hay algo parecido a la democracia, y que los ciudadanos siguen teniendo eso que llamamos la soberanía nacional sobre sus hombros.
Lo de ayer fue una pequeña estrategia política, que posiblemente sea menos honrada que rechazarla totalmente. Es una ILP potente, con muchas firmas, y además daba la casualidad de que ayer en el Congreso pasaban muchas cosas y no podían menos que compensar la "estética" deplorable que se dio ayer con la comparecencia de Draghi, o la comparecencia del gran Toni Cantó sobre la ausencia de derecho de los animales a la vida y a la libertad. Resultó ser un día curioso.
Ahora bien, desde la ciudadanía podemos tener una perspectiva un tanto optimista sobre lo que se puede y debe hacer en la política. Las peticiones quedan muy bien, parecen tener detrás una lógica aplastante y una verdadera preocupación ciudadana. Además tenemos esa tendencia de firmar cuando vemos un papel con una solemne declaración, no nos importa mucho, y apenas leemos la declaración, pero tienes ese minuto en el que pareces una persona preocupada delante de los que te piden que firmes. Es un momento de satisfacción, de ego de creer que estás haciendo algo por tu país y que eres una persona concienciada.
Pero... Si hay una cosa que me espanta de todos estos movimientos ciudadanos que están ahora de moda, es que detrás de esas bonitas palabras y propuestas hay un vacío intelectual y lógico bastante grande. Corrijo, existe lógica, pero la de un niño, esa tan inocente y obvia que sin embargo no cabe en el ordenamiento jurídico por los problemas que plantean y los vacíos que deja.
No es algo nuevo. Últimamente vas por las paradas del autobús y algún comunista te deja su cartel con puños en altos y banderas ondeantes, para publicitarte la estrategia de su movimiento, esa que pide que no haya banqueros ni chorizos, y hablan de la clase trabajadora en términos casi bíblicos como si fuéramos los israelitas bajo el yugo de los faraones. No deja de tener su ironía.
Mi punto de vista, sin embargo, con la edad o la decepción se ha hecho un tanto diferente a como podía pensar hace un par de años. Frente a la doctrina Joker, de El Caos, ahora me aparto del caos que piden algunas jaurías humanas sin ningún tipo de anclaje moral, buscando la utopía y nada práctico y sólido en la realidad. Veremos como se desenvuelve todo esto. No tengo yo clara la perspectiva de que esto estalle, pero siempre está el peligro de que un día de la tierra salga un populista que se lleve unos cuantos seguidores con cantos de sirena surgidos de una mente de encefalograma plano. Y eso es peligroso, máxime cuando estamos hablando de españoles.