El Gobierno social-podemoide de Sánchez

A mí lo que me resulta preocupante es que TODO hoy en día se considera violencia. Siempre y cuando sirva para favorecer tu campaña. Del caso de Motos podríamos poner mil al contrario en la tele.

Pero da igual. El nivel de acusación, de campaña salvaje está aumentando a niveles que jamas había visto. Acoso y derribo contra los que no son como uno.

Ahora mismo el Ministerio de Igualdad supera el radicalismo de cualquier partido extremo europeo. Van con todo lo que pueden a quemar a los que se pongan por delante. Y si no hay nadie, como en el anuncio, los señalan.

No van a parar. A medida que se acerquen las elecciones va a ser peor. Buscan una guerra civil, porque la otra ya empezó hace casi 100 años. De la sociedad depende qué se haga, pero hay unos, y no son los fascistas que ellos señalan, los que están poniendo toda la carne en el asador. Y quien pueda demostrarme lo contrario que me lo defienda.

Una cosa es plantearse votar a la izquierda y otra cosa es ESTA izquierda.
 
Esta semana Vox se ha cubierto de gloria resucitando el cadáver político de Irene Montero. Estaba muerta y enterrada pero tuvo que venir una iluminada a decirle algo que es verdad, pero que el mínimo de educación y urbanismo te impide decirle a nadie y menos en el Congreso.

Y lejos de disculparse, han salido sus compañeros a ahondar más en la metida de pata.

Y la petarda de Irene ha pasado de llevarse todos los palos del mundo a que le hagan homenajes... :facepalm
 
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Si no sois capaces de ver que lo que le han dicho a Irene Mentira es una cagada épica, mal vamos.

Esa ministra me da más asco que todos vosotros juntos ( :beso ), pero políticamente, socialmente y estratégicamente, ha sido una cagada monumental. Aunque no lo creáis, esa polarización tan cruda no le va a hacer bien a VOX.
 
"antes vivíamos en una dictadura, y fue una puta desgracia. Luego llegó la libertad, y podías hacer y decir lo que quisieras sin problemas. Ahora tenemos socialdemocracia..."
 
Di que si, preciosa, lo mejor que puede hacer el periodismo para no seguir hundiéndose en el fango es seguir chupando pollas como si no hubiera un mañana y cuidarse muy mucho de criticar a según quiénes, independientemente de lo que hagan. Ese es el camino.
 


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Que los que cobran un pastizal no tengan dignidad y traguen con lo que sea para seguir cobrando cada mes, lo puedo entender. Los congresistas del psoe dependen de Sanchez , no de los barones, y son lacayos, y votan lo que les manden. En privado supongo que a alguno les revolverá el estómago alguna de las decisiones, lo que atañe a Bildu en especial, pero oye, que cobran cada mes y con dos legislaturas pensión máxima garantizada. Para el honor vuelva usted mañana.

Pero de quién me espero más es de la gente. Hay demasiadas cosas sangrantes, denigrantes, de trazo grueso, que tragarlas sin recibir nada a cambio me resulta inconcebible. Leyes que dejan sueltos a delincuentes, echar de navarra a la guardia civil por pactar con quienes los mataban hace poco más de 10 años, eliminar la sedición de la constitución, arma de defensa contra quienes la atacan, pretender abaratar la malversación para sacar a los mismos y a los políticos que han robado a manos llenas en españa, una ley trans y de familia que es un descalabro psicológico para mucho adolescente, por citar algunas. Solo por esto, por el odio que siembran en la sociedad con un feminismo trastornado propio de mujeres taradas o interesadas en amamantar un chiringuito, por incentivar la violencia en las calles acosando a quienes no piensan como ellos, por su apoyo a dictadores de mierda del mundo entero que han matado 100 veces más que lo que se inventan de Qatar, por mucha mierda que esta sea, solo por todo esto, querría confiar en la gente, en que tiene dos dedos de frente, una pizca de dignidad y un puñado de orgullo para mandarlos a tomar por culo a la primera oportunidad.

Pero oye, hay gente que pierde su dignidad, su honor y su orgullo por nada.
 
El gobierno de coalición se consolida y suma apoyos, tercer presupuesto aprobado en el Congreso, algo que no se veía en España hace una década.

 
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