Respuesta: El Megapost de los Ochenta (Parte 7: Su solo pensamiento podía matar...)
VII:
Telequinesis y poderes mentales varios: He oído varias veces (e incluso leído en algún libro) que Stephen King “inventó” los personajes con poderes mentales a partir de sus novelas, sobre todo
Carrie. Tamaña tontería hace que me rechinen los dientes cada vez que me topo con ella, pues solo con imaginar la estupenda y olvidadísima
El Poder, de Byron Haskin (de la que Cronenberg
debió tomar buena nota para su
Scanners) película de 1968, y tantas otras que habrán, esa afirmación se cae por su propio peso.
Pero si. Algo de razón hay, porque Stephen King sacó esos personajes con poderes mentales del marco de la ciencia ficción, para meterlos en el mundo cotidiano y contemporáneo. Sus personajes no eran megalomaníacos que utilizaran su poder para doblegar a la sociedad y someterla a sus dictados, sino todo lo contrario: pobres diablos, personajes torturados cuyos poderes no son un don, sino
una auténtica maldición que los convierte en diferentes y los alejan de sus semejantes, de la sociedad.
Carrie (la novela) es un excelente estudio sobre una muchacha proveniente de una familia fanáticamente religiosa, que ha sufrido toda su vida una educación desviada y que ha sido prácticamente torturada por sus compañeras de clase. Es un patito feo metido en una situación que parece imposible de corregir. King intercaló en la narración toda clase de
extractos de libros, tratados científicos y entrevistas, para dar un aire de documental, de que todo lo que se contaba era un hecho real contrastado. Por supuesto, no lo es, y de hecho el motivo original de incluir esos pasajes “científicos” fue que sin ellos, la novela se le quedaba demasiado corta, pero la verdad es que esa forma de narración le da a la novela un toque de verismo muy de agradecer.
Brian De Palma, imagino, no se planteó en ningún momento añadir todas esas notas e informes, porque habría roto por completo la tensión narrativa, y ofreció simplemente una narración común, la historia de Carrie, un patito feo a su pesar que sin embargo, tiene el gran poder de mover objetos con la fuerza de su mente.
Tensión. Esa es la palabra. Sissy Spacek está maravillosa a la hora de demostrar toda esa tensión y frustración, como una cuerda que no da más de si: una chica que realmente quiere salirse del marginado esquema en el que, primero su madre, obsesionada con el pecado y los demonios del placer sexual, creyente de un Dios sin misericordia ni compasión, y luego sus compañeras de clase, muchachas frívolas de cascos ligeros, cuando no
auténticos recipientes de maldad con tetas, la han metido a golpes durante toda su vida. La primera escena es un partido de voleibol femenino donde vemos que Carrie trata de participar, pero es torpe, y nadie le confiaría el balón a una chica así. Luego llega la escena de las duchas, con una música apacible, rota por una situación cruda: la muchacha tiene su primera regla, y ni siquiera sabe qué es la menstruación. Sus compañeras solo son capaces de sentir asco, y le empiezan a lanzar tampones y compresas mientras le gritan (
una situación de intolerancia, crueldad y crudeza impensables en el cine comercial americano de hoy día).
Una vez llega el “pecado” tan temido por la madre, esa primera sangre tiene dos consecuencias: la primera, la madre de Carrie, una Piper Laurie sencillamente estremecedora en su exasperante interpretación, la castiga porque considera que su hija es ya una “pecadora” y por otra parte, sus poderes de mover objetos con la mente, apenas mostrados en cuatro sucesos aislados de la infancia, se disparan como una bala, desarrollándose hasta llegar muy, muy lejos.
