La preocupación principal podría ser, sin embargo, esa nueva cepa del coronavirus -originada supuestamente en Kent- que, según ha confirmado el primer ministro en rueda de prensa está muy presente en el sur de Inglaterra, pero aún no ha llegado a otras zonas del país. A pesar de que se está transmitiendo rápido, pues en Londres supone ya un 60% de los casos actuales, no parece que sea más peligrosa que la cepa original.
"No tenemos pruebas que apoyen esa teoría, pues no parece que provoque una respuesta inmunitaria diferente, por lo que la vacuna debería responder igualmente bien frente al virus. El cambio significativo está en la transmisión", ha asegurado Patrick Vallance, principal asesor científico del Gobierno britán