El post del maestro John Carpenter

“La Cosa” ha sido mi película fantástica favorita, desde aquella televisiva noche de junio de 1992… al día siguiente, casi todos la habían visto y la comentábamos en clase. “¿Visteis ayer la del alienígena?”, “estuvo chula”, “si, molaba aún más verla, por el calor que hace estos días” :juas. Curiosamente, al menos en mi caso (y pese a los críticos de viejo cuño, que hablan suponiendo que nos dan jaque mate –pobres ignorantes- diciendo que nos gusta solo por los fx), no fueron los alucinantes monstruos (que también) que se veían en pantalla, lo que más me impactó. Bichos en pelis y pelis de bichos hay muchas. Fue la contundente atmósfera claustrofóbica, la paranoia Y la indefinible, inaprehensible sensación de horror físico desde el que emergía el espiritual. Adoro los largos pasajes de “tensa tranquilidad”, sabiendo la inevitable explosión de terror explícito. Delicioso. Me parece aún espeluznante ese momento en el campamento noruego, con el tipo que se cortó las muñecas y esas casi estalactitas de sangre (y los acordes concretos de Morricone). A posteriori, después de saber de lo que iba el asunto, en las siguientes revisiones, se multiplicó la angustia a nivel sideral: no es solo” ¿qué pasó ahí?”, se añade” ¿cómo fue exactamente el discurrir de la situación?” y sobre todo “el miedo infinito de esa persona, sabiendo lo que le ocurría”. Imagen-resumen de la angustia que produce el film, apurando a fondo cierta emoción oscura lovecraftiana.

Y el Final. En la misma línea. Rara mixtura de certezas e incertidumbre. No es que puedan sobrevivir de tal o cual forma o que uno de ellos pueda ser una cosa, “¿quién?”. Lo que importa realmente a esas alturas (al menos para los autores, y lo comparto) es la terrible sensación de desconfianza entre los seres humanos, elevándose, de esas dos personas en el Polo, a imagen de la Humanidad en todo el planeta… también en un futurible apocalíptico, si es que uno quiere entenderlo no solo como metáfora, sino como literalidad del futuro de lo que puede suceder después de lo narrado en el film. Y cerramos con el tema morriconiano a negro. El hacer explícito que por ej. uno de los dos es monstruo y lo vemos atacar al otro, eliminaría (para el espectador, sin duda alguna) la potencia de la “desconfianza” como tema principal y definitivo, ligado indefectiblemente a la ambigüedad. No veo otro final para el componente moral del film. Es perfecto.
 
Influyó que tuviera un buen director que no permitió que le arruinasen su película con un final incoherente y para la galería.

Por cierto, la película tuvo mucho presupuesto, pero fue un fracaso comercial, coincidió con E.T., que esa sí tiene un final claro y cristalino, seguro que te gusta más.

ET es una obra de arte y no lo es por el final, una película dura un par de horas. Además los finales claros y cristalinos no tienen nada que ver con un éxito comercial.
La película también coincidió con Blade Runner y esa no tiene nada que ver con ET, no tuvo su éxito, pero ahora es más mainstream que ET.

Dudo que su el final fuera diferente le hubieran arruinado el final, una victoria final del extraterrestre y la posibilidad del fin de la humaninad hubiera sido un final más rompedor: el bicho malo gana ¿o sería que el bicho bueno gana?.
 
Dudo que su el final fuera diferente le hubieran arruinado el final, una victoria final del extraterrestre y la posibilidad del fin de la humaninad hubiera sido un final más rompedor: .

Una victoria final del extraterrestre y la posibilidad del fin de la humanidad ya es una fuerte posibilidad de ese final...
 
Dudo que su el final fuera diferente le hubieran arruinado el final, una victoria final del extraterrestre y la posibilidad del fin de la humaninad hubiera sido un final más rompedor: .

Una victoria final del extraterrestre y la posibilidad del fin de la humanidad ya es una fuerte posibilidad de ese final...

