Bueno el articulo que enlaza el empieza así:
Uno de los argumentos más manidos que se esgrimen desde las posiciones más centralistas sobre el despilfarro que suponen las autonomías y, sobre todo, las gobernadas por los nacionalistas (es decir, y que nadie le dé más vueltas, la Generalitat) es el gasto en representación exterior. Las embajadas. El gasto anual de estas se cifran alrededor de 20 millones de euros. Pero, ¿qué pasa en la otra trinchera?