krell4u
Miembro habitual
Si acritud también, pero leer lo de inmadurez emocional, mientras asientes que aplaudirías en la concesión de medallas y que la guerra sigue...pues que quieres que te diga, me causa mas admiración esa inmadurez emocional de los sanitarios en su algarabía por el cierre de Ifema, que las comparaciones de esta situación con guerras y el ir más allá del deber...Entre los pesimistas y los cascarrabias, estamos apañaos.
Sin acritud, Krell... pero yo creo que con lo que vamos apañados es con la plaga de inmadurez emocional que está expandiendo interesadamente el Gobierno con la ayuda de los medios de comunicación.
Lo de hoy debería haber sido un acto solemne, serio, mesurado, prudente... con el recuerdo a las víctimas como epicentro de todo. Algo que cause admiración y respeto... no vergüenza ajena.
Basta ya de exagerar (en masa, sin distinción....) las virtudes de determinados colectivos de trabajadores públicos; ésa es una idealización infantil (como la que tienen los niños hacia los padres... y ésa es precisamente la relación que está fomentando el Estado para con sus ciudadanos... algo propio de dictaduras).
Soy el primero en aplaudir que se concedan medallas (merecidas, ojo... cuando se va más allá del deber); pero ni es el momento, ni son las formas, ni es el lugar.
Los sanitarios no necesitan que les pasemos la mano por el lomo; necesitan los medios necesarios para hacer su trabajo. Y aquí se ha promovido lo primero para ocultar la falta de lo segundo.
La guerra sigue...
Y, por favor, nunca presupongas lo que ha aguantado, aguanta o puede aguantar otra persona (y menos si no la conoces personalmente).
No sé, pero me parece un discurso rancio para la sociedad en la que vivimos.