Muy de acuerdo con Max sobre Asalto, aunque yo agradezco que la excusa para llegar a donde interesa no esté tratada como simple excusa. Coincido en que lo peor es lo del padre. También me molesta eso de colocar a los personajes delante de la puerta todo el tiempo, que te pone en tensión y te hace desconfiar del director en el buen sentido, hasta que no queda otra que aceptarlo como licencia.
- Someone's Watching Me! (TV) (1978)
Una mujer vivaracha decide superar una ruptura sentimental cambiando de vida. Para ello, se traslada a Los Ángeles y se instala frente a un acosador con vistas.
Telefilme que no esconde su inspiración en/homenaje a Hitchcock en todas sus facetas: desde la música herrmanniana, los títulos de crédito, el mimo por la protagonista femenina y la puesta en escena, además de momentos casi calcados del referente obvio que es La ventana indiscreta. Sin embargo, conforme avanza Carpenter se desliga de la puesta en escena del gordo a la hora de rodar las escenas de suspense, empezando a explorar a su manera la creación de esa atmósfera de amenaza y terror que pondría primeramente en práctica en su siguiente película. A mí no me gustan algunos de esos recursos, pero en general da muestras de ser alguien con ojo para sacar partido de un pequeño apartamento.
La película no empieza mal, pues Carpenter siempre pone atención en el arranque y, en este caso además, en la personalidad de la protagonista. Es quizás esto lo que puede diferenciarla de títulos similares: la peculiar parsimonia del personaje central, que le impide caer rendida fácilmente al acoso del vecino. Naturalmente esto acaba pasando, y es entonces cuando la película pierde mucho interés paseando por lugares comunes sin mucha atracción y terminando de lleno en el terreno del telefilme (aunque siempre con cosillas de dirección que no se encuentran en títulos similares, como el ataque final). Me pasa algo parecido con la actriz protagonista, que consigue convencer al principio, de manera intermitente después, hasta que su trabajo se desvela más bien como una pobre interpretación.
Mediocre pero con destellos que pueden interesar a fans, sobre todo sabiendo que se rodó poco antes de Halloween.
- Halloween (La noche de Halloween, 1978)
Mike es un hombre traumatizado que después de quince años decide visitar el pueblo de su infancia, donde la gente aún le recuerda.
Clásico del cine de terror que solo ha envejecido en los tres o cuatro ridículos efectos de sintetizador que puso Carpenter en algunas apariciones de Myers. El resto es un fantástico despliegue de pericia en el manejo del suspense, que interesa mucho más al director que sus personajes. La secuencia que abre la película solo queda empañada por pequeños detalles de dirección no pulidos, como la línea del novio de la hermana al marcharse, la justificación para desviar la mirada al cuchillo en plena faena o, en el plano final, los actores que hacen de niño y madre, que no entienden que tienen que estarse completamente quietos para que el plano no pierda potencia.
La siguiente secuencia con Loomis (personaje con la peor interpretación de la película de calle) y la enfermera deja esa estremecedora imagen de los internos campando a sus anchas por el recinto, o el primer ataque del Myers adulto. Pero la mejor parte es el tramo que sigue donde Myers y Laurie se conocen poco a poco, desde la acojonante aparición de él dentro de la casa hasta que Laurie entra en la suya. Lo peor aquí es la música de Carpenter, que al tirar de tres o cuatro temas diferentes para toda la película alterna dos de ellos hasta llegar a marear. Sin embargo una señal de lo efectiva que sigue siendo es que a pesar del abuso sigue funcionando hasta el final.
La parte de los asesinatos sigue estando muy bien, con tensión continua gracias a una fotografía que si bien no es especialmente ominosa, sí sabe dónde apuntar, como esos planos generales con el hombre del saco a lo lejos, las apariciones dentro de la casa o ese asesinato del novio de la rubia, rematado con un plano que por fin nos permite meternos un poco en la psique del monstruo.
Por desgracia, es entrar Myers en la casa del niño y la película se adentra en el paritorio de los peores lugares comunes del slasher posterior, perdiendo mucha fuerza por pasar completamente de la línea que hacía el suspense en cierto modo creíble. De hecho, siendo yo un cagón, la vi de madrugada solo en casa y gracias al final pude dormir bien.