GANGS OF SUPER 35 - MÚERETE BALLHAUS
03/03/2003
Todavía no he salido de mi indignación ante el bochornoso espectáculo que presencié el pasado viernes a las 22 horas en la tan afamada sala 25 del cine Kinépolis de Pozuelo (Madrid), en la cual nunca había tenido el "placer" de visionar una película pese a los comentarios habituales de "qué sonido más cojonudo y qué pantallote más chachi".
Pues bien, la película en cuestión no era otra más que "Gangs of NY", rodada en Super 35 y con fotografía firmada por ese director-de-fotografía-despropósito llamado Michael Ballhaus, un tipo que para mi asombro y sorpresa goza de un gran prestigio en Hollywood entre sus compañeros de profesión y directores de cine.
Se trata de un señor que llegó a USA a primeros de los años 80 desde su Alemania natal, en la cual había colaborado en varias ocasiones con Rainer W. Fassbinder. Pronto comenzó a trabajar con directores como el propio Martin Scorsese, Coppola, Mike Nichols, Wolgang Petersen, Robert Redford o Barry Levinson, pese a que si algo caracteriza a este tipo es la poca brillantez con la que rueda sus películas, por lo general con un estilo visual de lo más plano y aburrido.
Para más inri, no se atreve a rodar en 35mm anamórfico y todo director que cae en las garras de herr Ballhaus tiene que prescindir del Scope o bien pasarse al Scope de broma, más conocido como Super 35, formato en el que es mucho más sencillo trabajar, permite que las películas queden bonitas en Pan and Scan y sobre todo (o lo de menos últimamente), proporciona una calidad de imagen realmente pobre en comparación con el Scope anamórfico.
Scorsese nunca se atrevió a utilizar el formato 2.39:1 anamórfico hasta 1991, año en que estrenó "El cabo del miedo", cuyo director de fotografía, el veteranísimo Freddie Francis, convenció al director de las bondades de los formatos de pantalla ancha.
Desde entonces todos los trabajos de "Marty" han sido rodados en Scope, unos de verdad -"Al límite"- y otros de broma -"Casino", "Kundun" y "La edad de la inocencia", con Ballhaus-, dependiendo de los gustos del director de fotografía correspondiente.
El pantallote chachi, a ojo de unos 25 metros de ancho, reafirmó mis primeros augurios durante el primer minuto de película; luminosidad escasísima repercutiendo en un pésimo contraste y nivel de negros, falta de definición, nitidez y detalle y mala reproducción del color.
Hasta ahí todo dentro de lo esperado (¿quién me manda ir a donde no debo?), pero lo que no era tan esperado pese a lo poco que me gusta Ballhaus -más que nada porque su trabajo venía precedido de sendas nominaciones al Óscar y al premio de la American Society of Cinematographers- es la ESPANTOSA FOTOGRAFÍA de "Gangs of New York".
SPOILERS
La primera escena de la película, los preparativos de los "conejos muertos" para el enfrentamiento con los "nativos" (un interior iluminado a base de velas, lámparas de gas y similares), marca como va a ser TODA ESCENA interior de la película. La apariencia general del decorado SIEMPRE marrón, las caras de los personajes amarillentas. Y a Ballhaus le importa un pimiento dónde se encuentran las luces que muestra en pantalla, puesto que utiliza cantidades extremas de luz de relleno que "matan" las posibles fuentes naturales que se ven en pantalla, de manera que crea una fotografía absolutamente plana, descuidada y aburrida.
¿Puede ser la fotografía de una película aburrida?
Para mí sí, cuando a este señor le da por iluminar de la misma manera un gran decorado como el interior que abre el film, que una gruta, una casa de putas, un teatro o la residencia de un millonario en Wall Street.
Herr Ballhaus tiene el honor de ser el primer DP que consigue que confunda TRES VECES un exterior con un interior. En concreto, el combate de boxeo, una escena en el muelle (que termina con un plano general del puerto), y sobre todo el primer encuentro amoroso entre "Leo" y "Cameron" (no se le ocurre otra cosa que colocar en un exterior noche la misma puta luz amarilla que llevaba una hora poniendo en INTERIORES en un exterior noche). Cuando acaba la escena y se ve en plano general que están en la calle, no fui el único sorprendido entre las 1200 personas que devoraban palomitas y demás mierdas en la sala.
Para más inri, la copia de la película era un verdadero desastre; cambios de color en cada cambio de rollo o incluso DE PLANO A PLANO.
Así que en lo sucesivo, película cuya fotografía firme Ballhaus, película que no veré. Y que le den el jodido Óscar de una vez, a ver si con suerte se retira y no vuelvo a caer en la tentación (ganará casi seguro Conrad Hall por "Road to perdition"). Si el año pasado ganó Andrew "ESDLA" Lesnie, puede que incluso haya suerte.