Lo que no se acaba de entender es que cada vez hay más gente que está hasta los cojones de las medidas, y cada dia que pase, eso va a ir a más. Y no porque seamos insolidarios, irresponsables, ideputas, etc... No, estamos hasta los cojones porque usamos la cabeza, no como los anormales que nos gobiernan, que van de decretazo en decretazo como pollo sin cabeza, copiando lo que hacen otros para no tener que decidir ellos nada. Bueno, o por que no tienen ni reputísima idea de qué hacer, más bien.
Y a poco que razones, te das cuenta de lo gilipollescas que son las medidas, y te acabas por rebelar. Como es normal. Algunos no tenemos ese gen especial que hay que tener para obedecer sin cuestionar cuando hay motivos para ello.
Por ejemplo. Te obligan a llevar mascarilla hasta cuando vas paseando por el campo. Pero luego ves que se permite quitársela a la cuadrilla que se sienta de cervezas en una terracita.
Te prohiben reunirte con la familia si sois más de seis, pero puedes acudir a tu centro de trabajo, que sois doscientos, cada uno de su padre y de su madre, a intercambiar fluidos libremente. Ah, y como bonus track, ellos si que puede hacer celebraciones de más de cien personas, por que "no superan el aforo". Cagonsuputamadre.
No puedes salir de tu comunidad en tu coche, pero si que puedes montarte en un autobús urbano que va PETADO, agarrándote a una barra que nadie ha desinfectado desde ayer.
Ves que a la hostelería la obligan a cerrar a las once. Debe ser que el virus se va a dormir a esa hora.
Y así, todo.