Yo el final no lo veo muy logrado. Repasemos los acontecimientos:
1. La cosa destruye el generador según los supervivientes para que mueran de frío y la cosa sobreviva congelada.
2. Los supervivientes deciden que no van a seguir el juego de la cosa, van a destruir el campamento quemándolo... ¿ein? ¿cómo? ¿mánde? ¿nos hemos vuelto locos? Yo entiendo eso como que están ayudando a la cosa, con quedarse escondida ya hubiera ganado.
3. La cosa no se esconde y va a por los 4 humanos que quedan. A uno de ellos lo convierte y se ve en la pantalla, a otro se intuye que lo convierte pero no se ve.
4. El prota destruye a una de las 1-3 cosas que pueden existir. Teóricamente pululando por el campamento pueden haber 0-2 cosas + el negro que se había ido a por uvas y vuelve al final.
5. Te quedas pensando que el prota es un genio y tiene unos planes de la leche.
 
2. Los supervivientes deciden que no van a seguir el juego de la cosa, van a destruir el campamento quemándolo... ¿ein? ¿cómo? ¿mánde? ¿nos hemos vuelto locos? Yo entiendo eso como que están ayudando a la cosa, con quedarse escondida ya hubiera ganado.
3. La cosa no se esconde y va a por los 4 humanos que quedan. A uno de ellos lo convierte y se ve en la pantalla, a otro se intuye que lo convierte pero no se ve.
4. El prota destruye a una de las 1-3 cosas que pueden existir. Teóricamente pululando por el campamento pueden haber 0-2 cosas + el negro que se había ido a por uvas y vuelve al final.
5. Te quedas pensando que el prota es un genio y tiene unos planes de la leche.

No en vano su presentación es enfrentándose a otra "cosa" en un juego de estrategia y lógica, y cuando no puede ganarla decide destruirla a lo bestia (tirándole un vaso de whisky por encima)... :cuniao
 
Lo del vaso de whisky es gracioso, porque en análisis de fans lo han interpretado no como una rabieta de mal perdedor sino como si le diera de "beber al ordenador" reconociendo su victoria para ligarlo con la escena final, donde ofrece al otro superviviente una botella de alcohol.
 
Carpenter participó en el último disco de Jean Michel Jarre, que salió hace nada:



 
Maratón carpenteriano que ha caído hoy por la tarde. Como estoy ante un intocable de cinefilia y lo habéis comentado y desmenuzado hasta la saciedad en el hilo, no creo que pueda añadir nada que no se haya dicho ya... pese a todo, he disfrutado como un gorrino y tengo muchas ganas de descubir/redescubrir lo que me falta.


1997: Rescate en Nueva York


EEUU, año 1997. La isla de Manhattan es una macro-cárcel aislada del resto del país por el propio gobierno. Cuando el Air Force One es derribado allí por un grupo terrorista y comunista, sólo un hombre puede rescatar de la zona de peligro al presidente... delirante escenario, fruto de las preocupaciones de la época (el miedo al holocausto nuclear, más que nada), para una obra maestra del género de acción chulesca, un pastiche con mucha gracia que junta la sci-fi distópica con el western en entornos apocalípticos, añadiendo incluso terror a la mezcla; no hay más que ver ese infierno subterráneo, esos pandilleros que surgen como alimañas de los túneles del metro... la mala leche que hay en todo es notoria (¡la chavala que parece que va a acompañar al héroe y palma en el acto!) y el maniqueísmo brilla por su ausencia, la crítica al estado policial convive con una nula simpatía hacia los desposeídos y víctimas del sistema.

Snake Plissken, un icono, puro arquetipo que funciona a las mil maravillas, secundado por gente de calidad como Van Cleef y Dean-Stanton. Él es quien actúa en medio de los dos extremos y en quien están las simpatías del espectador, el típico antihéroe cínico, duro de cojones y que no va con nadie. Y es que al final, todo se reduce a un grupo de personajes que mira cada uno por su propio interés. La película está rodada como si fuera una obra maestra, con absoluta convicción, por muy chorra que pudiera parecer el argumento a primera vista; encuadres impresionantes, con mucha profundidad de campo, tempo adecuado y ambientación tan artesana como atemporal (increíble la autenticidad de efectos y decorados, y eso que personalmente no controlo del tema). Lo que le ocurre a la pareja al final, puro romanticismo trágico... lo del casette, un gag de lo más épico, y lo mejor de todo es que el presidente es un hombre de paja al servio del ejército, brutal.

