El Megapost de los 80: Repasando a Richard Franklin

Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Sr. Henry, Sr. Henry... reclaman su siguiente parte en este post. Sr. Henry... el post. :juas
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Siento muchísimo el retraso, señores. Un fallo técnico (el más viejo del mundo, llevo medio post, se va la luz, enciendo el PC... el 70% de lo escrito, desaparecido :doh ). Reescribir es bastante tedioso, nunca te sale como la primera vez, pero ahora ya, si queda poco.
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Henry, sólo paso por aquí para decir que mi alma te pertenece, "peaso" de post te estás cascando compañero, increible, una pasada, yo (como casi todos, seguro) me lo estoy copiando a Word, para tener una guía de la serie B ochentera, made by Morrison. Muchísimas gracias por el trabajazo :hail :hail :hail :hail :hail :hail :palmas :palmas :palmas :palmas :palmas
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Yo también estoy pasándolo a Word, mi querido Athor para imprimirlo y quien sabe si encuadernarlo... menudo panfleto nostálgico :juajua

La quinta entrega ya llega mañana, a la misma hora, en el mismo batcanal ;)
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Es que estos posts tan deliciosamente tochos se merecen eso y más. Valen la pena tenerlos bien presentados. Hay mucho cariño y mucho material como para que acaben en el olvido.
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Vaya pesadilla con la dichosa quinta parte del Megapost :sudor :sudor :sudor Hace ya días, cuando llevaba más de la mitad escrito, hubo un corte de luz y perdí casi todo. He tenido que volver a reescribirlo con considerable disgusto (nunca te sale igual una segunda vez). Me temo que ahora hay buenas y malas noticias... las buenas son que por fin, lo he terminado. Las malas son... que el post está muerto :diablillo

V. Zombies: Para mi, los zombis empiezan con Romero, of course. La noche de los muertos vivientes pude ver escenas en casa de mis abuelos, siendo yo pequeñísimo, y solo recuerdo flashes, uno de ellos la pelea en el cementerio, entre el hermano de la protagonista y el zombi. Sin embargo, más que la primera parte, mi favorita es la segunda, Zombie, que así se tituló en Europa. Para mi siempre ha tenido un valor especial, es una locura de sangre, tripas, terror, acción, comedia negra y aventura totalmente anárquica. George Romero pasaba por un buen momento tras unos años 70 con bastante mala suerte (el señor Romero se merece post propio pero ya) y la verdad es que se nota, es una película que desborda una energía que, te guste o no la película, te guste o no el género, no la puedes pasar por alto, es increíble, se nota que se trata de un film hecho con ganas y con bastante libertad (aunque luego Argento metió tijera y cambió a su gusto la película para el mercado europeo, ya que fue el productor). Con pequeños detalles, consigue crear un clima realmente enrarecido, y se hace creíble la idea de que los zombis están creciendo en número, y que el fin del mundo se acerca; véase el asalto al edificio de familias negras, donde los policías están perdiendo el juicio a la de ya, el caos absoluto en la emisora de televisión, donde los técnicos están desbordados y el subnormal del ser humano en general, se dedica a llevar debates estúpidos que no importan a nadie, en vez de a sobrevivir, o sobre todo, la escena en que familias enteras hacen un picnic (escena con música popular que aumenta ese aire de absoluta locura) y mientras beben cerveza y comen, van disparando contra los zombis que se aproximan, como si fuese un juego. ¿Acaso no sería esa nuestra reacción si nos viésemos amenazados? ¿Volvernos locos, o tomárnoslo todo a chufla?
Supongo que todos sabéis ya el argumento: los zombis se multiplican mientras los cuerpos de seguridad se dedican a cazarlos, y a matar también a personas inocentes que no acatan la norma de abandonar sus hogares para meterse en refugios comunales. Dos policías, hasta las narices de la situación, huyen en un helicóptero con una amiga de uno de ellos y su marido, y al acabarse la gasolina se detienen en un centro comercial donde hay armas, comida, medicinas… todo lo que necesitan, siempre que sepan sortear a los cientos de zombis que pululan por el recinto. Lo cierto es que imágenes como la de esos zombis intentando atravesar en vano las cristaleras, convertidos en autómatas, o sobre todo aquella escena en que pululan por las tiendas pisando billetes e intentando ponerse ropas “en un vano intento de recordar lo que hacían antes” son escalofriantes.

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1985, felicísimo año, nos trajo la tercera parte de la trilogía. El día de los muertos. Lo cierto es que, si la primera y segunda parte desbordan energía absoluta, la tercera es el patito feo de la saga (considerando saga como la trilogía, y no el resto de entregas no-ochenteras). En su momento, Romero escribió un guión que él aseguró, sería el no va más, que nada de lo antes visto se le podría comparar. Pero la cruda realidad es que la pasta que hacía falta para poner algo así en marcha no existía, por lo que hubo que remodelar el guión para rodar lo que se podía, no lo que se quería, y el resultado es bastante discreto y fue pasado por alto en su momento, aunque poco a poco, la película ha ido cobrando la importancia que se merece.
La película es mucho más desoladora y deprimente que las anteriores, aquí el mundo está dominado por los zombis. Las grandes ciudades están vacías, no hay ya humanos ni servicios sociales de ninguna clase, nuestra civilización se ha extinguido. Un helicóptero sobrevuela una ciudad americana preguntando si hay refugiados humanos, pero nadie contesta. Un zombi putrefacto entra en primer plano, y ahí empieza la función. Se nos presenta un búnker creado por el Ejército Americano, para meter allí a unos cuantos científicos y militares, para que la raza humana se perpetúe, e intenten encontrar una solución. Han pasado años, y las cosas en el refugio van de mal en peor. La doctora Sarah (Lori Cardille) busca una ilusoria vacuna que curaría los zombis. Su colega, el doctor Frankenstein, opta por intentar reeducarlos y convertirlos en miembros provechosos y no caníbales de la sociedad. La sección de los militares, auténticos asesinos liderados por el desquiciado Capitán Rhodes (Joe Pilato, casi lo mejor de la función) desprecian a los médicos y solo quieren enfrentarse a los zombis para cargárselos. Una especie de locura o neurosis se apodera de algunos soldados, ante el absoluto desquiciamiento de la situación en la que se ha convertido su vida…
Aquí los zombis se nos muestran como una sociedad de seres aislados que recorren las calles en busca de alimento; para nosotros, los humanos, ellos son el horror, el monstruo de la película, pero vistos los comportamientos humanos, que Romero se toma su tiempo para desarrollar y mostrar (lo hace como casi nadie en el género) uno casi preferiría ser una de esas putrefactas criaturas que recorren las calles sin hacer daño a nadie, salvo para comer (para sobrevivir) a ser un codicioso, violento y egoísta humano capaz de matar sin pestañear por ansia de poder, o simplemente por deporte (véanse las escenas de caza de zombis por parte de los militares).
La gran novedad en cuanto al comportamiento de estos particulares muertos vivientes, es que en esta entrega el doctor Frankenstein (científico chiflado donde los haya) consigue reeducar a uno de ellos, el entrañable Bub, que será capaz de reprimir sus instintos caníbales, imitar los gestos humanos, usar objetos cotidianos, e incluso leer (a Stephen King, como buen americano que en su día quizá fue). Pero para los militares, esos progresos son solo una burla, y el experimento de la reeducación de Bub no dura mucho; quien sabe si no hubiera sido la solución… al final, como de costumbre, los zombis tomarán el control del recinto hasta entonces seguro; unos quizá logren huir (aunque siempre me pregunto hasta cuando podrán huir) y otros, no. Es curioso el final del personaje del zombi, Bub, recomiendo prestarle atención especial a su comportamiento final: probablemente, yo haría lo mismo.
La película por aquí la editó la casa Weekend Video, que editó alguna otra cosa gore (recuerdo Mal Gusto, del forero… digo, del neozelandés Peter Jackson :L ) y luego en los noventa, la reeditó Manga, cuando la oleada del gore nos llegó a nuestro país. La trilogía me parece la mar de recomendable (las demás secuelas no las he visto…) un retrato descarnado y sin azúcar de cómo reacciona el ser humano ante una situación que se le escapa. Nos creemos el centro del Universo, que somos los más inteligentes, avanzados, civilizados y desarrollados, pero en cuanto surge cualquier otra criatura que no podemos comernos o follarnos (y que encima, quiere comernos a nosotros) volvemos a los árboles, casi literalmente. Muy recomendable, las tres.
De la primera parte, Savini dirigió un remake a principios de los noventa, pero no lo he visto, aunque me han dicho que el gran hombre de los FX ochenteros lo hace bastante bien. La película se hizo para ganar algo de dinero, ya que con el original, Romero y su equipo no vieron un duro: la compañía distribuidora que contrataron, al olvidar Romero y los productores poner copyright a la película, se pusieron a vender copias piratas, de las que sus autores no vieron un duro. Hoy la película (la primera, solamente) está libre de derechos, por lo que hemos tenido decenas de ediciones en DVD (al menos en nuestro país, casi todas paupérrimas).