No soy mujer. No sé si, desde el punto de vista masculino, le pediría a mi novia que saliese con otro tipo para “pagar” mis culpas en un agravio cometido contra el tipo. No lo creo, lo dudo bastante; pero es lo que hace Sue Snell (Amy Irving, una cara que volveremos a ver antes de que acabe el post) que participa en la “broma” de las duchas, más movida por la exaltación de la turba formada por sus compañeras que por su propia voluntad, y se siente fatal después. No se le ocurre otra cosa que pedir a su novio “popular” Tommy Ross (William Katt
con una peluca rubia que resta bastante seriedad, a su personaje y a la película) que acompañe a Carrie al baile de fin de curso, en vez de llevarla a ella. Por otra parte, otra compañera que también participó en la humillación, tampoco tiene intención de dejar las cosas como están: el putón de Chris Hargensen (Nancy Allen) molesta porque la agresión a Carrie la ha castigado sin baile de graduación, le pide a su novio, el macarra de Billy (un John Travolta en uno de sus escasos papeles de malvado, hasta que llegaron Castor Troy, y
Campo de batalla, la Tierra) que planee alguna putada para la pobre Carrie. Y la noche de la graduación…
De Palma fue uno de los "reyes del exceso" de su tiempo, ya empezó con la abigarrada y truculenta
Hermanas, una película/pastiche de Hitchcock, concretamente de Psicosis, y
Carrie es una muestra más, donde se empieza con una escena para molestar al espectador (las duchas) y se acaba con una masacre brutal de adolescentes donde Carrie es humillada de manera inhumana,
siéndole lanzados cubos de sangre de cerdo durante su coronación como reina del baile. Todo el colegio empieza a descojonarse ante la imagen de la pobre chica (no se sabe muy bien porqué) incluso la maestra de gimnasia, que se había supuesto, era su única amiga. Esa situación tan tensa culmina como no podía ser de otra forma, con
una orgía brutal de sangre y fuego donde Carrie usa sus poderes para castigar a todo bicho viviente.
Excesiva, y con una gran imaginería religiosa [spoil]atención a la escena de la muerte de la señora White, crucificada por cuchillos y trinchantes en la pared, movidos por su hija, en lugar de un simple infarto provocado, como en el libro... no creo que ese cambio sea pura casualidad, ni mucho menos[/spoil]
Editada aquí por
Warner Home Video en los ochenta, tenía una carátula aterradora: cuando era chaval, una de las profesoras la trajo a clase (no para nosotros, sino para su marido, pero la dejó en su escritorio y todos aprovechábamos cada segundo para mirarla) la carátula muestra a una Carrie de ojos alucinados cubierta de sangre y rodeada de velas. Semejante carátula se me quedó grabada, y años más tarde me la compré en la colección de Cine de terror de Planeta, que curiosamente, traía una carátula dibujada que no creo haber visto nunca en otro sitio:
Luego en los noventa tuvo una especie de secuela/pseudo remake, titulado
Carrie 2: La ira, que llegó a salir en VHS y que nunca me animé a ver, temiendo encontrarme el bodrio que seguramente era. La primera queda como una de tantas películas de terror de sábado por la noche, en otra época, claro, típica película para alquilar y ver con los amigos.
Ni más, ni menos. Y con final de susto. Pero de los que te hacían pegar un auténtico BOTE.
El señor Stephen King volverá a aparecer en este hilo, al fin y al cabo uno de sus temas recurrentes es el de los personajes con poderes mentales, pero antes, ciñéndonos cronológicamente a este post, no puedo dejar de mencionar
Patrick. Se trata de una película australiana dirigida por Richard Franklin (director también de
Psicosis II,
Link (una cinta con un mono enamorado de Elizabeth Shue y armado con un bisturí...) y
Road Games, con Jamie Lee Curtis. Con semejante currículum, no se sabría que pensar de
Patrick, una de las menos conocidas de este subgénero de poderes mentales... pues bien, resulta
una de las más intimistas y originales. En su día salió en VHS, en una edición antigua de la mano de una casa "de las raras", y luego estuvo desaparecida hasta que hace muy porquito, apareció en DVD por estos lares.
Tras un prólogo inquietante donde vemos a Patrick, un chico introvertido que asiste en plan voyeur a las aventuras sexuales de su madre con uno de sus amantes, planear el asesinato de ambos. Después, una joven doctora, Kathy Jackard, llega a un hospital donde Patrick está internado, y es que su caso es único y reconocidamente raro en el mundo de la medicina: Patrick
perdió los cinco sentidos tras el doble asesinato que cometió, y aunque permanece vivo en el hospital, está en coma, lejos de cualquier posible comunicación, y su único acto es el reflejo de escupir.
Poco a poco, la doctora comienza a percibir ciertos movimientos en Patrick, y empieza a sospechar que algunos accidentes y sucesos extraños se deben a él. Tal y como le dice su novio, "
la gente que pierde un sentido desarrolla los otros cuatro hasta límites imprevisibles. Patrick los ha perdido los cinco... ¿y si hubiera un sexto sentido, no habría sido aumentado hasta un punto incomprensible para nosotros?". Desde esa premisa se sucede la película, con algunas muertes (creo que tres, si no recuerdo mal) y donde el actor que interpreta a Patrick se pasa todo el metraje tumbado en la cama con esos ojos de loco, sin abrir la boca ni moverse físicamente.
