El POTUS no es católico; es el típico telepredicador USA (protestante y fundamentalista).
No sé si se nos da su filiación religiosa. En cualquier caso, tienes razón, y lo correcto no es "católico" sino "cristiano", que engloba todas las ramas, escuelas y doctrinas. Es una dictadura teológica cristiana.
Un revolucionario comunista. Entiendo lo que quieres decir, pero creo que es mejor llamar a las cosas por su nombre.
No estoy de acuerdo. Si bien es indiscutible que Carpenter usa a Jones para hacer un retrato cachondo de revolucionarios tipo el Che Guevara, en ningún momento se nos da semblanza alguna de que el régimen que dispone en la isla sea comunista: es simplemente violencia + adoración a la imagen de su líder. Para mí es correcto el término fascista.
El personaje de Keach tiene detalles que lo humanizan: se preocupa sinceramente por el destino de su nación e incluso se atreve a cuestionar y rectificar (a pecho descubierto) las arbitrarias órdenes de su alucinado comandante en jefe (en el otro lado, nadie osa contrariar a Cuervo).
Bueno, más que por su país, creo que se preocupa por su puesto. Pero en cualquier caso, no creo que nos lo pinten como un personaje simpático o empatizable: no duda en ordenar el asesinato de la hija del presidente (que el país no está para tirar dinero en juicios, dice) se despreocupa de la suerte de uno de sus hombres por haber fallado en la misión (ordena que NO se le rescate)...
Carpenter y Russell estuvieron muchos años tratando de sacar adelante una segunda entrega (no es un proyecto alimenticio o forzado por las circunstancias sino buscado).
Sí, sé que la secuela estuvo siempre en mente de ambos. Pero no creo que el proyecto se llevara a cabo por más motivos que "o la hacemos ahora o la gente se va a olvidar de quien era el tal Serpiente".
En definitiva, creo que es un Carpenter único: hay instantes tan maravillosos como la muerte de Golino, ideas tan geniales como convertir una cinta de correr en instrumento de tortura (ese planazo de la retransmisión con Plissken sudando y cabeceando en una esquina) o frases tan inolvidables como "el futuro es ahora mismo". Y, por supuesto, uno de los finales más apoteósicos (otro más) de la historia de cine (y no exagero ni un ápice).
Precisamente. Hay instantes maravillosos. Los que citas, el genial episodio del cirujano (uno de mis momentos favoritos)... pero se queda en eso. Momentos. Sketches. La película sigue pareciéndome fallida en su conjunto.