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El día de los muertos
fue un fracaso por la negrura argumental, por la desesperanza que desprendía, pero también porque se produjo cierta confusión: ese mismo año se estrenó otra película. El regreso de los muertos vivientes, de Dan O’Bannon, y la segunda se llevó las simpatías (y la pasta) del público. Aquella fue la primera vez que se usaron las palabras “muertos vivientes” en un título, después de las películas de Romero. Curiosamente, esta película fue la iniciadora de su propia trilogía, en clave de humor (negro, eso si, muy negro) con toquecillos gore.
La primera parte, la mencionada El regreso de los muertos vivientes, cuenta la historia de dos ladrones que están saqueando tumbas en el cementerio, de noche. En la morgue, cerca de allí, el encargado le cuenta al chico novato una historia: en el sótano hay unos bidones llenos de una extraña sustancia. La sustancia que contienen fue responsable de lo que sucedió en la película La noche de los muertos vivientes, de Romero (que fue un hecho real, aunque en la película, financiada por el Ejército, no aparecen los bidones para encubrir el asunto). No se les ocurre otra cosa que bajar a verlos, abriendo uno de ellos por accidente y poniendo en marcha una reacción en cadena que irá resucitando a los muertos, y convirtiendo en muertos a todos los vivos que inhalen ese extraño humo…
La película, editada aquí por Record Vision, fue muy popular en su día, y es que realmente, el humor negro que destila es impresionante. Hay una serie de momentos que son ya icónicos, como la conversación entre el guardia de la morgue y un cadáver sin brazos ni piernas atado a una camilla. El zombi le explica que comen cerebros porque estar muerto duele cosa mala. También la punkie del pelo rosa perteneciente al imprescindible grupo de adolescentes idiotas tiene su momento de gloria cuando, tras asegurar que le encantaría ser violada/devorada por gente muerta, protagoniza un striptease junto antes de conseguir su “deseo” pasando a ser parte del ejército zombi. También es muy popular el momento en que hace su aparición el zombi que estaba en el bidón, un ser chorreante de fluidos y absolutamente putrefacto. Y sin ninguna duda, el final, un final que, pese al humor, es realmente nefasto y oscuro para los protagonistas...
Y aquí los zombis no son exactamente los de Romero, puesto que pueden hablar y hasta cierto punto, razonar. En general, la figura del zombi siempre me ha gustado, porque está lejos del vampiro, un ser tan digno, poderoso y limpio, el zombi en cambio es una masa putrefacta que camina en busca del único sustento que puede comer, la carne (o el cerebro) de sus semejantes, contagiando además a estos, al convertirlos en su alimento. Pobrecillos.
La secuela de la presente se tituló La divertida noche de los zombis. Su estrambótico título, y la presencia de un protagonista infantil, parecían prometer un tratamiento más suave de los elementos macabros del mundo zombie. Ni por el forro, se trata de una película con varios momentos desagradables, y que resulta más un remake de la previa que una secuela (algo similar a lo que sucedía con Posesión Infernal/Terroríficamente muertos) puesto que tenemos de nuevo a la pareja de ladrones, la novia del ladrón joven… interpretados incluso por los mismos actores.
La historia es básicamente la misma: pequeño pueblecito americano, donde unos chavales haciendo travesuras derramarán los bidones e iniciarán el contagio. La verdad es que hay escenas chungas, y me sé de más de un compañero de colegio que tuvo pesadillas de persecuciones zombis después de ver esta película: el matón escolar comiéndose a su madre, el ladrón más joven contagiado comiéndose a su novia… y a esta parece gustarle :mmmh :inaudito :inaudito vamos, una absoluta locura. También hay momentos sumamente hilarantes, como aquel en que, para despistar a los zombis, el viejo científico loco va en una furgoneta tirando sesos de cordero mientras va anunciando “Al rico cerebro fresco”… :lol :lol :lol demencial.

La película estuvo editada aquí por una edición de Record Vision (que llevaba un tráiler anunciando Una pandilla alucinante) y la han echado varias veces por la televisión, una de ellas, TVE1 decidió emitirla en Nochebuena, justo después de Poli de guardería. Vamos, solo faltaba una de la Cannon y habríamos tenido el lote básico de felicidad navideña; estos señores de la tele tenían unas cosas…
La tercera parte, titulada Mortal Zombie (aunque la nomenclatura original de la saga en USA ha sido siempre Return of the living dead, aquí en España inventándonos títulos, como siempre) fue dirigida por Brian Yuzna, un director que no tiene películas que me gusten demasiado o me apasionan, pero que le reconozco la virtud de haber dirigido el tipo de cine que le ha salido del forro, durante décadas, el haber intentado crear una iniciativa de cine fantástico en España, y por supuesto, el haber trabajado con Jeffrey Combs. El Argumento es muy básico, un experimento militar, el protagonista que quiere resucitar a su novia tras un accidente ¿de moto? Y la resucita, convertida en zombi, y siendo luego perseguidos durante toda la película. Tendréis que perdonarme un resumen tan zafio, pues se trata de una película que vi hace años en vídeo, y solo recuerdo cosas sueltas (aunque recuerdo bien que no me entusiasmó ni mucho menos, queda por debajo de las dos primeras como un experimento interesante). Resulta que aquí descubrimos que además de comer carne, otra cosa que alivia el dolor de estar muerto es producirse heridas físicas. Así, la protagonista zombi pasará medio film clavándose astillas de madera, cristales y demás objetoz punzantes, algo verdaderamente desagradable.

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Antes de continuar con ochentadas, mencionar (muy por encima, que en su día ya me enrollé en el post correspondiente) las dos primeras películas de David Cronenberg. Vinieron de dentro de… trata sobre un científico loco que, disgustado por el comportamiento general desapasionado de la raza humana (demasiado cerebro y pocas sensaciones, dice) crea un parásito en forma de gusanos, que se reproduce a velocidad de vértigo y, una vez en el cuerpo humano, convierte a este en un zombi, hambriento de carne… aunque no exactamente el tipo de carne que les va a los zombis de Romero, por ejemplo. No, estos zombis se dedican a practicar orgías y violaciones de todo tipo, en un complejo de lujo, situado en una aislada isla de ensueño cerca de Montreal, donde solo el médico del edificio, y el socio del doctor loco (que al ver la virulencia del parásito que había creado, trató de destruirlo, pero no lo consiguió, y se suicidó) están al corriente de lo que pasa.
Lo curioso es que estos particulares zombis hambrientos de sexo no parecen haberse convertido en máquinas, sino que pueden hablar, razonar, conducir, etc., y además parecen, lejos de las criaturas condenadas a las que el subgénero nos tiene acostumbrados, bastante satisfechos con su condición.

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La otra película, Rabia, no la he visto. Es su segunda película en la que una mujer, después de una operación, desarrolla un parásito en la axila que la lleva a alimentarse de sangre, y contagiar a sus víctimas con la rabia. Lo curioso es que tanto la primera como esta las pasaron en su día en Noche de lobos (en realidad, toda la filmografía de Cronenberg hasta, si no recuerdo mal, La zona muerta). Sé que a algunos jovenzuelos les resultará utópico que en televisión a horas razonables se viesen películas como las de Cronenberg, con abundante gore, sexo rancio y sin actores conocidos. Hoy en día es impensable, tristemente, ver una película del canadiense en un canal público. Una verdadera pena :mutriste

Y de aquí pasamos a 1984, a Sam Raimi, y su primer largo comercial, Posesión Infernal que yo vi en televisión siendo un chaval. Lo curioso es que no me dejaron ver mucho, lo último que vi fue la escena de la chica arrastrada y violada por las ramas del bosque, y hasta entonces no había sucedido nada sangriento, por lo que durante años tuve la idea de que la película era de terror, de mucho miedo, y no tenía ni idea de que era una orgía gore. Finalmente, ya vista en VHS (adorable, la cinta no era negra, sino de color rojo) pues me quedé absolutamente alucinado por la peliculita. Sam Raimi pasó a ser uno de mis directores favoritos, y comencé a dar la lata a los dueños de los videoclubs para que rebuscasen en sus catálogos más películas suyas. Así es como llegué hasta Terroríficamente muertos, y más tarde pude ver en el cine El ejército de las tinieblas. Pero no vayamos corriendo.