Al final, las motivaciones de Patrick pierden interés, reduciéndolo todo a la típica historia de amor, y el final, susto sorpresa incluído, pierde fuelle, pero no deja de ser una de las películas más raras y originales que he visto, donde, para más inri, ni siquiera se explica como perdió Patrick sus cinco sentidos (se supone consecuencia del trauma de asesinar a su madre, pero eso lo supongo yo, claro).
En contra de todo pronóstico, hubo secuela (me la encontré hace poco en un videoclub, pero pintaba tan estrafalario que pasé). La secuela, además, tiene toda la pinta de ser un subproducto, viene de Italia y se titula
Patrick vive todavía.
Curiosamente, aunque en la carátula se puede apreciar claramente que es el mismo actor de la primera, el actor que interpreta a Patrick es otro totalmente diferente:
en la mejor tradición del cine cutre salchichero que nos llegaba desde Italia, entre otras naciones. Casi me dan ganas de volver y comprarla... ¿que contendrá esa polvorienta cinta? Quizá sea mejor dejarla donde está,
en el olvido
Carrie fue un éxito, más o menos, pero no funcionó en taquilla tan bien como se esperaba, y se le dijo a De Palma que quizás, esto era debido a
no incluir a ningún actor de primera fila en el reparto. Para corregir el error, en 1978, nos trajo
La furia, con Kirk Douglas. En la película tenemos caras conocidas, desde John Cassavettes haciendo de villano, a caras casi indisolubles al director, como la anteriormente citada Amy Irving, Charles Dunning, o William Finney.
Si antes hablábamos de exceso, aquí De Palma prácticamente se masturba con la cámara mediante una película muy, muy oscura, pero en el fondo, vacía. La admiro, pero a la vez la veo cargada de pretensiones que por lo menos, a
Carrie le faltaban, y un tono de parodia pura, de no tomarse en serio ni un fotograma del filme. Con todo, que quede claro que me gusta: la historia es bien simple, Peter (un Douglas convincente como hombre de acción) está en una playa de Arabia con su hijo, Robin, que tiene ciertos poderes telepáticos y va a ser enviado a un centro de educación para chicos con tales dotes. A ambos los acompaña un amigo íntimo de su padre, jefe de una agencia de seguridad, Childress (Cassavettes haciendo de villano de cómic, pero aún así, soberbio). En la playa se produce un ataque terrorista y todos dan a Peter por muerto. Childress se convierte en tutor de Robin, pero Peter no ha muerto, sino que ha descubierto que su amigo provocó el ataque para quedarse con el chico y entrenarlo como arma de destrucción, explotando sus poderes.
Algunos años después, Peter se ha convertido en una sombra, un hombre acosado por los matones de Childress, que ha averiguado que está vivo y
le persigue por todo el globo. La única obsesión de Peter es hallar a su hijo, y para ello se servirá de una tierna adolescente que está empezando a descubrir sus poderes, los cuales causan dolor a quienes la rodean (Amy Irving) y que será codiciada muy pronto por el personaje de Cassavettes. Mientras tanto, Robin permanece en una instalación militar, sometido a pruebas y drogas que
lo han ido alejando progresivamente de su humanidad, hasta convertirlo en un maníaco...
La película es oscura, jodidamente oscura. No hay ni un personaje que conserve la inocencia, o que se mueva por motivos altruistas, ni siquiera
el héroe de la función puede ser considerado como tal, el personaje de Douglas es un ser encolerizado, acosado, deshumanizado, que utiliza a las personas para llegar hasta su hijo; su motivo es noble, pero sus métodos no distan mucho de los de su colega; que decir de Childress, un embustero que dirige una oscura agencia, pero cuya auténtica motivación no es quedarse a Robin para su beneficio, sino
entrenarlo como máquina de matar y venderlo como arma a alguna potencia extranjera, el propio Robin ha acabado convertido en un puro impulso, en un ser que vive a base de drogas y engaños, rodeado por una cortina muy débil, y si esta se cae... incluso la chica desesperada y atormentada interpretada por Amy Irving, cuyos poderes la llevan a herir a los demás de forma totalmente involuntaria e inesperada, acabará encontrando también su lado más oscuro. Quizá fue esa visión tan negra lo que llevó a la película a fracasar en taquilla, o el mencionado tono de comedia, pues hay escenas como aquella en la que un Douglas en calzoncillos se cuela en una casa, donde la abuela de la familia atará a su marido y algún familiar más, para que Douglas pueda vestirse, comer algo y escapar completamente,
una escena desquiciada que ningún espectador podría esperarse en una película como esta, casi el único toque de humor (absurdo) del film).
