No ha podido ser. Si no hubiese sido por el desafortunado gallo, nuestra excelente canción habría salido victoriosa. Pero lamentablemente, nadie ha sabido ver la complejidad y la calidad de nuestra actuación. Ni siquiera yo.
Esto, obviamente, aparte de ser un concurso ridículo de por si, hortera y antediluviano, pues ahora lo arreglan con el televoto ese que tiene menos criterio musical que Kiko Rivera. Pero vamos, aquí no hay que ser nacionalistas. Si la canción es una puta mierda, pues eso, me alegro que haya quedado última, lamentando los cinco puntos del televoto.