Respuesta: El post del maestro John Carpenter
Y os juro que no me quería meter con ella, pero algo he hecho mal
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Metete con lo que te de la gana. Se sincero y al foro que le den.
Es que la coloque donde la coloque, me cae simpática. No pretendía darle cera ni mucho menos, como para que me caigan palos como dice Max.
- Starman (Starman. El hombre de las estrellas, 1984)
Un alien toma la forma de un muerto reciente para tirarse a la viuda.
Producción de Michael Douglas, que quiso dar un giro a su carrera de productor serio aprovechando el filón Spielberg y sus Indiana Jones y E.T. Aquí cuatro manos se encargan de repetir la fórmula de enseñanza, encubrimiento con enamoramiento y constantes momentos de humor, cambiando lo necesario para poder llegar a un clímax adulto con encadenados y cámara lenta de hombros para arriba.
Lo curioso es que, siendo el guión una memez con todas las costuras al aire y nada original, apuntalada por la decisión de ¿Carpenter? de que Bridges interpretase así a su personaje, el resultado es una mediocridad pasable y olvidable. Y los responsables de que en parte se salve son sus actores.
Bridges resuelve bastante bien la papeleta de cuerpo humano con crecimiento precoz (aunque solo se caiga al suelo hacia el final y sin querer), con una correcta progresión desde la inseguridad y desconfianza iniciales hasta la casi completa complicidad con su acompañante. Es inevitable sonrojarse con demasiados momentos, pero en general el trabajo es eficaz una vez se va tragando. Ayudan a su trabajo físico el vestuario que hemos visto en el marido real, y ese maquillaje de piel sintética.
Karen Allen está maravillosa, prestando su físico y su extraordinaria voz a un personaje roto e incapaz de deshacerse de ese extraño porque quizás sabe desde el principio, como nosotros, lo que va a pasar. Da la impresión sin embargo de que, siendo la que más implicación emocional tiene en su labor, parece a veces la más perdida de todos los implicados. Esto puede leerse como un acierto de guión o como cierta dejadez en la dirección.
Porque si algo mejor que el resto tiene esta película son las escenas "románticas" donde ella cede al recuerdo, apoyadas por el tema de amor de Jack Nitzsche y la mano de Carpenter, quien ya dio muy leves señales en Elvis de saber dominar una historia romántica si se lo propusiera. Pero donde parece más implicado John es en experimentar con toda clase de explosiones vistosas. Esto no ayuda a la película, pero regala una de las más bonitas que he visto nunca, cuando la nave aterriza en el bosque. El resto de efectos también son resultones, aunque hay decisiones como el principio o ese mensaje que envía Bridges con letreros en pantalla que son lo peor.
En el resto de campos pasable, desde la fotografía...pasable, sin nada inspirado aunque mejor que en Christine, hasta los decorados y localizaciones, con ese tramo final donde esperas ver salir a Truffaut por cualquier rincón. La música de Nitzsche funciona en los momentos callados, pero es machacona y torpe como ella sola tirando de unos pocos temas y entrando y saliendo como elefante en cacharrería.
Lo que más me gusta de todo es cómo Carpenter, cuando ya se ha gastado toda la pasta en árboles ardiendo, llega al final sin un duro y se saca un plano final tan simplón como efectivo (por bueno y por final a la vez), aunque lo recordaba más largo.