Editada aquí por la gran
CBS/FOX, y porsteriormente reeditada, que yo sepa, una sola vez, en una colección de quiosco que incluía otras películas de fenómenos "paranormales" como El ente, La profecía, o La mosca de Cronenberg (sic). La edición antigua la conseguí hace tiempo, y según se me dijo, era una de las más viejas que se conservaban, y en la carátula se notaba. Curiosamente, cuando la metí en el vídeo, la vi en perfectas condiciones de visionado, e incluía un trailer de la primera Pesadilla en Elm street en vídeo, por "solo" 2.995 pesetas
A Cronenberg le costó un riñón rodar
Scanners. Ya tenía que haberla rodado antes, se supone que cuando escribía
Cromosoma 3, en realidad, debía escribir un guión titulado
The sensitives, sobre personas con poderes mentales destructivos (tiempo atrás había intentado vender a Roger Corman un guión parecido, titulado
Telepathy 2000). Pero debido a sus problemas familiares, lo que escribió fue la dichosa
Cromosoma 3 y tras ello, se puso con el proyecto de los telépatas, que acabó siendo lo que hoy conocemos como
Scanners: con un rodaje infernal, sin guión (literalmente, se fue escribiendo mientras se rodaba) casi sin escenarios, sin tener claro si la película se podría terminar o no...
Al final, fue su primer éxito económico rentable. Número 1 en taquilla USA en el verano de su estreno, con una escena que alcanzó el estatus prácticamente
de icono del fantástico, la cabeza de un explorador estallando violentamente en una nube de sangre. No es fácil olvidar a su villano, un megalómano asesino, empujado a la locura por la sociedad, despreciado, y ahora, altamente destructivo, pretende conquistar el mundo que una vez lo rechazó. Tópico, si de comic casposo de la
Zona 84, tal vez, pero funciona. Michael Ironside hace un gran trabajo creando a su personaje, el desquiciado tirano Darryl Revok, el cual está minando poco a poco la organización de ConSec, corporación privada de dudosos proyectos y
aún más oscuro pasado que lleva un "censo" de estos exploradores, y controla a multitud de ellos. Para poder poner fin a la masacre de Revok, el doctor Ruth (Patrick McGooghan) recluta a un explorador dejado de la mano de Dios, y convertido en vagabundo, Cameron Vale, que será entrenado para infiltrarse en la organización de Darryl Revok, y por supuesto, destruirlo. Naturalmente, a Vale no se lo cuentan todo, y es que
hay mucho que esconder sobre los exploradores, sobre Revok, y sobre él mismo... me gusta ese tono desesperanzado en el cual, ni el bueno es un héroe (extraordinaria al respecto la escena del "gimnasio") y el malo lo es un poco a pesar, un alma torturada que solo pretende castigar un mundo que él considera injusto y caótico, el mundo de los mortales corrientes.
No me voy a extender mucho, ya se habló en su día en el post de Cronenberg. Baste recordar que, pese a tener un guión con más agujeros que un queso gruyere, y notársele el bajo presupuesto y el rodaje apresurado y loco, se trata de una película que
desprende una impresionante energía, con unos efectos especiales en su día, míticos (no solo la cabeza que explota, sino las múltiples deformaciones posteriores, los cuerpos que arden y se marchitan, la carne que supura sangre...) obra de dos figuras como lo son Dick Smith y Chris Walas (este se ocuparía de los FX de
La mosca, y dirigiría la olvidable, aunque no del todo mala secuela) ambos,
auténticas vacas sagradas de los efectos especiales ochenteros.
Hay escenas memorables, como la visita al explorador artista que vive dentro de sus propias y atormentadas esculturas, o las revelaciones finales de Revok al protagonista (¿alguien se lo esperaba?).
Por último, reseñar que la carrera videográfica de esta película en nuestro país ha sido
más bien confusa. Yo siempre he conocido DOS ediciones, ambas cortesía de la casa
IVS , la primera y muy antigua mostrada una carátula donde una silueta tenía la cabeza incendiada (edición realmente vieja, vista un par de veces en algún videoclub). La segunda, también de
IVS, pero mucho más accesible, rondó los Blockbusters a finales de los noventa, y era la carátula de toda la vida, con Revok "dibujado" estallando. Pues bien, yo convencido de que eran las únicas ediciones rastreables, hace poco me topé en ebay con esta:
Se nota que es antigua (más antigua que la última), pero me pregunto cuantas ediciones saca la misma casa de la misma película. Ya van TRES ediciones de la mano de
IVS... un fenómeno curioso, nada más, pero que me llama mucho la atención, se nota que
ninguna de las tres es una edición pirata (las piratas iban distribuidas por casas "fantasmas" de nombres imposibles, y nunca se ponían el nombre de una casa auténtica que existiese).
