Si extrapolamos los datos por densidad y número de población, lo que está ocurriendo en Navarra es algo cercano al apocalípsis. Pero no se hará nada porque los tres factores para intervenir se decidieron exclusivamente para atacar a Madrid.
Solo recordarte una vez más que los tres criterios aplicables para toda España
fueron decididos y aprobados entre el gobierno central y el de la CAM. Ahí están las hemerotecas.
Al dia siguiente, cuando se dieron cuenta de que todas las ciudades que cumplían los criterios estaban en Madrid, Ayuso se puso en contra.
Y el motivo no es otro que sacarle rédito político al asunto.
En Barcelona, delante del Palau de la Gene, llevan varios días acampados los representantes del sector del ocio nocturno -que representa a 35.000 trabajadores directos- con una pancarta que pone "No us votarem". Piden soluciones para su sector. Una reclamación totalmente legítima, por supuesto. Obviamente, tomar esas decisiones tan duras supone un desgaste político.
Es más rentable políticamente que te impongan unas medidas antipáticas e impopulares para luego criticar al que las impone, que aplicarlas por tu cuenta y que te critiquen. Aunque ello supone un desprecio absoluto por la salud de tu propia población.