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Aunque más de uno que tenía una imagen de mi, se va a decepcionar, no me gusta el gore. Es decir, no me gustan las películas gore cuyo único interés es mostrar tripas y sangre, sin más, intentando competir por cual es la más asquerosa de todas. Por ello, el apartado de "Caspa" de esta sección va a ser muy pobre, porque he visto muy pocas de zombis realmente malas, lo aviso para que no os llevéis chasco. Me gusta Posesión Infernal, porque Raimi lo clava, y porque, pese al charcuterío que inunda la cinta, la película tiene una energía desbordante, similar al Zombi de Romero; me pasa tres cuartas partes de lo mismo con Re-Animator, que además tiene momentos de comedia negra impagables...
La historia, en realidad, es inexistente: unos chicos se trasladan a una cabaña abandonada para pasar un fin de semana. El único puente que da acceso a la cabaña queda destruido, y se ven aislados. Encuentran un magnetófono en el sótano, junto con un libro encuadernado en piel humana, el Libro de los muertos (lo de Necronomicon va en las secuelas, y en una de ellas lo llaman Necromicon Ex Mortis...). El magnetófono lleva grabado un conjuro que despierta algo en el bosque. Una de las chicas es violada por las ramas de los árboles, y a partir de ahí esos juguetones espíritus empezarán a poseer a los chicos. La única forma de acabar con estos, una vez poseídos, es el descuartizamiento... tan simple, y tan robado de la génesis de la primera parte de la saga de Romero (gente encerrada en cabaña enfrentada a los muertos). Sin embargo, el concepto de estos zombis es bien diferente, son demonios que deforman el cuerpo al poseerlo, controlando su voluntad. Altamente violentos y destructivos, por cierto.

Para la secuela, Raimi tuvo el problema de no poder contar con todo el reparto original, que él convirtió en la virtud de hacer de Terroríficamente muertos una secuela/remake. Ash llega a la cabaña solo con su novia, y allí se producen charcuterías varias, mientras entra en acción la hija del científico a quien perteneció la cañaba, el tipo que grabó el conjuro (y entran en acción también una pareja de paletos, él parece salido de Deliverance, y ella está buena, curiosamente…). Lo mejor del film, EL FILM por si mismo, sin duda se reduce a Ash. Ash Rambo (así le llaman en la carátula) un tipo que en la primera parte no pasaba de ser una nena acojonada por las circunstancias, y que se carga a los demonios por pura chiripa, aquí es ya héroe de la función, protagonizando una delirante lucha con su mano contaminada (antes y después de amputársela). A partir de aquí, la sierra mecánica y la escopeta se convierten en extensiones de su personalidad (de superhéroe despistado).
Es muy curioso que Raimi consiga hacer una segunda parte, no caer en la repetición (bueno, en cierta forma, si…) y triunfar. Aunque triunfaría para las masas de culto, porque creo que la segunda parte de esta saga no fue muy bien en taquilla. La primera parte, en cambio, no solo arrasó, sino que alcanzó su culto en parte, porque en Inglaterra fue prohibida, los distribuidores ingleses que trataron de conseguirla y exponerla en tiendas fueron detenidas, y Raimi tuvo que ir a juicio deprisa y corriendo… un auténtico berenjenal. En Inglaterra llaman a este tipo de cintas nasty movies, váyase a saber porqué. Todo este rollo, junto a la aportación de la frasecita de Stephen King en el poster (King, el ubicuo de los ochenta en el mundillo del fantástico) contribuyó a que la primera parte fuese un éxito.

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La tercera parte, ya entrados los noventa, fue más popular, y abandonó el gore y la dichosa cabaña para llevarnos a Ash a un mundo medieval (“¡Extranjerooooooo!”) donde unos buenos señores feudales sufren el acoso de los ejércitos de las tinieblas, que serán comandados por un doble malvado de Ash, el cual, para volver a su mundo, será incapaz de memorizar tres putas palabras de un conjuro, viviendo todo tipo de peripecias en un bosque, antes de poder liderar a las masas medievales oprimidas contra los muertos… un auténtico cachondeo. En su día estuve enamoradísimo de la protagonista femenina que le calienta la cama a Ash, Embeth Davidtz (aunque de eso hace casi quince años y la muchacha ha degenerado bastante…). A todo esto, en nuestro bendito país siguen sin dignarse en editar esta maravilla en DVD, mientras que por ahí fuera hay ya mil ediciones, incluyendo además el final original, en el que Ash se despertaba en una Tierra futurista destruida…
Una saga que muta, desde una historia gore sin concesiones (hay quien ha querido convencerme de que la primera Evil Dead es una comedia, pero no ha nacido quien lo logre) a un singular experimento que lo mezcla todo (secuela/remake, gore/comedia) a, finalmente, una disparatada comedia de aventuras. Junto con Darkman, me parece lo mejor del señor Raimi. Las escalofriantes invitaciones de los espectros del bosque a Ash (Unetenosssss) quedan en la memoria de cualquier aficionado al género.

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Volvemos a 1985… otra vez. Que gran año. En este año se esconde uno de los filmes que más me han influido en mi vida y formación como cinéfago, un auténtico mito de su década, por supuesto, estoy hablando de Re-Animator. La primera parte de la filmografía de Stuart Gordon es muy interesante (digamos, sus tres primeras pelis) aunque luego acabase dirigiendo productos alimenticios, de cierta dignidad técnica, pero poco más (Fortaleza Infernal) o ya directamente, telefilms insufribles con actores en paro (La hija de las tinieblas, con Mia Sara y Anthony Perkins). Sin embargo, su primer film fue una auténtica bomba. En principio, Gordon quería que adaptar los relatos de Lovecraft en una serie de televisión, pero la cadena a la que le ofreció la idea se decantó por otra serie “Historias del más allá”, o algo similar. Una vez conoció a Brian Yuzna, decidieron pasar de la televisión y hacer una película, y una vez escrito el guión, solo quedó ponerse al servicio de los hermanos Band, y su productora Empire (fabricante en serie de productos B y Z para todos los gustos, aunque ya hablaremos de ellos) que contaba con que Re-Animator sería el pistoletazo de salida para su entonces, reciente compañía. Y no se equivocaron, pues el film fue un bombazo importante en su día, hito del género. Mas o menos… uno de los hermanitos (no recuerdo ahora si Albert o Richard) plagió alegremente el tema principal de Psiscosis compuesto por Bernard Herrman para el presente filme, y tiraron para delante, con más bien poco presupuesto (solo hay un exterior en toda la peli, y es una foto fija).

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Jeffrey Combs (auténtico ídolo para mi, en la infancia) y David Gale fueron auténticos mitos de videoclub de sábado por la tarde, y Barbara Crampton, una auténtica musa para pajeros de todo el mundo, y admiradores de las rubias, en general.
La historia es bien sencillita, seguro que todos la conocéis: Herbert West (léase Best en el doblaje), un brillante y chiflado estudiante de Medicina, se muda de Suiza a las Américas tras la muerte, en extrañas circunstancias, de su mentor. Juntos trabajaban en un suero fluorescente amarillento/verdoso que se supone, resucita el tejido vivo. Una vez matriculado en la escuela Miskatonic de Arkham (o Arján, como dicen en el doblaje castellano) conocerá y compartirá cuarto con su compañero de estudios, Dan Cain (Bruce Abbot, careto ochentero) a pesar de las reticencias de su novia Megan (la Crampton). Además se ganará rápidamente la enemistad de un altivo y despreciable profesor plagiador de ideas, el doctor Hill, que no solo conoce métodos de hipnosis y control mental, sino que acabará decapitado y resucitado por querer robar el suero. Una vez el pobre hombre ha perdido la cabeza, sus acciones llegan a límites impresionantes, saliéndose bastante del juramento hipocrático. No tarda en liarse una ensalada de tripas, a merced de un ejército de zombis, cada cual más mutilado, a las órdenes de Hill, contra quienes nuestros héroes se enfrentarán.
Lo cierto es que la película parece el típico film de melodrama con pinceladas de terror, cualquiera protagonizado por un Bela Lugosi en horas bajas: el protagonista, galán romántico y héroe de la función, el científico chalado (dos, en esta ocasión) la novia secuestrada por el villano, los esclavos del mismo, deficientes físicos (y en este caso, mentales)…
Las escenas míticas, los diálogos impagables y divertidísimos, y los toques de humor absolutamente negro, sobre todo en frases de mi adorado West, convierten este filme en una cita ineludible para cualquiera que se inicie en el cine dicharachero y charcutero de los ochenta, una de las primeras paradas, de hecho. Desde el principio, con el mentor de West poniéndose colorado hasta reventarle los ojos, y la frasecita “¡No, todo lo contrario! Yo le di la vida” (y después, los títulos de crédito alucinógenos con la música plagiada de Herrman) a los pequeños destellos de locura de West (la rotura de lápices en clase, sus ataques de maniático friki histérico, como durante el ataque del gato resucitado, excelente escena “¡Dan, cuidado!” y se descojona cual enfermo mental; las conversaciones entre West y la cabeza del doctor Hill son también impagables “¿Quién iba a creer a un decapitado? ¡Busque trabajo en el circo!”, y desde luego, la escenita del cunnilingus a la musa Crampton por parte de la cabeza del doctor Hill, una escena extraordinariamente enfermiza y célebre. Durante el estreno de la película, al cual asistió el actor David Gale con su novia, esta, al ver la escena, se largó del cine y cortó con él, según se cuenta.
Yo recuerdo que en su día, mi hermano alquiló esta película y me permitió verla con él, a escondidas. Mi madre nos pilló más o menos a mitad de visionado, y le metió una bronca de campeonato a mi hermano, quitando la cinta en el acto, pero ya era tarde: me había enamorado. Incluso recuerdo posterior bronca de mi padre, porque yo entonces tenía… no más de diez, once años. Durante mucho tiempo pensé en la película, y en como terminaría.
Y lo cierto es que fue un éxito, editada por la gran Vestron Video, durante muchos años la carátula adornó las estanterías de los videoclubs, ensuciando con sus tripas y litros de sangre los cabezales de muchos vídeos. Luego estuvo desaparecida un buen tiempo, aunque hubo una reedición, que formó parte de una colección de cine fantástico editada por RBA. A parte de eso… el DVD de Selecta. Gran edición la de 3 discos, por cierto, os la recomiendo vivamente, pues incluye tres audiocomentarios, documentales, escenas eliminadas… muy interesante para los fans.

