Respuesta: El post del maestro John Carpenter
- In the Mouth of Madness (En la boca del miedo, 1994)
Un cazador de fraudes será protagonista en la venida del Apocalipsis.
Primera vez que recuerdo que, no haciendo Carpenter uno de sus peores trabajos, el guión sigue estando por encima. El inicio es perfecto, con el gancho justo, buenos diálogos (el manicomio, la editorial), avanzando firme. Solo se me empieza a torcer tras la secuencia de la iglesia en Hobb’s End, cuando los protagonistas vuelven al hotel y empiezan con “¡Es realidad!””¡Es ficción!” que es un poco más basto. Y luego el mejunje de escenas a lo Twilight Zone en el descenso al infierno del autor es un poco atropellado, dando la sensación de que el guionista cede el testigo al director para coger aliento y rematar, pero esto es más problema de montaje y dirección. Se aprovecha bien del fragmento de Lovecraft leído frente al abismo en lo que es el momento que más me paraliza (por las palabras más que nada), y la vuelta de bruces a la “realidad” está bien con el niño en bici, pero el tramo final debería ser más corto, por ritmo (quedan veinte minutos desde el clímax de la salida de Hobb’s End, y lo del autobús es infumable).
Es Carpenter quien, sacando una aceptable película con momentos bastante más que aceptables, no termina de estar en forma. Porque es un texto que pide sobriedad, y en general la hay, pero luego uno se encuentra con ramalazos efectistas y cutres: algún susto con sonido nada acertado, los fotogramas blancos cuando hay tiros, el montaje de algunas escenas del mejunje, mucho chán-chán, algunos maquillajes, esas puertas batientes en la iglesia al compás de un relámpago en el interior...
En general creo que habría sido una película cojonuda con más presupuesto para ciertos efectos como la carrera de los bichos en el pasillo, y algún decorado más currado, pero tampoco se hace un mal trabajo (las localizaciones del pueblo, la iglesia, el manicomio son perfectas, los decorados del hotel o la sala de Sutter Cane están muy bien). Lo que le hace más daño son dos cosas: la fotografía y la planificación/montaje de ciertas escenas. Gary B. Kibbe posiblemente haga su mejor trabajo con el director, pero me sigue pareciendo que no vale para crear la atmósfera especial que se necesita. Un DP más brillante habría sacado una joya de esto. El montaje tiene para mí su mayor cagada en la escena que más habéis alabado aquí, la de la cafetería. Saber sacar partido de la profundidad de campo para hacer esa escena acojonante habría sido sostener el plano más abierto para ir tensando a medida que el tío se acerca, a la vez que los dos en primer plano siguen hablando (justo como algunos la describís). Como mucho, cortar una vez justo después del travelling que cierra un poco el plano y antes de volver a abrirlo cuando el tío ya ha llegado. Pero Carpenter y su montador la machacan en una ensalada de planos que le quita toda la fuerza. La dirección de Carpenter está muy bien (esa preparación para el hachazo), pero no el ensamblaje.
En la música repite con Jim Lang tras el buen trabajo en Body Bags, quien parece haberle enseñado o inspirado para mejorar cuando se propone hacer algo más elaborado. Muy bien el apoyo de varias escenas, aunque no falte algún apunte cutrón.
En resumen, podría haber sido uno de los mejores títulos del director, pero se queda, para mí, en una buena primera mitad, varios buenos momentos y muchas buenas ideas.
. Lo que hace el tiempo en su tiempo libre.
