Respuesta: El post del GORDO (Hitchcock)
22 años después de "Pánico en la escena" Hitchcock volvería a rodar en su Londres natal siendo éste "Frenesí" su penúltima película pero demostrando que sus constantes, su dirección y su narrativa estaba ante una madurez tangible. Queda patente que estamos ante un filme serio, crudo, duro y a la vez totalmente distinto al clásico estilo al que nos tenía acostumbrado durante todos estos años de gloria cinematográfica americana. La forma de exponer la historia, la forma en como emplea los escenarios, como maneja la cámara, etc. es mucho más sucia, sin ápice de glamour bello y eterno y sin concesiones para la época en la que está realizada.
Sin ir más lejos aquí no hay actores carismáticos ni galanes engominados, féminas bellas en apuros. Aquí empezamos con un antihéroe en ciernes siendo un auténtico perdedor (magnífico Jon Finch): su carácter, su fisonomía, su forma de actuar, todo es puro rechazo para el espectador. Sin ir más lejos Hitchcock juega al engaño al hacernos creer desde bien principio que el violador asesino de mujeres es él al darse a conocer colocándose la corbata. Lo más llamativo del caso es la realidad, la crudeza y la sequedad pero a su vez jugando perfectamente con los recursos narrativos pues mientras deja claro desde un principio quien es el asesino en serie y cual es su modus operandi en la siguiente escena donde sabemos desde el primer instante quien es la víctima y donde sucederá el asesinato Hitchcock no expone ni un sólo plano del asesinato sino que recurre a un perfecto travelling descendiendo en silencio por las escaleras para dar paso al tumulto y bullicio de la calle (y su gente) demostrando que la víctima no tiene posibilidad de que nadie la escuche.
Basada en la novela de Arthur La Bern "Goodbye Piccadilly Farewell Leicester Square", la película juega perfectamente con el género y el director vuelve a recurrir a su leiv motiv favorito como es el clásico falso culpable. Con personajes poco atractivos y un villano realmente siniestro, grotesco y repulsivo (Barry Foster da mucha grima), "Frenesí" juega perfectamente con todos y cada uno de sus ingredientes contando además con set pieces perfectas como el citado travelling o el intento desesperado por parte de Rusk de recuperar su alfiler de la mano muerta del cadáver. El montaje, el ritmo y el tono es de aplaudir pues cuenta con humor negro, tensión, la exposición en estado de gracia y una cruenta partición de dedos. Interesante también como la escena del juicio y veredicto pasa a ser desde el punto de vista del espectador, dejando que el suspense (aunque se sepa el resultado) se mantenga tras la puerta pero contemplando lo que acontece en la sala.
La parte cómica y la costumbrista recae sobre el personaje del inspector y su remilgada esposa, que a través de refinados (y hasta cierto grado poco apetecibles platos) y las dotes femeninas deductivas irán dando un pequeño repaso a modo de investigación de porqué el protagonista no puede ser el asesino. Con un final más abrupto de lo acostumbrado rompiendo con el climax y dándole un tono más liviano, que en parte comparte cierta semejanza en las formas con "Crimen perfecto", la película demuestra que Hitchcock siempre será recordado, por méritos propios, como el maestro absoluto del suspense.