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O bien Bruce Abbot es un prodigio, el muchacho, o bien la Crampton provoca un efecto muscular en los hombres que sería de interesar que la ciencia lo investigara...

Hubo dos secuelas. En Beyond of Re-Animator ni siquiera me voy a parar, está demasiado alejada de la franja temporal que representa este post, y me pareció muy malucha. La novia de Re-Animator estaba un poco mejor, pero era una serie B rozando la Z, absurda, mal rodada, innecesaria y carente de estos toques de brillantez que sí poseía la primera parte. Los dos científicos regresan a Arkham después de ser médicos de guerra, y allí West decide crear un ser humano a base de trozos. Para convencer a Dan, que parece un poco hasta los cojones de estos sucios experimentos, le demuestra que va a poner en ese cuerpo el corazón de su amada Megan. ¡Ridículo! ¿Con poner un corazón en el cuerpo ya va a ser la Megan de antes? ¿Los recuerdos, las experiencias de amores pasados, se guardan en el corazón? ¿Lo ha descubierto West científicamente? :mparto :mparto :mparto
Pero aún es más descacharrante la forma en que meten, con calzador y a empujones, al doctor Hill: su cabeza está en una bolsa en un depósito de Arkham, y en la misma bolsa, una botella del suero. Pe… pero… ¿Qué HACE ESA BOTELLA AHÍ? ¿Es que los restos humanos de la tragedia del primer film no fueron analizados? ¿Los metieron en bolsas de basura y ya? ¿Nadie se molestó en analizar un frasco que contiene semejante sustancia, tan llamativa? Y atención, aparece un celador negro por el almacén, que descubre la cabeza. No se le ocurre nada mejor que inyectarle el suero, sin tener ni puta idea de lo que pasa, en plan “a ver que hace esto”. ¿Se estaría sacando el celador la carrera de Medicina por CEAC y querría hacer sus prácticas en el hospital? Demencial. Seguro que se me ocurre una docena de maneras de meter al personaje con mayor naturalidad y sin tanto ridículo. La película, pues, me parece muy inferior a la primera, aunque a mi Yuzna… no me hace especial tilín. En resumen, una película que es parte de la historia del fantástico ochentero, con un personaje genial (West, a ver cuando sacan alguna figurilla suya :juas ) y un buen puñado de momentos que van directos a la historia del cine (de serie B). Lástima que Gordon se echase a perder, pues apuntaba como alguien capaz de crear atmósferas muy conseguidas…


Finiquitadas las sagas de zombis principales, quiero reseñar unas cuantas películas sueltas muy representativas para la época, y empezaré con Muertos y enterrados, un film de 1981, dirigido por Gary Sherman y con un guión de O’Bannon y Shusett. Protagoniza James Farentino, y cuenta con caretos conocidos como secundarios, desde Jack Albertson a Lisa Blount o un joven Robert Englund pre-Freddy. Todo comienza en una playa. Un fotógrafo turista va haciendo fotografías de la costa, y en el pueblo costero de Potter’s Bluff (que no os influya negativamente el nombre del pueblo) se encuentra con una joven. Charlan un rato, y finalmente ella le enseña las tetas y le deja manosearlas. Una vez la cosa se pone caliente, aparecen unos vagabundos que, junto con la chica, desfiguran y torturan brutalmente al hombre. Ese es el impactante inicio de la película.
El sheriff (Farentino) tendrá que investigar estas extrañas muertes o desapariciones, pero le resulta complicado: los asesinados, sin motivo aparente, vuelven a la vida, sin desfiguraciones, y permaneciendo integrados en el pueblo, sin, al parecer, deseo alguno de marcharse… un vejete, el forense local, parece ser el responsable, o al menos, sabe más que nadie: está obsesionado con devolver a los fiambres mutilados su “belleza”… ¿y su vida?
Se trata de una película melancólica, de inquietante banda sonora, centrada en una población que es en realidad, un microcosmos cerrado y brutal con los extraños que entren en ella. Un pueblecito, por cierto, que tiene ciertas semejanzas con Insmouth, o cualquier otra población maldita salida de la pluma de Lovecraft: pueblecito pesquero cerrado, de sospechosas prácticas entre sus residentes, hostil a los forasteros, con enormes caserones que datan de siglos atrás, algún libro prohibido de magia negra por en medio… sin duda, unos detalles muy sugestivos. Poco más puedo contar sobre el argumento sin contar demasiado, pero no quiero dejar sin reseñar la INOLVIDABLE actuación de Farentino como sheriff de esa población, que poco a poco comienza a sospechar que todos quienes le rodean (sus vecinos, sus amigos… ¿su mujer?) han cambiado y son otra cosa.

Se trata, obviamente, de muertos vivientes, resucitados por el viejo forense, por medio de algo de magia negra (se dan pocos detalles al respecto, lo que me parece un acierto). El propio sheriff está muerto, naturalmente, solo que es la creación más perfecta del forense interpretado magistralmente por Albertson, porque él no sabe, no recuerda que es un muerto, que está muerto. Así, ese forense tan simpático es realmente un “pequeño Dios” de bata blanca, que controla todo lo que sucede en el pueblo, aumentando sus filas gracias a los forasteros que aparecen, y que son brutalmente asesinados por sus “criaturas” para que luego él pueda restaurarlos y darles la vida de nuevo, una vida anclada para siempre en esa comunidad infernal.

Muy recomendable, si podéis, echadle un vistazo, porque vale la pena. Atención al poster, uno de los más impresionantes y reconocibles de su época, con esa línea publicitaria “De los creadores de Alien… llega un nuevo terror a la Tierra”. Sublime.

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Paso de puntillas sobre La serpiente y el arco iris, sobre todo porque la vi hace demasiado tiempo (en VHS) y no recuerdo casi nada, solo que la impresión que me daba era la de estar viendo la mejor película de Wes Craven (Pesadilla… aparte). Bill Pullman es un ¿periodista? ¿Investigador? Que visita Haití con la esperanza de descubrir que hay de cierto en la leyenda de una sustancia indígena, usada en los rituales de vudú, que convierte a las personas en zombis… sus metidas de pico donde no le importa no serán bien recibidas por el jefe de policía, que decidirá darle su merecido. Creo que debe ser bastante popular en el fantástico ochentero, aunque yo no la tenga para nada fresca, recuerdo solo algunas alucinaciones de Pullman, y la publicidad de la carátula “¡No me enterréis. No estoy muerto!”. Prefiero la Pesadilla en Elm Street


Fred Dekker. Un autor de serie B ochentera que se malogró brutalmente dirigiendo Robocop 3, cayendo en el más absoluto olvido. Su carrera empezó prometedora, con el guión de House, una casa alucinante, y dirigiendo dos joyas: Una pandilla Alucinante (ya hablaré largo y tendido sobre ella) y por supuesto, esta comedia zombiesca de Institutos americanos, babosas “ultracuerpos”, psycho killers, polis ochenteros, bailes de graduación… ¡tiene todo lo que un espectador de la época podía desear! El terror llama a tu puerta...
La historia comienza con un prólogo en blanco y negro, imitando la típica película de ciencia ficción cincuentera: parejita en el coche besándose recatadamente, policía del barrio explicándoles que ha escapado un maníaco del manicomio, caída de un meteorito en las cercanías… de ahí pasamos a los ochenta. El Instituto Corman será el epicentro de los sucesos, donde una incursión al centro médico para robar cadáveres con el fin de gastar una novatada (típica y normal actividad de los estudiantes americanos adolescentes en los ochenta, ya sabéis) desencadenará la aparición de unas babosas del espacio que se cuelan en los cuerpos humanos, convirtiéndolos en zombis. Con el baile de graduación bien cerquita, el contagio zombi se empieza a extender. Solo un policía, aquel que en los años cincuenta se encargó de hacer justicia con un psycho killer, sabrá lo que está pasando, y hará frente a los zombis junto con el prota (típico nerdillo) y la “chica guapa” del Instituto, Chintya Cronenberg (Jill Whitlow, uno de mis mitos eróticos de juventud… que belleza de muchacha, y quien diga lo contrario, tendrá que vérselas con Henry Morrison.).