Las secuelas las saltaré (muy por encima) en la, en esta ocasión, poco nutrida sección de "Caspa".
1983, Stephen King y sus torturados superdotados (cerebralmente) vuelven al cine en dos años consecutivos, con un abismo entre una y otra, en cuanto a calidad. La primera fue un proyecto de su cuarta o quinta novela,
La zona muerta, que tuvo bastantes problemas para existir: se le pidió a King que escribiese un guión, pero si bien "el de Maine" tiene (o tenía) un talento innegable para los libros, ha quedado demostrado que en el cine,
es un cero a la izquierda cuando se involucra. Así, según David Cronenberg "
el guión de King es lo peor que he leído en mi vida. Empezaba con Greg Stilson torturando a un niño en una habitación siniestra, y seguía a partir de ahí, cada vez peor". Obviamente, una vez el canadiense se metió en el proyecto, las cosa mejoraron, y su película La zona muerta es una de las mejores adaptaciones de la obra de King.
Un inmenso Christopher Walken interpretó a Johnny Smith, un profesor de literatura algo tímido, que está a punto de casarse con su novia Sarah (Brooke Adams). El destino quiere que una noche tenga un accidente de coche, que le deje a las puertas de la muerte, y
en coma durante cinco años. Al despertar, ya no tiene nada, ni trabajo, ni novia, ni piernas funcionales, pero es que además se ha traído algo del
otro lado: el poder de ver el pasado o el futuro de todos aquellos a los que toque. Así, salva a la hija de una enfermera de morir quemada, y le demuestra a su médico (Herbert Lom) que no está loco y que sus poderes son reales, al reunirlo con su madre, a la que él creía muerto durante el genocidio nazi.
La película tiene la curiosa estructura de estar hecha casi
a base de sketches, no da la impresión de estar viendo una película completa, sino una especie de
miniserie por capítulos, lo cual puede parecer malo, pero le da un tono mucho más "épico" que supongo, es lo que se pretendía. Así, Johnny se encierra en su casa, con su padre, hasta que un sheriff (Tom Skerritt) de un pequeño pueblecito (Castle Rock, por supuesto) le pide ayuda para resolver una serie de violaciones y asesinatos de muchachas. Pese a su comportamiento racio, finalmente accede. Luego, sirve como profesor para un niño de padre rico (Anthony Zerbe) que tiene problemas escolares, pero descubre que el niño acudirá a un partido de hockey sobre hielo, que el hielo se va abrir y todos los niños van a morir ahogados. En su nueva visión, Johnny ve una zona oscura, una zona muerta, y se da cuenta de que es una posibilidad: su poder no simplemente es el de ver el futuro, sino
que también puede cambiarlo con sus actos.
Es muy curiosa la reacción del padre del niño [spoil]Johnny salva a su hijo de una muerte segura, pero el padre no ha impedido la celebración del partido, y otros niños si que han muerto. Técnicamente sería culpa suya, pero él culpa a Johnny y lo expulsa de su familia[/spoil]
Finalmente, en casa del personaje de Zerbe, Johnny se encuentra a un carismático político, Greg Stilson (Martin Sheen) y al estrecharle la mano, ve un futuro negro para toda la raza humana, pues este hombre
provocará un auténtico apocalipsis con sus dementes acciones de megalómano... a no ser que alguien lo impida.
La película de Cronenberg,
La zona muerta, me parece bellísima, y a la vez, trágica, monstruosamente cruel para con su principal protagonista, que tiene que cargar a sus espaldas lo que él considera una maldición, y poco a poco, el destino mismo del mundo. Walken lo borda, pero los secundarios no son moco de pavo: Skerritt, Herbert Lom, Martin Sheen (que al final, cumpliría su objetivo y llegaría a la Casa Blanca
) Esos paisajes nevados que ilustran la película son perfectos para crear el estado de ánimo que Cronenberg pretende inculcarnos, el mismo que tiene su protagonista. A ello contribuye la banda sonora, curiosamente,
no del habitual Howard Shore, sino de Michael Kamen, que de todas formas crea unas melodías bastante buenas, melancólicas y tristes, perfectamente adecuadas para ilustrar la situación del protagonista.
