El último taxi que pillé era un Tesla.
El tipo me decía que con el Toyota Prius de antes pagaba 650 euros al mes de gasolina, y que con lo que ahora se ahorra cargando el Tesla en casa, paga la letra del coche y el consumo eléctrico. Que antes tenía que llevar el coche a la Toyota cada 15.000 km a cambiar el aceite, y ahora lleva el Tesla cada dos años a cambiar el líquido de frenos. Que en cuatro años tenía el taxi amortizado.
Vale, sin las ayudas serían cinco. Para un coche que tiene las baterías garantizadas durante ocho años, los números salen de sobras.