Merecido clásico que he tardado demasiado en ver. Constatar, de nuevo, que para rodar un tebeo sin pretensiones hace falta talento y saber manejar los ingredientes, que no vale un simple manazas.


2013: Rescate en L. A.

Vista con muy bajas espectativas, y no está nada mal. Secuela-remake de “1997” que viene a ser el típico producto decadente y tirado, destinado a revivir éxitos pasados, con la diferencia de que aquí logran salvar los muebles y hacer incluso algo muy digno, sin dejar de ser una película menor y desde luego a la sombra de un precedente al cual plagia y homenajea de manera impúdica. La cosa es un “venga, fiesta” de manual, vamos a tirar la casa por la ventana y hacer el gamberro, puro desfase macarra que mantiene las constantes y las lleva, de hecho, más allá en cuanto a humor negro y ocurrencias locas, sabiendo que nada puede estar a la altura de la mítica originaria. Una parodia, por lo tanto, de algo que ya de por sí tenía mucho de paródico, con idéntica premisa y constante guiños al fandom desde la más completa consciencia.

Lo bueno, que Carpenter mantiene unas maneras artesanales, sin la inspiración, eso sí, y sin la espectacularidad de antaño... hay cromas espantosas que cantan por soleares (lo del submarino es el horror), pero quien tuvo, retuvo. La mala leche sigue intacta, aquí no se libra nadie en cuanto a hijoputez; una América teocrática y ultra-nacionalista, un Che Guevara de tres al cuarto, una niña progre que recibe su merecido... andan por ahí Buscemi y Pam Grier en plan caricaturesco, como salidos de un Rodríguez venido a más. El partido de basket, la ola gigante, lo de la cirugía estética y lo de “maps to the stars”, sospecho que son coñas referenciales sobre Los Ángeles. El final, con un Snake hasta las narices de todo que dedide mandar a la humanidad a la edad de piedra, así por las buenas, y poner fin a tanta tontería, una maravillosa declaración de intenciones.

No aguanta la comparación, está claro, pero no por ello deja de ser un título simpático y nada desdeñable.


En la boca del miedo

Tal vez lo más personal y ambicioso que haya rodado el amigo John en toda su trayectoria. No tanto un film de terror sino sobre el terror en el ámbito de la ficción (literatura y cine), algo así como la película definitiva sobre el tema, que únicamente puede venir de la mano de un maestro consumado del pulp como es Carpenter, demostrando además un conocimiento profundo sobre los mecanismos del género fantásico y terrorífico, sobre el espíritu que nutre dicho género. Un perfecto homenaje a H. P. Lovecraft y al universo por él creado; hay un pueblo perdido de Nueva Inglaterra, una horda de criaturas blasfemas más allá del umbral, un escritor misterioso de novela barata que ejerce como maestro de ceremonias... Sam Neill interpreta a un individuo racionalista, pícaro, dedicado a destapar fraudes, el cual descubrirá la peor pesadilla imaginable, que nada es como creía, que la realidad misma es devorada por la ficción, a lo cual vamos sumando un elemento de locura y de duda que intruduce la narración en flashbacks desde un manicomio.

El argumento nos lleva por caminos oníricos, surreales, no sabemos dónde termina la realidad, ni dónde comienza la fantasía... el tema principal es la histeria colectiva, la creencia fanática hacia algo por parte de muchas personas que pueden convertir ese algo en una cosa más real que la propia vida real, según como se mire. La fe mueve montañas, como suele decirse. El horror, nos dice Carpenter, es una posibilidad de la percepción tras lo banal y lo aparente, pues en el fondo, todo el rollo en torno al fenómeno superventas es un mcguffin, una metáfora sobre algo más profundo, sobre el mal en un sentido metafísico, y ahí enlazamos con el mundo lovecraftiano muy coherentemente. El final es el apocalipsis imposible de definir y la realización definitiva del mal, del papel al celuloide, del grito a la carcajada. La realización envolvente, los efectos especiales llenos de autenticidad, hacen el resto. El resultado no lo veo perfecto del todo, pues hay poca sutileza y abundantes efectismos que por momentos te sacan.

Un título noventero que funcionaría como corolario ideal a toda una trayectoria, por cómo integra obsesiones y temas recurrentes muy inteligentemente. Muy buena.
 