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Cronenberg y Corman no son los únicos nombres “inspirados”, el personaje de Atkins se apellida Cameron, y por ahí danzan otros dos policías, apellidados Landis y Raimi… un auténtico festín de homenajes absolutamente encantadores al cine de ciencia ficción en plena Guerra Fría, a los directores que le gusten o le inspiren. Un plato ochentero especialmente preparado para el consumo rápido en su momento, pero que hoy puede catarse con bastante agrado.
Por supuesto, idiota de mi, no dejaré de mencionar al grandísimo Tom Atkins. Un tipo que daba a los personajes que interpretaba un aire de confianza, que podía ser simpático al espectador, casi en los primeros minutos de su presencia. Le hemos podido ver en Maniac Cop, protagonizó La niebla de Carpenter, y el mismo le reservó un papel para Rescate en Nueva York. Por supuesto, su presencia aquí es inolvidable, recuerdo el momento en que confiesa haber asesinado y ocultado el cadáver de un psicópata, y naturalmente LA frase, SU frase, la frase que se hizo popular, y que demonios, lo es todavía hoy, hay foros donde la gente lo lleva o ha llevado de firma. Ya sabéis, chicas, dos noticias, una buena y otra mala: la buena es que vuestros chicos ya están aquí… la mala es que están muertos. Lo estoy escribiendo con una sonrisa de oreja a oreja solo con recordarlo. Aquí el film estuvo editado por CBS FOX, mítica distribuidora de las carátulas grises con el logo impreso en el plástico, que ponían trailers sobre todo AL FINAL de la película, en lugar del principio. Así sin pensarlo demasiado, editaron Destroyer Brazo de acero, House, una casa alucinante, El vuelo del navegante, la cuarta entrega de Pesadilla en Elm Street… lástima que no sepa capturar VHS, de vez en cuando si quiero salvar alguna película de VHS se lo tengo que pedir a algún amigo, si supiera capturaría y os subiría tráillers de la época a porrón: HASTA LOS DOBLADORES de los trailers eran estupendos.
No quiero desvariar más. El terror llama a su puerta (¡pues no le abras! Como decía un buen compañero de este foro) es perfectamente disfrutable hoy en día. Hay películas de aquella década que, vistas con los ojos del siglo XXI, son imposibles de disfrutar, son de los ochenta, si las sacas de ahí, las matas. Pero esta no es una de ellas…
¿He dicho ya que Jill Whitlow está buena?

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Hace cosa de una semana, poco más, en una conversación con el buen Dussander, él me dijo: “Henry, no puedes hacer un megapost de los ochenta, capítulo zombies, sin meter el Thriller de Michael Jackson”. Y yo le dije “Por supuesto que no; no te preocupes que le dedicaré una buena parrafada”. Ahora bien, resulta más fácil decirlo que hacerlo. Lo cierto es que no me siento animado a hacerlo: Michael Jackson ha muerto, y todavía lo tengo muy fresco como para poder escribir sobre ello. No es que fuese realmente fan de su música (me gustaba, pero no me mataba) pero él era parte de los ochenta, una parte bastante grande del panorama musical, y su muerte es triste para cualquiera que viviera su fama en esa época. Yo recuerdo un mini-reportaje sobre él que venía en una cinta, antes de la película en si: ahí si que se mostraba a los fanáticos, sus multitudinarios conciertos, las fans llorando como si se acabara el mundo, solo porque no habían conseguido entrar… luego ya se le empezó a ir la olla, y el artista, la persona, empezó a convertirse en leyenda, en escándalo morboso… a partir de ahí, ya pasaba bastante de él.
En cuanto al Thriller en si, pues fue un puntazo en la época, el concepto de “videoclip” se desarrolló tal como lo conocemos y se llevó al máximo de sus posibilidades en esa década: un musical de zombis protagonizado por Michael Jackson, sin duda debió impactar. Yo la vi en vídeo (la editó Vestron Video, los mismos que editaron
Re-Animator, entre otras, y la verdad es que tenía unos cuantos momentos que realmente, acojonaron a la chiquillería del momento. Yo recuerdo especialmente el final, justo antes de los títulos de crédito, los ojos amarillos con esa sonrisa… en su momento se me erizaron los pelos, os lo aseguro. Desde aquí mi modesto y querido homenaje a Michael Jackson, a su Thriller, su música, su presencia en general en esa época tan fabulosa que fueron los ochenta. Gracias, Michael :mutriste

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Bueno, ya para terminar, antes de pasar a lo casposo, quiero revisar algunas películas de “ultracuerpos” o ladrones de cuerpos… ¿Por qué donde, si no en zombis, pueden estar las películas de ese subgénero? Son, al fin y al cabo, autómatas que se mueven con un único objetivo, sobrevivir, y cuya mayor ambición es contagiar a los humanos y convertirlos en nuevos “ultracuerpos”.
Empezaré por el remake de Kaufkman, porque la de Siegel no la vi hasta que llegó el emule, y luego el DVD. En cambio el remake estuvo bien editada en vídeo por Warner, y ha habido tres o cuatro ediciones, vamos que “siempre” estuvo en los videoclubs, además de en la tele, la pasaron en algún programa, no recuerdo si Noche de lobos
Se trata de una película realmente inquietante y desesperanzadora, plagada de caretos más o menos conocidos, en papeles terroríficos: especialmente el señor Spock, Leonard Nimoy, y también, como no, Donald Sutherland. Cameo inquietante de Robert Duvall, aunque sobre todo, en su día me impresionó el cambio brutal que sufre el marido de Brooke Adams, de ser un tío vital, amante del fútbol y de follar con su mujer, se convierte pues, en un “ultracuerpo” un ser frío y sin sentimientos, ajeno a su mujer y a todo lo que le apasionaba.
También tenemos una pareja, formada por Jeff Goldblum y Verónica Cartwright (esta última siempre me ha dado pero que muchísima grima) amigos de Sutherland que junto con este y su amiga, se percatan de lo sucedido y tratan de impedirlo, por supuesto, condenados al fracaso. Me gusta mucho el entorno urbano donde se desarrolla el film, en San Francisco: si en la primera parte, todo se desarrollaba en la típica comunidad costera donde “todos se conocen” y “una buena mañana, tu vecino puede ser uno de ellos sin previo aviso” en este excelente remake, nadie conoce a nadie, todos van con prisas por la calle, entre empujones, ignorando asuntos ajenos, y tu vecino lo más probable es que pase el pestillo por la noche, seas un ultracuerpo o no. Esa paranoia, tan diferente, tan urbana, de “cada uno a lo suyo, todos solos” es extraordinaria: véase el acertadísimo cameo de Kevin McCarthy (conectando la película anterior con la presente) que es atropellado en una calle mientras intenta avisar del peligro. No solo no parece importarle a nadie, sino que más tarde, cuando Sutherland trate de comunicarse con los hospitales para enterarse de su estado, nadie parece conocerle, ni a nadie parece preocuparle que haya habido un atropello y la víctima esté ilocalizable. Extraordinario planteamiento. Y el plano final que cierra el filme es, obviamente, magistral y reconocidísimo: tal y como decíamos, nadie conoce a nadie, y en un mundo alienado y enardecido, no serías capaz de distinguir a tu vecino de una simple imitación perfecta.

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Hubo otro remake en los noventa, servido por parte de Abel Ferrara, y totalmente lamentable, así que os lo ahorraré y pasaré directamente a The Blob-El terror no tiene forma, una auténtica ochentada dirigida por Chuck Russell, remake (otro) de la película de McQueen. No he visto la original, pero este remake resulta realmente innovador y sugestivo: el entorno donde todo se va a desarrollar, una vez más, es un instituto, donde el rebelde de la clase, un solitario antisocial, precisamente por esa condición de diferente será el que haga frente a lo que sucederá: cae un meteorito a un bosquecillo, cerca de un pequeño pueblo. Un vagabundo, al acercarse, ve que del meteorito ha salido una masa viscosa, que se le pegará a su brazo. El citado protagonista, acompañado por la parejita de turno (ella, la chica que le gusta, él, el típico pijo) le llevan al hospital, donde no tardará en morir, y el novio pijo, también. A partir de ahí se forma un corre-que-te-pillo más que entretenido, con un cura lanzando maldiciones y verborrea histérica, muy quemada, y un control del Ejército que sella la ciudad, recomendando a los ciudadanos que no intenten salir. Si en los años cincuenta, el bienamado Ejército es el que salva al pueblecito del ente maligno, en los ochenta es el Ejército el que trae el mal, pues la masa no es extraterrestre exactamente, sino un arma biológica que los militares quieren recuperar, aunque sea a costa de sacrificar a todos los habitantes del pueblo. El guión (de Frank Darabont, por cierto) es simple, pero no le sobra ni le falta nada. Véase por ejemplo la metáfora del puente, ese puente que el protagonista siempre quiere salvar con su moto, pero siempre se mete una buena hostia. En cambio, cuando va con la chica que le gusta en la parte de atrás, perseguido por la masa de acuerdo a un plan para destruir al enemigo, es decir trabajando en equipo, consigue finalmente saltar el dichoso puente. ¿Simple? Si, pero más claro agua, también. Por aquí nos la editó Columbia, una edición sencillita y creo que única, no volvió a salir hasta que llegó en DVD (célebre la carátula de la mano monstruosa saliendo de la masa) y es la típica película que ver cuando la daban por la televisión, o en vídeo con los amigos, y que ahora, veinte años después, la revisas pensando que va a ser un pestiño, y te llevas una grata sorpresa: no pasará a la historia por su ingenio o su originalidad, pero es altamente reivindicable.

