Hay que reformar la estiba, y se sigue el patron tipico, llamar privilegiados a los estibadores, intentar que la opinion publica esté en su contra y obligarlos a aceptar una liberalizacion a lo bruto en vez de negociar con ellos o buscar otros modelos europeos que los mismos estibadores dicen que podrian ser aceptables.
Pero aqui vamos con el turbo puesto y se quiere que esta gente renuncie a todo, forzando la maquina, siempre al ultimo minuto.