MeMySelf
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Pero que trabajo mañana.El lunes estarás perfecta para currar, no te preocupes.
Yo sola levanto el país con mis dos trabajos
Pero que trabajo mañana.El lunes estarás perfecta para currar, no te preocupes.
Pues el domingo estarás perfecta para currar, no te preocupes.Pero que trabajo mañana.
Yo sola levanto el país con mis dos trabajos
Ná. Son unas 7-8 horitas destemplada y ya
¿Era tu amante, bandido?
Yo siempre me he preguntado si eso realmente es una experiencia ECM o el método que tiene el cerebro de apagarse por defecto.
Perdón por el off-topic pero he abierto este hilo y por casualidad he caído en la página en la que preguntabais esto.Me gustaría pensar que es una ECM, pero ese rollo no es la verdad. ... pero me esfuerzo, Ringo, me esfuerzo con toda intensidad para créeme que es una ECM...
Mira si es malo que hasta te pagan por ello.No no... Si yo iba a una reunión de trabajo, lo que es malo es trabajar.
por casualidad he caído en la página en la que preguntabais esto.
Perdón por el off-topic pero he abierto este hilo y por casualidad he caído en la página en la que preguntabais esto.
Hace un par de años tuve un accidente con la bici en el que me atropelló una furgoneta y perdí el conocimiento. Imagino que cada persona es un mundo pero yo recuerdo muy claramente el golpe de la furgoneta, luego nada y luego despertarme en la calle bocarriba con gente mirándome con cara de mucho susto. A veces lo pienso, morirse debe de ser lo mismo pero sin despertarte.
Así que en mi experiencia morirse es un corte a negro (lo recuerdo así, literal). Ni túnel con luz al final, ni tu vida en diapositivas, ni familiares que vienen a buscarte... nada, ni un triste rótulo de The End, es que ni siquiera es un fundido a negro, es un puto corte a negro.
Nada, no os muráis, morirse está sobrevalorado.
me ha recordado mi experiencia hace 30 años cuando me operaron de peritonitis, la ultima sensacion antes de que la anestesia hiciera su efecto es como si te desconectaras del mundo, fundido a negro, y luego despertar tras la operacion, ningun recuerdo de sueño, nada, no has existido ese periodo de tiempo, la muerte es lo mismo, dejas de existir, no queda nada, ni alma, ni zarandajas.Yo de pequeño me partí un brazo por un montón de sitios y me tuvieron que operar. También noté algo parecido a lo que cuenta @wfogg. Cuando me pusieron la anestesia total, lo siguiente que recuerdo es despertarme en el quirófano de manera inmediata, un «¿ya habéis terminado?» sin ninguna percepción temporal como cuando sueñas. Así que sí, morirse tiene que ser un asco.
me ha recordado mi experiencia hace 30 años cuando me operaron de peritonitis, la ultima sensacion antes de que la anestesia hiciera su efecto es como si te desconectaras del mundo, fundido a negro, y luego despertar tras la operacion, ningun recuerdo de sueño, nada, no has existido ese periodo de tiempo, la muerte es lo mismo, dejas de existir, no queda nada, ni alma, ni zarandajas.
En realidad toda nuestra vida es como un sueño, y sólo despertamos cuando abandonamos esta cárcel llena de límites de la carne.
Pffffff...
Sueño para unos... ¡Pesadilla para otros!En realidad toda nuestra vida es como un sueño
la muerte es lo mismo, dejas de existir, no queda nada, ni alma, ni zarandajas.
sólo despertamos cuando abandonamos esta cárcel llena de límites de la carne.
Este es el gran escándalo de la fe cristiana, que los escépticos de todas las épocas aceptarían condescendientemente si se conformara con ser un mero espiritualismo sentimentaloide que imagina una vida de ultratumba poblada por almitas que revolotean eternamente en torno a Dios como luciérnagas. Pero la fe cristiana afirma la resurrección de la carne.
Simplemente, sabe que le basta aguardar pacíficamente su muerte para probar una vida incalculablemente mejor en la que, además, seguirá siendo la misma persona; o, dicho con más exactitud, la versión mejorada de la persona que ahora es, sin necesidad de pasar por el quirófano ni por la urna, sin necesidad de pasar por el aro del consumismo ni por el trasiego extenuante por el atlas. Simplemente, sabe que esta vida mortal es un grano de trigo que sembramos al morir; y de ese grano nace una planta entera, restallante de savia, que nunca se amustiará. Como escribe San Pablo a los corintios: «Se siembra corrupción y resucita incorrupción; se siembra vileza y resucita gloria; se siembra debilidad y resucita fortaleza; se siembra un cuerpo natural y resucita un cuerpo espiritual».