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Después, podemos mencionar la ciertamente serie B, bien resuelta y 100% ochentera: In-Natural, The Stuff. ¿No os suena? ¿Algo sobre un yogur adictivo que mata…? ¡Ah, ahora si! ¿Tampoco? ¡Bueno, pues a IMDB, leche ya! Dirigida por el incombustible Larry Cohen, protagonizada por un Michael Moriarty, chorreante de carisma, trata de un nuevo y revolucionario postre, el Stuff: barato, dietético, sabroso, etc… el postre más vendido y mejor publicitado de América. Un espía industrial con cara de lelo, pero más listo que el hambre, Rutherford (Moriarty) es contratado por una compañía rival de postres, para que descubra el secreto del Stuff y hunda la compañía. Con ayuda de una modelo que contribuyó a dar popularidad al postre, y un niño huido de casa porque su familia quería obligarle a comer Stuff a la fuerza, se irá infiltrando en el caso, dándose cuenta de que las irregularidades en torno al misterioso postre y su no menos misteriosa procedencia, no son simplemente un caso más de espionaje industrial o plagio de productos, sino una amenaza que no viene de fuera (dato curioso) sino de dentro de la misma Tierra, pues el Stuff brota del suelo en algunos lugares.
Mil veces pasada por televisión, y editada en vídeo por una casa distribuidora rarísima (Video8) se trata de una película bastante popular de boca a boca, aunque muchos no supieran el título, todo el mundo sabía de que le hablabas, y la habían visto alguna vez “la película del yogur asesino”. Tiene Un buen puñado de escenas absolutamente míticas, sobre todo en su inicio, con ese supermercado lleno de Stuff, la familia del chico protagonista enloqueciendo conforme se hacen adictos (impagable el plano del padre sentado de noche en el sofá, comiendo Stuff y sonriendo a su hijo “El Stuff es bueno para nosotros… mata nuestras cosas malas”. Escalofriante. También son impagables las escenas en las que aparece Paul Sorvino, un militar chiflado que vive atrincherado en el campo con su ejército, y se une a Moriarty cuando este le dice que los fabricantes de Stuff son comunistas o la aparición del yogur en grandes cantidades, y sin duda, la escena en que cierto personaje se descubre que está poseído, y revela que el Stuff se te come por dentro. Sus consumidores acaban por convertirse en meras cáscaras. Sin duda, toda la película es una alegoría en contra del consumismo, de comprar un producto simplemente porque está bien publicitado, y también una analogía sobre las drogas (de hecho, el final, totalmente irónico, muestra como el Stuff es metido de contrabando en Europa, como una droga más).
Cohen, sin duda, nos legó media docena de títulos míticos en los setenta y los ochenta, ya hablaremos de ello, sobre todo en el capítulo de “Monstruos” pero se trata de un tipo que, ya sea como guionista o como director, consigue conectar con el público y hacerle pasar un buen rato, sin más. No es un director que busque la “gloria” ni la perfección, solo el entretenimiento: una carcajada aquí, un escalofrío allá… y lo consigue, muchas veces, lo consigue.

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Caspa: ¿Caspa? ¿Zombis? ¿Años ochenta? Es INELUDIBLE comenzar con los Demons de Lamberto Bava. Personalmente, se trata de un director que se podía haber quedado en su pueblo haciendo churros, pastando ovejas, o vendiendo zapatos, lo que quisiera, porque como director, y más siendo hijo de un maestro del cine, no vale un pimientillo. Destacaría un par de películas suyas que valen para tomárselas a chufla, y quizá la primera no estaba mal, un giallo cutrecillo pero con cierta tensión bien lograda, Macabro. Más allá de eso, solo tiene películas absolutamente infames, auténticos bodrios que no valen ni siquiera para echarse las risas de rigor con la mayoría del cine fantástico italiano de los ochenta, y encima osó remakear una de mis películas favoritas, la obra maestra de su padre, La máscara del demonio, y lo hizo sin estilo alguno, ¡le salió como el culo!
Pero este hombre tuvo su éxito, al menos económico y entre el público más dicharachero y menos exigente, con las dos partes de Demons. La idea es realmente buena: nosotros estamos viendo una película donde las potenciales víctimas somos nosotros, es decir, los espectadores de una película de terror que acuden a un preestreno. El cine parece desierto, no hay nadie en la cabina de proyección ni parece haber algún otro tipo de personal, y poco a poco, los demonios de la película (de ellos) van “saltando” al mundo real, poseyendo a algunos de los asistentes en la sala. Quedan aislados por la caída de un helicóptero, y tendrán que enfrentarse a los demonios, y a la película.
No hay nada más, realmente. Un look cutre, unos personajes de cartón que están ahí porque si, aunque alguno sea mítico (el típico secundario negro cachas, ¿en cuantas películas ha habido un secundario así?) algo de verborrea, y sobre todo, unas escenas gore realmente conseguidas y repugnantes, que son el punto fuerte del film: transformaciones repulsivas con dientes cayéndose y fluidos verdosos, inolvidables debido al asco que producen (por youtube hay videos). No sé si hoy un producto así tendría cabida, demasiada sangre, demasiada repugnancia, es "gore sucio", en contrapunto al gore "limpio" y de diseño que impera hoy en las películas de cine fantástico. Lo bueno es que hasta un bodrio divertidillo como este SE VENDÍA MUY BIEN, con una publicidad excelente, carteles llamativos, frases pegadizas, marketing... (recuerdo un gran cartón con la forma del poster, en el videoclub... Bueno, el tema del marketing ochentero en los videoclubs da para otro post). Tuvo secuela, Demons 2 (pa que matarse a pensar otro título) que tenía lugar en un edificio de apartamentos donde se celebraba una fiesta, y los demonios entraban a través de la televisión. La segunda parte apenas recuerdo demasiado, la primera si, la tengo en VHS y en su día debí de verla veinte veces... "Harán de los cementerios sus catedrales, y de las ciudades vuestras tumbas". Impresionante. Ambas películas fueron distribuidas por el mítico sello Ópalo Films que distribuyó más de una italianada.

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Muy de pasada, menciono la cutrería de CHUD, estrenada en ¿adivinais? 1985, y su secuela, estrenada como CHUD: Reacción nomeacuerdoque, se trata de películas absolutamente lamentables, aunque eso si, con carátulas muy míticas, la primera trataba sobre unos residuos tóxicos lanzados a un río, cerca de un pueblecito cuyos habitantes comienzan a convertirse en seres repugnantes, y por supuesto devoradores de carne humana. No sé ni si llegué a ver la segunda parte, porque la primera era rematadamente mala (buenos FX, eso si... mas o menos).

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Ya para terminar (¡cuanto se ha alargado esto! Seguro que Barbara Crampton tiene algo que ver :juas ) no dejaré sin reseñar dos de las mayores cutradas que he visto en una pantalla de cine: el díptico de Cementerio Viviente. Stephen King se sacó de la manga una de las novelas más atmosféricas de toda su obra, pero como si fuese una suerte de Rey Midas mierdoso, todo lo que en libro le sale bien, al involucrarse él en el guión, se convierte en mierda. La perpetradora de esta "saga" (entre las diez personas más buscadas por el FBI) es una tal Mary Lambert, de la que también he podido ver un thriller noventero semi-erótico con caras bonitas, y estos dos engendros. En la primera, una familia americana se traslada a Ludlow, Maine (naturalmente) donde el padre va a ser médico en la Universidad. De entre los miembros de la familia, al actor que hace del padre, Dale Midkiff, le recuerdo de una serie de televisión donde hacía de un tipo venido del futuro, cuya "compañera" era una tarjeta de crédito de la cual surgía una mujer :hail creo que con eso está todo dicho; el niño, Miko Hughes, salió también en Poli de guardería y La última pesadilla de Wes Craven. Una carrera envidiable dentro del mundo del cine, sin duda. El único actor digno que se ve dentro de esta mierda es Fred Gwyne, el entrañable Munster (que salía también en Mi primo Vinny) y ni por esas, vamos. Se trata de un culebrón con zombis donde no se salva ni el gato (que en alguna escena, se nota que es un puto muñeco con bombillas en los ojos). Hay escenas ridículas como el atropello de camión, que yo no sé si sobre el papel estaban de otra forma, y se rodaron así por falta de tiempo o de presupuesto, pero es que es sumamente ridículo. Luego, cuando ya aparece el niño resucitado, Gage, no podría ser una masacre peor para el personaje: desde esas caras de malo que hace, que mis primos de cuatro años también saben hacerlas, a aquellos planos de "acción" en los que se nota claramente que es un muñeco. De pena. Luego sale por ahí un fantasma con la cabeza reventada intentando ayudar a la familia... lahostia :inaudito :inaudito :inaudito

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Eso si, la carátula acojonaba un rato, si no habíais visto la película, claro. Por aquí la editó, sino recuerdo mal, Paramount a través de CIC Video. Y la segunda parte, la Paramount directamente.
¿Como? ¿Que hay segunda parte? Pues si, la hay. Y aunque la física cuántica asegura que es imposible que sea peor que la primera, LO ES. Con Edward Furlong y Clancy Brown como elementos destacables del reparto, y la Lambert detrás de la cámara otra vez, lo vuelven a conseguir, y todavía más. Diálogos ridículos, escenas insufribles, histrionismos y sobreactuaciones varias... al típico matón de clase le destrozan la cara con una moto y aparece luego resucitando y vomitando yogur, repugnante. Y eso si, las escenas finales, con la madre resucitada rodeada por el fuego y gritándole a Furlong "¡Hijo mío quedate conmigo, la muerte es mejoooooor!" me empecé a descojonar cosa mala, tuve que secarme las lágrimas porque no podía más. Y si, la muerte es mejor que volver a ver esto, os lo podéis ahorrar.

