A mi ni me parece culoduro ni pedante. Es prosa, y bastante buena en general. Espero que os refiaris a su estilo y no al hecho de tener que leer palabrejas sin dibujitos...
No es en absoluto necesaria para validar el medio, y no creo que lo haga con esa intención, pero el esfuerzo de erudición que es capaz de insuflarle al comic es maravilloso. No es muy común y en realidad no existe motivo para que no lo sea. Moore, tanto cuando funciona como cuando no, siempre actua con gran ambición y eso es algo que merece admiración. Es un gran ejemplo a seguir. Como ya se dijo alguna vez, si te vas a caer, por lo menos que sea intentando tocar el cielo y no la vil tierra. Alguno dirá que desde el cielo la caida es más larga, pero quien no arriesga...
Se puede tropezar, claro, y a más de uno le parecerá que se pasa, pero si el artista no es ambicioso ¿qué coño pretende? Moore abre horziontes. Es fácil adocenarse en en el arte, tomar lo acostumbrado por norma, y un rompe pelotas peleón y rebelde como este viejo cabrón es tan necesario como el agua en Agosto, aunque a veces ese agua sepa un poco mal.
Los dos primeros son los más sencillos, claro, en cuanto a que son más directos. Son de cuando Moore estaba intentando aproximarse a los superheroes de manera diferente a DC o Marvel con su propia línea ABC. Tenías a los superheroes si estos hubiesen heredado la tradición más directa de Doc Savage en Tom Strong, el homenaje a The Spirit, la comedia y la satira de Tomorrow Stories, los superheroes como procedural urbano (muy influido, por confesión propia, por su adorada The Wire) Top 10 y el ejercició didactico sobre la ficción y la magia de Prometea. Y claro... ¿qué pasaría si los Vengadores fueran personajes fantásticos victorianos? Una gran premisa que dio dos joyas únicas. Después pasó lo que pasó con Lee y DC, perdió los derechos de todo menos de La Liga y se acabó de hartar de los superheroes y de las grandes corporaciones que los representan. En palabars de Fernán Gómez "¡A la mierda!"
Y así La Liga, que era lo único que le quedaba de la linea ABC que pretendió ser una vez una mirada fresca al género cambió de rumbo y se convirtió en un ejercicio sobre la ficción. Dossier es una maravilla al lograr una fusión de una gran diversificación de ficciones en un todo. Crear un tapiz tan coherente a partir de fuentes de ficción tan diversas es un logro fascinante. Y Century, como ya dije, es una cínica narración sobre la decadencia cultural a lo largo de un siglo. En La Tempestad os va aquedar claro lo que opina de los superheroes, pero también de lo que ocurre si no se tiene cuidado y se permite que la ficción tome el control de nuestra realidad. Una idea que también presenta desde otro ángulo en su lovecraftiana Providence. Y en Crossed 100+. La mano que mece la cuna de la ficción es la mano que domina el mundo.
Es un punto de vista muy particular, una concepción artística muy idiosincrática y con un trasfondo muy especializado. A quién no le interesen los temas que el barbudo trata, esa parte de su obra le interesará mucho menos. Es lógico. Y completamente válido. La obra de este hombre se ha ido haciendo cada vez más personal, con todo lo que ello conlleva de exclusión y reflejo individual.
Pero a los que nos interese el sujeto de la ficción y su funcionalidad como tema puede que esta parte particular de su obra la devoremos con deliquio. Sobre todo porque siempre ha sabido aderezarla con un gran sentido del humor. O´neil en esto tampoco se queda corto. El resto, pues tiene dos pastiches excepcionales de victoriana que están entre lo mejor de su género y unas secueals que siempre ofrecen algo de interés si se busca aunque les parezca de disfrute algo más moderado, con suerte, globalmente. Tampoco es moco de pavo.