Respuesta: El post del ¡QUE TE JODAN, 3D!
Creo que es importante diferenciar entre lo que puede aportar la visualización 3D sobre la 2D y lo que aporta en la práctica.
Sobre el papel, eso de que no aporta nada es totalmente falso. Igual que como dice Lerink el color aporta información respecto al blanco y negro, el 3D aporta información sobre el eje Z (profundidad) en la visualización. Que nos importe (o no), nos guste (o no) o nos parezca bien (o mal) no puede borrar el hecho de que si es algo relevante.
En la práctica, como dice Pequeño Flynn, la transición a un cambio tan drástico como el paso del b/n al color fue larga hasta que se consiguieron resultados realmente convincentes. Juzgar una nueva tecnología para hacer y visualizar películas por sus primeros pasos negando sus posibilidades tiene poco de amplitud de miras. Y eso que yo no quiero todo el cine en 3D, ni mucho menos, de la misma forma que no me enfado si Woody Allen rueda en b/n y el sonido lo mezcla en mono. Al contrario, bien por él.
También los ejemplos de Linus son muy interesantes y dejan ver que unos utilizan el 3D como diversión mientras que otros intentan integrarlo como un elemento cinematográfico más. Desgraciadamente nadie se pondrá de acuerdo con esto nunca: hay gente que para la que sólo se justifica el 3D si le tiran cosas a la cara y explotan todo el recital de trucos de feria, aunque sea a costa de que esa misma película en 2D pierda todo el sentido, mientras que para otra gente el 3D debe apoyar la película de una forma inmersiva pero no intrusiva, algo que daría validez a la misma película tanto en 3D como en 2D. Creo que sólo con esta última forma, siguiendo ese camino, el 3D puede tener credibilidad como tecnología cinematográfica de uso general a largo plazo, pero desgraciadamente muchos espectadores consideran que si el 3D es sutil en lugar de exagerado no vale la pena.
Otra variable es lo en serio que se tomen el 3D las productoras y los realizadores, pero parecen malos tiempos viendo como los productores están sedientos de dinero fácil aunque sea a costa de sus películas y de los espectadores. Sólo unos cuantos elegidos que cuenten con carta blanca artística y presupuestaría serán capaces de tomarse en serio la realización en 3D si se deciden por ello. Cameron, Zemeckis y Burton ya lo han hecho mientras que Spielberg, Ridley Scott y Peter Jackson están en ello. Otros no tendrán tanta suerte (¿alguien ha dicho Shyamalan ó Webb?).
Por cierto, Flynn, sobre lo de no usar gafas para ver 3D, es cierto que se está desarrollando tecnología para visualizar 3D sin ellas, pero también se perderá una de las ventajas que tienen y es algo tan simple como tapar los bordes de nuestro campo de visión para que la vista se concentre mejor en la pantalla sin distracciones. También es cierto que no todas las gafas son iguales y, mientras las de sistemas 3D pasivos son bastante livianas y cómodas, las activas (electrónicas) si que son más pesadas y contraproducentes.