Respuesta: Facebook tiene película: La Red Social (THE SOCIAL NETWORK) de David Finch
Un título que desde el conocimiento de su gestación no me creaba mucha simpatía. Nunca he tenido cuenta en tal lugar (sí, lo sé, debo ser el único) y es un mundo que no me atrae en demasía. Conocer que se iba a llevar a cabo una película sobre la vida (y "milagros") del creador de Facebook me daba casi lo mismo que la gestación de los percebes. Y lo que más me sorprendía es que fuese ni más ni menos que David Fincher, el maestro creador de títulos imprescindibles tanto en el séptimo arte como en mi videoteca personal.
Pero mira tú por donde que la película, a la chita callando, ha logrado convertirse en un título magistral, tanto por su contenido como por su narrativa y persona que la descubre persona que como mínimo reconoce que ahí hay materia de calidad y que estamos ante el título del año (para muchos otros de la década). Pues bien, después de haberla descubierto, por fin, sólo puedo decir que la película es una verdadera pasada, que estamos ante un título de quitarse el sombrero y que quien tenga cierto resquemor o miedo a encontrarse con algo que pueda no ser de su agrado por las mismas razones que yo tenía que se deshaga de esos temores porque, desde luego, estamos ante un gran título.
Antes de avanzar diré que me cuesta verla como la película de la década o el Ciudadano Khane del nuevo siglo. No porque no lo merezca, ni muchísimo menos, pero un título de tal magnitud lo decide (supongo / espero) el tiempo y no la primera impresión que pueda causarnos. Pues no es la primera (ni la última) que algo me parece la panacea, el punto y aparte, el ejemplo a imitar y seguir y al cabo del tiempo la cosa se desinfla como un globo. Pero está claro que va camino de tener derecho propio a ostentar el premio a mano alzada.
En cuanto a la nueva creación de Fincher, puedo decir que es una historia sencilla (crear una necesidad a la gente, crear algo que realmente engancha - por lo que tengo entendido-, crear un "bien" social y crear una impresionante empresa de valor incalculable consiguiendo así mismo una fortuna a cambio de una soledad pasmosa para el fundador). Poco a poco, Fincher forma un pequeño puzzle, haciéndonos partícipes de las andanzas de un chaval asocial pero conociendo los gustos - necesidades de la sociedad moderna. Con un guión ferreo, haciendo incapié, de manera sutil, en como la codicia, la ambición no tiene cabida junto a la amistad, desarrollando unos acontecimientos que si bien están pintados como si fuese lo más normal del mundo, Fincher lo hilbana todo hasta conseguir un final real como la vida misma y que no hay compañerismo en los negocios, más allá de estar tecleando un F5 perpetuo.
La realización es excelente, maravillosa, digna de los mejores, como Fincher nos tiene acostumbrados. De diálogo rápido, cual metralleta lingüística, consigue plasmar con una clasicidad pasmosa algo que merece la pena ser descubierto. Con flashbacks dentro de otros, la película nada muy bien a dos aguas: lucha de abogados, enfrentamientos a dos bandos (contra los gemelos - contra su único amigo) mientras acudimos a la creación de algo que paso a paso se convertirá en imprescindible en nuestra sociedad. Y como siempre, de la manera más sofisticada y plausible posible, jugando muy bien con la puesta en escena sobria, sin remilgos y dando en el clavo en cada una de las situaciones.
El único pero (pequeño a fin de cuentas) es que Fincher, como Michael Mann, es un director que suele evitar las emociones en pos de las formas. Algo que no desmerece, ni mucho menos, pero una pizca de emotividad no le hubiese venido mal. Sí que la hay pero en contadísimas ocasiones. Quizás con el tiempo me daré cuenta que no hacía falta, qui lo sa. Pero por lo demás, volvemos a contar con prodigios visuales magníficos como por ejemplo esa competición (donde la cámara juega perfectamente, haciéndome creer que estoy en una competición de un anuncio para los juegos olímpicos de los 70-80, jugando con las perspectivas haciendo pequeños los objetos según el momento y magnificando la presencia de los atletas) o estilos muy concisos que ya hemos podido ver en anteriores títulos suyos (la fiesta en la casa, donde la iluminación es más bien opaca, rota por los haces de luz de las linternas recuerda a Seven o el principio, con una iluminación más mate (me) recuerda a la parte final de The Game).
Escenas como la creación del prototipo del futuro facebook, el primer encuentro con el creador de Napster y pieza crítica en la relación de los dos protagonistas (donde la BSO y cierto ralentí sofisticado consigue una plasmación muy cool) o la escena de los gemelos ante el decano o cada uno de los momentos abogado - cliente o incluso el de la discoteca son de analizar fríamente y que sorprenden tanto que merecen más de un visionado para darse cuenta de todos y cada uno de los detalles. Si a eso le añadimos una BSO maravillosa, que dota a cada escena de algo grande estamos ante un título magnífico, más que correcto importante y que merece todo el reconocimiento posible.
Con ganas de revisionar en el futuro.