Y aquí concluye el episodio de hoy :sudor :sudor ;)

Parte 6:

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En algunas religiones, el huevo simboliza los ochenta...
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Henry Morrison dijo:
el desquiciado Capitán Rhodes (Joe Pilato, casi lo mejor de la función)

Pilato también tenía su momentillo en "Zombie", por lo menos en la última versión que he visto de la misma. Se titula "Dawn of the dead: Extended mall hours Cut" y arrastra con todo el material exhibido, una gozada:

Version Original (Romero’s theatrical cut): 126 minutos
Versión Director's Cut (Cannes cut): 139 minutos
Versión Europea (Argento cut): 117 minutos
Nueva Versión The Extended Mall Hours Cut: 155 minutos

Si te interesa pregúntale a algún vago :L

Henry Morrison dijo:
TVE1 decidió emitirla en Nochebuena, justo después de Poli de guardería.

Increíble, yo tenía por ahí, hasta hace bien poco, la grabada que le pegué a semejante sesión doble :cuniao

Sigo leyendo...
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Henry, macho, te has vuelto a superar. Eres un auténtico crack. No he visto casi ninguna de esas (el género zombie sólo he visto Thriller y por lo que es) pero da gusto y ganas verlas.

¿Qué tienes pensado para el próximo post? (que sea marcianadas, que sea marcianadas, que sea marcianadas). :atope
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Bueno, pues un post jugosísimo, cómo de costumbre Henry. De entrada no noto que falte ningún título imprescindible :ok

Comentar que:

Cada día que pasa me gusta más la primera "Evil Dead" y menos las otras dos.

Que en efecto, "El regreso de los muertos vivientes" es la risa, pero en su día me cagué vivo.

Me han dado ganas de revisar "The Stuff" (magníficos carteles).

Jamás he soportado "El terror llama a su puerta", pero adoro "The Monster Squad". Lo de "joya" me ha llegado, no suelo leerle muchos piropos.
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Lennoniano, Una pandilla alucinante es una película realmente minuspreciada del cine ochentero... no sé, es una película de niños y para niños, no sé que más se puede esperar de ella. Si un adulto que la vio en su día la revisa, se echará unas risas, y si no la ha visto nunca, se reirá o no, le gustará o no le gustará, según sus preferencias (igual que a muchos adultos no les gustaría en su día, seguro). Por cierto, conocía esa edición de Dawn of the dead de 4 discos, pero ignoraba que estuviese "accesible" :disimulo

Atreyub, amigo mío... ¡cuanto te queda por disfrutar y gozar de este cine! Te envidio sanamente :dobleok
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Gracias Henry, por hacerme recordar todas estas miticadas !!

Sobre Re-Animator, totalmente de acuerdo, es la esencia de las películas de los ochenta, un clásico que no olvidaré en la vida..... vista en el cine de chico y quizás fue de las que más me impactó junto con Phantasm de Coscarelli, luego fue pillarla en VHS y revisionarla una y otra vez, y hace un par de años comprar la excelente edición de Selecta y volverla a disfrutar.

Sobre las secuelas, recuerdo que La Novia de Re-Animator no estaba tan mal, era como una continuación de la historia anterior... pero la de Beyond The Re-Animator que salía Santiago Segura, directamente apesta.

Y aunque no es propiamente una secuela y no es tan conocida, (yo la calificaría como un Spin Off de Re-Animator) es la gran Re-Sonator(From Beyond) del 1986, estaba realizada por el mismo director, equipo de producción y músico que la anterior y claro, también salían Jeffrey Combs y Barbara Crampton.
En su tiempo me flipó lo de la glándula pituitaria, su crecimiento y la posibilidad de interactuar con seres de otras dimensiones, los FX no estaban mal, aunque quizás se resintió por la falta de presupuesto.... para mí otro clásico de los 80.

http://www.youtube.com/watch?v=BwcVfZb-m7U
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

The Monster Squad es una joya, por favor, Lennoniano. Trata a los niños comno niños de verdad, nada edulcorados.

Night of the Creeps es maravillosamente divertida. Lennoniano, que te canto So Many People con vocecita a lo McCartney y que sepas que I sleep very well, thank you.

Henry, no me plagies mi amor por Jill Whitlow ¡YO FUI EL PRIMERO!

Y para acabar

http://www.youtube.com/watch?v=zbdIk-tswYM
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Hablando de FRom Beyond...

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Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Lo ha logrado (otra vez)... este loco hijo de puta lo ha logrado (otra vez)...

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Ahora quotearé unas cuantas cosillas cuando repase el post con más detenimiento... :babas

Atreyub dijo:
¿Qué tienes pensado para el próximo post? (que sea marcianadas, que sea marcianadas, que sea marcianadas). :atope

Hombre, viendo que en la foto del coming soon aparece el gran Louis Cypher... apostaría a que será un especial sobre ¡¡¡DIAABLOOOOOSSSS!!! (¿o quizás un reportaje sobre De Niro en los 80?) :cuniao

PD: Barbara Crampton essss míaaaaa... usssteed eees.. misseraaableeehhh...
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 4)

Henry Morrison dijo:
También hay momentos sumamente hilarantes, como aquel en que, para despistar a los zombis, el viejo científico loco va en una furgoneta tirando sesos de cordero mientras va anunciando “Al rico cerebro fresco”… :lol :lol :lol demencial.

Pe-pe-pero... ¡eso lo he visto! ¡Hace AÑOS y AÑOS, una tarde de verano viendo la tele! Joder, sí, no tenía ni idea de qué peli era y casi ni me acordaba hasta que he leído eso. Lo recuerdo como si fuese ayer, el vejete en la parte de atrás de la furgoneta tirando cerebros por la portezuela gritando "sesooooos, sesos frescooooos" y una recua de zombies detrás. :lol

Herbert West (léase Best en el doblaje)

Arkham (o Arján, como dicen en el doblaje castellano)

Es que telita con el doblaje de RE-ANIMATOR, eh... apestoso, es mucho mejor el redoblaje reciente del dvd (esto lo digo paraprobar la paciencia de Henry más que nada).

RE-ANIMATOR no es una película, es un puto festival del absurdo, de la comedia negra gamberra y bastante desvergonzada, que se sabe incapaz de tomarse en serio a sí misma (porque sin ese humor sería un bodriazo considerable) y eso se convierte en su mayor virtud. Las dos veces que la he visto, una solo y otra acompañado, me lo paso en grande. Peli de cerveza y amigotes, y perdón por el topicazo. :sudor

Además la escena de la casi-violación es tan jodidamente enferma y nerviosamente cómica que merece verse al menos una vez en la vida. ¡Y grande Combs!

Y el plano final que cierra el filme es, obviamente, magistral y reconocidísimo: tal y como decíamos, nadie conoce a nadie, y en un mundo alienado y enardecido, no serías capaz de distinguir a tu vecino de una simple imitación perfecta.

El plano final de LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS es inolvidable... y ya sé que está sobadísimo decirlo, pero es que joder... LO ES. :hail


Tengo que ver THE STUFF un día de estos... la pillé hace decenios en la tele y efectivamente no la recuerdo por el título, sino por "la del yogur asesino". ¡Además es Michael Moiary, el de TROLL, el de la marca de leche EL AMOR DE UNA MADRE Y EL CORAZÓN DE UN NIÑO... el de la gorra del Betis, joder!


Mi opinión sobre CEMENTERIO DE ANIMALES ya la conoces... y me niego a decirla ahora aquí porque podrían banearme por falta de respeto a esa zorra mamarracha puta de Babilonia a Mary Lambert. Sólo que la mencionada película es un continuo festival de "vaya escena más infecta, esto no puede ser peor... oops, veo que estaba equivocado". POCO DIVERTIDO.

"Papá... quiero jugar contigo."

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Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Henry Morrison dijo:
Atreyub, amigo mío... ¡cuanto te queda por disfrutar y gozar de este cine! Te envidio sanamente :dobleok

Te entiendo perfectamente lo que quieres decir con "cuanto te queda..." pero ahora creo que ya es tarde (pero nunca se sabe). Lo cierto es que cuando salieron todas estas cosas, en el 85, yo pululaba con 4 años. Comprenderás que mi mente sólo daba para Barrio Sésamo. :juas

Eso significa que eres muchísimo más mayor que yo. Ahí es cuando te envidio yo. :ok

Gracias por la pista, Dussander.
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Sorel dijo:
Hablando de FRom Beyond...