La película está rodada como si fuera una obra maestra, con absoluta convicción, por muy chorra que pudiera parecer el argumento a primera vista; encuadres impresionantes, con mucha profundidad de campo,

Maravillosa la aparición del secuaz "lagartijo" al fondo del callejón, acercándose poco a poco entre el humo hasta quedar encuadrado.

Y me alegra leer que con la distancia se acepta 2013, que tan pronto la revindican mil como vuelven a rajar de ella.

una metáfora sobre algo más profundo, sobre el mal en un sentido metafísico, y ahí enlazamos con el mundo lovecraftiano muy coherentemente

Tiene al carpintero dando uno de los mejores momentos de toda su carrera: la cortina metafórica y literal que forma Lovecraft/Sutter Cane siendo atravesada y Neill asomándose al abismo del otro. ENORME (y entronca con el plano "Alicia a través del espejo" de El príncipe de las tinieblas, otra que tal).
 
ayer vi Golpe en la pequeña China, no esta tan mal como recordaba, es una gamberrada divertida y muy entretnida pero desde luego no es de las mejores de Carpenter.
 
A mí "Vampiros" me parece una de las mejores películas de Carpenter. Me chifla su relectura macarra del vampirismo en clave de western sucio, malhablado y entre peckinpahiano y hawksiano. Y su descaro y mala leche en lo relacionado a la Iglesia. Y su final fatalista (también emocionante) en plan código ético: vete, te doy una oportunidad, pero no dudes que iré tras de ti. Y su Woods desatado. Y su arranque, a la caza de chupasangres en ese escondrijo-choza, sobrevolando territorios polvorientos. Y el primer ataque de Valek, aniquilando cazadores zarrapastrosos en la juerga llena de putas, alcohol... y un sacerdote.
Pura irreverencia y asunción libre de géneros con la desvergüenza marca de la casa.
 
Última edición:
A mí Vampiros me divierte, pero me parece que pisa demasiado el acelerador con lo macarra, el humor grueso y algunas sandeces de trazo grueso.

Fantasmas me parece un semibodrio.
 
Vampiros es brocha gorda, si.

La filmografía de este hombre esta llena de títulos estimulantes únicamente por su saber hacer tras la cámara (un coloso en esto). La etapa 1978- 1983, la mejor, eso sí.
 
No acabo de ver esa brocha gorda tan evidente, y si la hay, no veo por qué habría de ser un problema. El macarrismo de Woods es el mascarón de proa del macarrismo de esta película, que arremete sin contemplaciones contra la Iglesia católica, convirtiéndola en un ente entre corrupto, hipócrita y ridículo. Todo eso, bajo el envoltorio de un western vampírico hecho con un desparpajo insolente, maltratando a la figura femenina y al representante de la Iglesia y volcando las simpatías en los outsider (cómo no). Y en este sentido, la relación de amistad y complicidad masculina entre Woods y Baldwin, que es muy Hawks, resulta ser un conmovedor canto a los hombres que se visten por los pies. Ya he comentado que a mí el final me pone.

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Por cierto, TFV tiene una crítica de "Fantasmas" bastante chula, donde alude al extraño y sugerente efecto de los planos encadenados que unen imágenes sucesivas de un modo casi onírico o alucinógeno (recurso narrativo y estético que también usa en "Vampiros": el ataque de Valek a los cazadores en la juerga en el motel y cuando Woods prende fuego a los cadáveres): El cine según TFV: Las fantasías de Melanie: “FANTASMAS DE MARTE”, de JOHN CARPENTER
 
Última edición:
nunca se me había pasado por la cabeza ver Starman, apuntada!

yo la de Memorias no la considero menor; aunque breve, tiene ahí unas digresiones sustanciales en torno a la identidad, la personalidad, los comportamientos grupales y sociales...

y al gran Chevy Chase, claro.
 
A mí la de Chase me parece intolerable. De hecho, lo poco que decís de la identidad ya estaba en otras películas del hombre invisible.

Y Renn, eso que me dices..., ya..., pero es que me sigue pareciendo muy obvio y de brocha gorda, aceptable según te guste más la película o menos. Y me gusta, pero no para fliparlo tanto con ella.
 
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