Por aquí, en fin, nos la editó la casa
Thorn/Emi Video, que curiosamente también editó la película que vamos a ver a continuación, también basada en una novela de King.
Ojos de fuego, de Mark Lester (director de algunas joyas ochenteras de las que no tardaremos en hablar) iba a ser, en principio, dirigida por John Carpenter (que quería a Darwin Johnston para el papel que acabaría haciendo George Scott) pero al final abandonó, para acabar dirigiendo la no muy inspirada
Christine. Lester tomó el relevo y contrató a
un auténtico reparto de lujo para la época, un casting que ya quisieran muchas, pero que por desgracia, se ve aquí miserablemente desaprovechado: poco importa si metes a Louise Fletcher, Art Carney, Martin Sheen o George C. Scott, si luego vas a ningunear a los primeros, que apenas salen unos minutos en toda la película, y directamente a desaprovechar el potencial de los segundos. Además, la elección para el padre de la niña, protagonista de la película, no se pudo elegir a un actor más soso (he leído que se consideró a varios actores para el papel, y el que al fin lo logró, Keith David, fue la elección
número 14). A ver, el hombre lo intenta, pero a mi personalmente, no me convence en absoluto. Por supuesto, Drew Barrymore es la estrella de la función, recién salida de E.T.
estaba en el momento más propicio de su carrera.
La película está basada en una buena novela de King, del mismo título, en la que un hombre y una mujer se conocen durante un experimento del Gobierno en el que ambos se involucran por dinero. Una vez concluído el experimento, ambos se enamoran y deciden casarse, al mismo tiempo que empiezan a darse cuenta de que, tras aquel experimento, han adquirido poderes mentales. Algunos años después tienen una hija, Charlie, y no tarda en revelarse que esta puede encender fuego con la simple voluntad de su mente...
La película aprovecha algunos de los planteamientos de la novela, pero
también desaprovecha episodios muy, muy atmosféricos, como el experimento en si, una escena en la novela, realmente oscura, una experiencia que dura varios días en los que el prota sufre todo tipo de alucinaciones. En la película, la escena no dura ni cinco minutos y la verdad, no es lo suficientemente traumática. Lo que sí está bien contado es la pesadilla de sus padres al tener un bébé que puede quemarlos vivos (literalmente) y al que tienen que educar imprimiéndole miedos acerca de su poder, para conseguir que esta lo controle. Drew Barrymore, es de recibo,
no lo hace mal, debatiéndose entre el miedo, las rabietas infantiles y la tozudez del inicio de la adolescencia. Martin Sheen es lo peor, su personaje no tiene relevancia ni interés, y George C Scott se pone y se quita un parche a su conveniencia (en la novela, su personaje es tuerto y tiene la cara desfigurada por una explosión).
Esos son los puntos negativos de una película que los tiene, si. Pero no se desanimen los lectores, porque
Ojos de fuego me parece
una de las películas más entretenidas de la serie B ochentera, y dista de ser el bodrio que muchos se empeñan en ver ahí. Tiene sus fallos, expuestos bien ahí arriba, y sus valores, principalmente un guión que consigue reflejar a la perfección el nudo de la película y novela:
la relación entre la niña, Charlie, y su "cazador" y "cuidador" Rainbird (Scott). Sin duda sus escenas juntos son lo mejor del film, pues el viejo Scott captura a la niña con intención de hacerse amigo suyo mediante engaños, pues quiere matarla y también morir asesinado por ella, en una especie de
relación amorosa/paternal realmente chunga, que la película, ahí si, refleja bastante bien. Una banda sonora del grupo Tangerine Dream que es increíble, el tema principal lo llevo siempre en el MP4 y me despierta recuerdos y sentimientos enormes de aquella época. La fotografía, igualmente, nos remite a la serie B ochentera, tan querida por algunos, tan odiada por otros, pero que a mi me parece, le va como anillo al dedo.