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Pedazo de hembra la Crampton y pedazo de parrafada. Eso sí, algunas fotos para enmarcar. Hay muchas peliculazas :juas que ni me sonaban y otras que ví hace años como la de El Cementerio Viviente II, que ya ni me acuerdo de nada, salvo de algunos actores. Imagina lo buena que debia ser.

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¿Has posteado estas carátulas? Hay algunas que no se ven :)

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Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Re-Sonator la tengo, en VHS original de Lightin Video :juas pero decidó meterla en el apartado de "Monstruos". También he hecho cierta distinción entre "ultracuerpos", los remakes de Siegel y aquellos que son "masas" (Blob, Stuff) los he metido aquí. Otros como La cosa de Carpenter, el caracol espacial de Hidden-Oculto y demás, irán en el apartado de "Monstruos". Apartado donde los monstruos no van a caber, ni literal ni metafóricamente :lol :lol

Por cierto, me olvidé de una impagable comedia de zombis con Treat Williams, Joe Piscopo y Vincent Price: Estamos muertos... ¿o que? Grandioso título, sin duda, y no menos grandiosa comedia ochentera (los peinados, los coches, las ropas, las camisas hawaianas o cazadoras de cuero...) una buddy movie de zombis.

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Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

¿Y SHAUN OF THE DEAD? Ah, calla, que esa es del 2004.. :cuniao
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Sorel dijo:
The Monster Squad es una joya, por favor, Lennoniano. Trata a los niños comno niños de verdad, nada edulcorados.

Night of the Creeps es maravillosamente divertida. Lennoniano, que te canto So Many People con vocecita a lo McCartney y que sepas que I sleep very well, thank you.

Jajajj

Exacto, una de las bazas de "Monster Squad" es esa, que no confunde lo infatil con lo infantiloide.

Y sobre "Night of..." me encantaría que me gustara (más para mí), no eres el primer fan que me advierte... Well they give me all kinds of advice designed to enlighten me, pero I just had to let it go...
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Joder¡ me habia perdido este post. Menuda currada, me lo he leido de un tiron y que recuerdos me ha traido...felicidades Morrison, pero espero mas como todos. Esto es muy adictivo compañero :ok
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Mike Blueberry dijo:
y que recuerdos me ha traido...felicidades Morrison, pero espero mas como todos. Esto es muy adictivo compañero :ok

Has dado en el clavo, Mike. Cada post trae recuerdos por ciertas pelis que algunas estaban super olvidadas. Encima, este Henry tiene el don de querer más, mucho más. Es tan adictivo como en su día fue el Tetris.
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Me alegro de que os haya gustado :ok He estado de vacaciones pero en breve atacaré de nuevo con la sexta entrega, más corta que la de zombis, eso si, sobre demonios, brujos, sectas y demás fauna satánica o pagana. Yo estoy disfrutando tanto como vosotros o más :dobleok :dobleok :dobleok Además este megapost me da la excusa necesaria para revisar cosas que quedaron en el olvido en los ochenta, y que para mi sorpresa, algunas almas que se han ganado el Paraíso (o el infierno, según se mire) han capturado de viejas cintas de VHS para pasarlo a DIvx y colgarlo por ahí, conservando así para la posteridad muchas cosas que creía total y absolutamente perdidas...
 
Re: El Megapost de los Ochenta (Parte 5: Zombies Inside)

Este fin de semana pongo la siguiente "entrega"...
Pero antes, quería compartir con vosotros una cosa que me ha pasado hoy. Sin duda para muchos, será una tontería, pero es un GRAN LOGRO para mi VHSfilia y mi VHS COLLECTION...

Ya que esta es mi última semana de vacaciones, esta mañana he preparado una acometida para ir al videoclub donde habitualmente "me pasan la mierda" eufemismo de "consigo mis VHS infectos y mugrientos". Se trata de un local que abarca una manzana, lleno tanto de VHS legendarios como de DVDs, todo abarrotado, no hay catálogo, si buscas algo lo tienes que encontrar, no te pueden orientar demasiado...
Sin buscar nada especial, llamé al timbre con la idea de llevarme un par de películas que recopilan "Cuentos asombrosos" que había visto la semana pasada, y mirar si habían puesto alguna "novedad". Y es que, en el rincón más oscuro del videoclub, junto a un enorme poster/mosaico de Lo que el viento se llevó, van trayendo películas antiguas de un gran almacén que poseen en Alicante. Cada dos semanas o así, traen unas treinta y las ponen allí.
A partir de la segunda ventana, comienza la sección donde tienen VHS. En la tercera ventana, la luz entra por allí iuminando el polvo que flota en el aire. Es la señal, os parecerá ridículo pero cada vez que me paro allí, me aparece un "sexto sentido" que me presagia si voy a encontrar alguna joya que lleve tiempo deseando poseer. No bromeo, así me pasó cuando encontré cintas tan admiradas por mi como "Destroyer Brazo de acero", "Resonator", "Razas de noche" o "Pesadilla en Elm Street 2". En todos esos casos sentí esa sensación...
Hoy no ha sido diferente. Me he adelantado hasta el rincón oscuro, suplicándole a la dueña que encendiese la luz allí. Así lo ha hecho He visto algunas joyitas que he ido apartando para llevármelas en caso de que no encontrase nada más: Orca la ballena asesina, El regreso del fantasma, una añeja producción Disney, y una cinta que recopila episodios de la serie "Mas alla de la realidad", o algo así, serie de la cual, Wes Craven dirigió algún episodio.

Todo ello ha quedado olvidado, de repente. Mientras mis ojos se posan en la carátula, me ha tenido que aparecer una sonrisa maníaca de oreja a oreja, de quien se encuentra un diamante auténtico en un mercadillo de baratijas. Ya no es que hoy fuese mi día de suerte, es que hoy ha sido... EL DÍA.
Desde que trabajaba en el videoclub, la buscaba. Allí la tuvimos, pero se estropeó debido al uso. Desde entonces, nunca la he vuelto a ver, ni siquiera en ebay, ni siquiera en el videoclub más rastrero de aquí a Arizona. Esa edición, sencillamente, había desaparecido. Ningún coleccionista parecía tenerla, en ningún catálogo la encontré. Pero os digo una cosa, en esto del coleccionismo del VHS, todo le llega al que sabe esperar. Si uno está atento, y no se despista, le pueden llegar a las manos joyas increíbles.
En su día, un coleccionista maniatico ofreció cuatro mil quinientas pesetas al dueño del videoclub por poseer esto, que yo hoy, he adquirido por dos euros:

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¡Mía, mía! ¡Por fin ha llegado a mis manos! ¿Por fin? Mientras la dueña del videoclub rebuscaba entre el pequeño almacén que tiene allí, donde supuestamente, están todas las cintas, yo me mordía las uñas. Os juro que me daba algo: ¿y si no la encuentra? ¿Y si desapreció hace años? ¿Y si????? :inaudito :inaudito :inaudito :inaudito :inaudito :inaudito
Al final, ha sacado la cinta, la ha metido en la carátula, y he llevado a cabo la transacción más esperada desde que comencé a adorar y coleccionar VHS conscientemente. Al principio, cuando el DVD estaba empezando a implantarse en los hogares, y los videoclubs comenzaron a caer como moscas, no podéis imaginar la depresión que me entró: cintas, muchas, muchas cintas de "mi época" iban a desaparecer. Y jamás tendría posibilidad de volver a encontrarlas. En unos pocos años se olvidarían (así ha sido) y desaparecerían por completo. En esa segunda predicción, puedo decir que me equivoqué.
Me dije a mi mismo que nunca perdería la ocasión de comprar un VHS (siempre dentro de mis gustos, nunca he comprado por comprar) cuando se me presentase la ocasión, y así, salvaría todos los que pudiera del olvido.
Y hasta hoy, así me ha sucedido. He comprado VHS antes que libros, antes que figuras de cine, incluso antes que DVDs (el número de VHS que tengo dobla, como mínimo, el número de DVDs). Y de vez en cuando, cuando, mendigando entre estanterías polvorientas, encuentro cosas como ROTOR, Destroyer, La carrera de la muerte del año 2000, la edición antediluviana de King Kong de Guillermin, la primerísima edición de La cosa de Carpenter, Juguete Mortal, Re-Sonator o como hoy, La noche de Halloween... es en esos pequeños-grandes momentos cuando me reafirmo que esta pequeña, absurda y solitaria cruzada, merece mucho la pena :yes :yes :yes :yes

PD: Sé que el que 90% del foro se estará diciendo "Pero Henry, si esta película la sacó Selecta Vision en unas condiciones muy superiores a ese VHS... ¿donde está el logro?" Yo creo que es precisamente en esa pregunta, y en la respuesta, donde reside la gracia de todo esto.
 
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