Respuesta: Rise of the Planet of the Apes (precuela de El planeta de Los Simios)
Yo he visto el trailer (
http://trailers.apple.com/trailers/fox/apeswillrise/) y creo que la discusión CGI vs Maquillajes es absurda. No sé la técnica que habrán usado en los planos que salen en el trailer , pero a mi me funcionan todos.
Por lo que sigo leyendo por aquí la preferencia de algunos es la siguiente: prefieren el 60% de realismo y el 80% de limitaciones de los efectos tradicionales al 95% de realismo y el 0% de limitaciones del CGI.
Al CGI, indigno por naturaleza, se le exige la prefección absoluta, mientras que a los efectos tradicionales se les puede tolerar todos sus defectos y limitaciones porque son simpáticos y tradicionales, a pesar de que casi siempre tengan las mismas ambiciones de hiperrealidad.
Pues bien, puede que algunos planos de ese trailer tengan una ligera patina digital pero estan llenos de efectos imposibles de conseguir de otra forma. Es más, sospecho que esa patina digital es tan sutil, que muchas veces se debe más a la evidencia de que lo que se está viendo solo se ha podido hacer por CGI, que al hecho de que se note realmente.
La prueba de esto suele estar en que la gente se traga completamente muchos efectos que se podrían hacer de forma tradicional (aunque con más limitaciones o de una forma más costosa) pero están hechos por CGI.
Por ejemplo, todo el mundo sabe en seguida que esa cara de Landrú que tiene el mono (imposible de hacer con maquillaje o animatronics) está hecha por CGI. Pero ¿cuanto de esa sensación se debe a la patina digital o a la evidencia de que estamos viendo una imagen totalmente fantástica?
En cambio, ese trailer está lleno de escenas que se han podido realizar tanto con efectos tradicionales como con CGI y somos incapaces de discernirlos.
Y más allá, empezamos a acostumbrarnos al hecho de ver por la tele o por youtube unas imágenes impactantes o que parecen inverosímiles, aún siendo reales, y que siempre haya alguien convencido de que esas imágenes están trucadas por ordenador.
Es decir, que los efectos CGI tienen que cargar con la culpa de lo que muchas veces es producto de nuestra propia percepción, precisamente porque la están llevando al límite.