Como colofón, referir la breve aparición de Heather Locklear como madre de la joven Barrymore, y que aquí está absolutamente adorable (siempre me enamoró esta muchacha). El VHS de esta película lo tengo entre mis más cuidados, sobre todo porque conserva
el doblaje original, bastante superior al del DVD, que es redoblaje, anque nadie se haya dado cuenta, ni a nadie le importe
En su día recuerdo haber querido alquilarla, en el videoclub tenían dos copias, las dos siempre juntas en la estantería, y durante al menos dos semanas, estuvo alquilada de continuo, llegaba yo al videoclub y me soltaban "hace diez minutos que se la han llevao", y así hasta que por fin, conseguí verla. Si la metemos en el subgénero de poderes mentales, las hay mucho mejores, y también mucho peores, como veremos a continuación, yo la pondría en término medio. Metiéndola en el subgénero de "adaptaciones de Stephen King" hubo muchas mejores hasta los noventa, pero a partir de los noventa, no cuento más de tres que superen a
Ojos de fuego. En fin, como casi siempre, cuestión de gustos.
Caspa: La verdad sea dicha, pensando en películas casposas del subgénero en concreto, no me salen muchas, lo siento. En su día vi algunas serie Z como
Mutación mortal que trataba sobre unos misteriosos experimentos que daban a los cobayas el poder de reventar cabezas con su solo pensamiento. Si, Scanners caló hondo, no lo dudéis. Hubo muchas de ese estilo, americanas, canadienses, italianas... de todo. Fue una época donde s
e rodaban bodrios a mayor velocidad de la que se podían editar. Hay por ahí mucha mierda olvidada, mucha caspa tirada, olvidada por el mundo. Algunas veces me he dicho a mi mismo "Henry, ¿no estarás ofendiendo a Dios? Si estas películas están olvidadas, por motivos sobrados será, seguro..." pero no puedo evitarlo. Que se le va a hacer. A veces, cuando revuelvo por mi colección, veo cosas que me asustan hasta a mi. "AH, pero esto existe!!!".
Las secuelas de
Scanners crecieron como moscas en torno a la mierda.
Scanners II, el Nuevo orden la vi en su día, con una carátula similar a la de la primera, donde un tipo estaba a punto de reventar, editó
Lauren Video Hogar;
Scanners III, en cambio, no tengo noticia de que se editara hasta que salió en DVD (cuando las editaron en DVD, las reeditaron en VHS... si, aún fabricaban VHS entonces). Por lo poquísimo que recuerdo, se trata de películas malas que tienen poco o nada que ver con la joya de mister Cronenberg, y menos todavía las, al menos dos entregas de la "continuación bastarda" que es
Scanner Cop, cuyo título sirve para describirlas mejor que cualquier sinopsis. De todas formas, las de Scanner Cop caían ya en los noventa, y se sumergen en la serie B noventera, que fue decayendo a pasos agigantados, hasta quedar fagocitada. Porque la serie B bien entendida, hoy, nada, o casi nada.
Me quiero centrar, en este apartado, en dos películas concretas:
Combustión espontánea, y
Evilspeak: El legado del diablo. La primera supone la triste caída de Tobe Hooper en el fango, del que nunca saldría. Si hasta finales de los ochenta se había mantenido como un discreto artesano de cosas curiosas, divertidas, guasonas y cachondas como
Lifeforce-Fuerza Vital,
Invasores de Marte o
Masacre en Texas 2, la citada Combustión Espontánea supone el fin de su carrera potable, hundiéndose más y más a partir de ahí en
subproductos cada vez más lamentables, telefilmes rodados en el extranjero con cuatro duros, coproducciones chungas... una verdadera pena.
En cuanto a la peli en si,
lo mejor es el prólogo, donde una modosa y fotogénica pareja en los años 50 participa en un experimento para vivir durante unas semanas en un búnker nuclear. Se hace un reportaje del hecho para tranquilizar al público y mostrarles lo seguros que son los búnkers. La pareja, claro, encerrada bajo tierra durante semanas con latas de conserva y una radio,
entretienen el tiempo en diversos actos sexuales, y cuando el experimento acaba, se casan y tienen un niño. No obstante, tras el parto, ambos progenitores estallan misteriosamente en llamas, y años después, su hijo Sam (Brad Douriff) es un muchacho que sufre jaquecas misteriosas.
Hasta el momento, el argumento no pinta nada mal, ¿no? Un argumento muy deudor de la misma
Ojos de fuego, de una serie B más... ¡pues no! El guión
debe ser uno de los diez peores jamás escritos. Yo, sinceramente, lo podría haber hecho mejor. Da la impresión de que se cogió el guión de un crío de quince años, de algún concurso de guiones de biblioteca de pueblo, cualquier espectador asiduo al fantástico sabe lo que va a pasar a kilómetros de distancia, y nos mezclan
corporaciones gubernamentales con una super conspiracion, y con un tio en la radio que tiene visiones, habla con los espíritus y además siente "un gran peligro" en torno al protagonista. ¡Es que todo está confuso! El prota no se comporta de forma coherente, su "evolución" es totalmente increíble, pasa de ser prota torturado a ser una especie de monstruo asesino desatado, por no hablar de los personajes que le rodean, todos
dignos de la serie Z más casposa jamás rodada, se comportan según le apetece a Hooper. Unos FX de lo peor del panorama por aquella época, y una dirección de telefilm por parte del amigo Hooper completan el invento. Atención al final, la CHORRADA más grande que JAMAS he visto en una pantalla. Eso si que es deux ex máchina, y lo demás son tonterías, y encima, con unos nefastos trucos visuales que no engañan a nadie. Básicamente, acaba usando el recurso de "lo hizo un mago" a mansalva. Mala, mala y casposa, con unos quince o
veinte minutos iniciales prometedores, que devienen en una de las mayores basuras fílmicas que veremos pasear por este subforo. De todas formas, la tengo en VHS (la cáratula mola) pero se halla en las profundidades más oscuras de la estantería más abandonada de mi colección. Un gran poder (por ejemplo, películas de destrucción masiva
) conlleva una gran responsabilidad.
La otra película que quiero tratar es
Evil Speak (se editó aquí en VHS como
El legado del diablo). Me planteé ponerla en el post de Satán y satanistas, pero su argumento a lo Carrie, ty los poderes del prota merecen caber aquí.Básicamente, un muchacho que atiende al nombre de Stanley Coopersmith recibe palizas y humillaciones varias de sus compañeros de la academia militar. El muchacho es el típico pringadillo solitario que esquiva a los matones, eso cuando lo consigue, para colarse en la iglesia de la academia. Allí, como en toda buena academia militar, hay unos cuantos libros arcados que
explican a la perfección como convocar a Satán, y cómo conseguir poderes mágicos horribles. ¿Acaso en vuestra academia militar no había libros de esos?
El caso es que pasa los textos a un ordenador (fondo negro con letritas verdes) para conseguir los conjuros que deriven en la consabida orgía de sangre contra los matones de sus compañeros. Se trata de un bodriete que se inunda en los abismos de la serie Z casposa, sin que reconozcamos al director o a los actores (el prota es hermano de Ron Howard
)
Solo para enfermos ochenteros, abstenerse el resto. En cuanto a calidad, es casi tan mala como el bodrio comentado en la sección anterior,
Lucifer (y que también tenía un argumento muy similar).
Como de costumbre, ruego, si he olvidado algo, me lo comentéis
La siguiente sección será muy BESTIA:
Monstruos. Ahora bien, la palabra y el cine de los años ochenta y alrededores abarca DEMASIADO por lo que no podré hacerlo de una sentada, en un solo post (se colapsaría el foro, y Manu me mataría
) así que, tras devanarme los sesillos, he decidido estructurar el post de los monstruos en tres "secciones", en tres post distintos:
-Primero, que será el siguiente que escribiré, monstruos "naturales". A partir del
Tiburón de Spielberg, desde el mar, la tierra y hasta el aire nos llegaron bichos que existen en nuestro amado planeta, aunque no son realmente tan malos como nos los pintaban, a ellos va dedicado el siguiente post: tiburones, pirañas, orcas, barracudas, ranas, insectos, caimanes... ¡de todo!
-Segundo, monstruos más bien "clásicos" que vengan en cocktail (aquí entrarían
Una pandilla alucinante, o
Museo de cera) y también monstruos creados por el Hombre, que vivan en la Tierra, o traídos por la magia, la brujería... aquí entrarían productos tan dispares como
Gremlins,
Ghoulies,
Pacto de sangre,
La puerta, los cocktails de monstruos ya citados...
-Tercero, monstruos venidos del espacio. De otros planetas, venidos en naves espaciales o en lo que se tercie; aquí cabrán cosas tan dispares como la excelente
La cosa, de Carpenter,
Payasos asesinos del espacio exterior,
XTRO y secuelas,
Alien y secuelas,
Depredador...
y muchos más (queda como más misterioso si añado esas tres palabras, ¿no?
)
Dadme un respiro que este va para largo, pero lo quiero hacer bien
Por último, me surge una duda cruel, que quiero compartir con vosotros, y es que hay una película que cabría en dos sitios, y no sé en cual de ellos ponerlo: ¿monstruos, o cine infantil? ¿Que opináis?
¡We'll Back!